La crisis del coronavirus ha llevado a unos descensos de los principales indicadores económicos nunca vistos en la historia reciente, y así lo reflejan los resultados de la gran banca (véase Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankia y Bankinter) en el primer trimestre del presente ejercicio, con una reducción del Beneficio Neto agregado de un -67,9% interanual.
A estos resultados negativos se suman los grandes desafíos a los que se enfrenta la banca desde hace tiempo y con la perspectiva de afianzarse cada vez más en el sector, que son la cada vez mayor competencia por parte de nuevos participantes (ej.: Revolut, N26, Orange Bank…) y la prolongación durante largo tiempo de los tipos cero.
Las palancas de actuación de los bancos
Todo ello hace que las entidades españolas tendrán que seguir apoyándose en sus dos principales palancas de actuación. Por un lado, la contención de los costes mediante la reducción de oficinas, acelerando en paralelo al máximo la transformación digital, para poder mejorar los niveles de rentabilidad.
De hecho, ya empieza a materializar los resultados de la reducción de personal que había acometido, viéndose una disminución, a nivel agregado, del Gasto de Explotación en este primer trimestre del -2,7% interanual, siendo el Santander (-7,8%) y BBVA.(-4,4%) los que más destacan por su mayor reducción.
La otra palanca es el incremento de los Ingresos Recurrentes (Margen de intereses + Comisiones netas), es decir, los ingresos puramente bancarios que, al contrario que en los últimos trimestres, en este Q1 han crecido a nivel agregado un 0,4% interanual.
Aunque los márgenes de intereses hayan decrecido (-3,2 %), principalmente por un menor crecimiento del crédito y de las carteras de renta fija, éstos se han compensado por el crecimiento del cobro de Comisiones Netas, que, en este primer trimestre, la gran banca ha cobrado 2.440 millones de euros, siendo un 7,2% interanual más que el mismo periodo de 2019.
¿Qué tipo de ingresos buscará la gran banca?
Para José Luis Cortina, Presidente de Neovantas, «ante esta situación, la banca continua buscando nuevas fórmulas de ingresos recurrentes, con un mayor foco en productos de consumo y otros productos tales como seguros y fondos, así como también en servicios adicionales de asesoramiento especializado, además de apostar por los esquemas de distribución más demandados por los clientes y, de esta forma, incrementar su vinculación vía la gestión remota y la banca móvil».
Por lo que respecta al comportamiento bursátil, la situación actual ha provocado unas pérdidas históricas de valor en las cotizaciones, debido a que la Banca es uno de los sectores con mayor exposición a la crisis del coronavirus por los riesgos de impago a los que está expuesta. En cualquier caso, sólo cuando el mercado perciba un modelo de negocio bancario que pueda triunfar, lo premiará levantando el valor de su acción de manera significativa.
“En el contexto actual en donde los usos y costumbres de los particulares y empresas están cambiando de forma acelerada es fundamental para la banca tradicional explotar la información que tienen disponible (incluyendo sobre todo la desestructurada + CRM) para extraer la máxima inteligencia encerrada en las propias interacciones con sus clientes. Esto le permitirá adelantarse a las oportunidades que vayan emergiendo, al mismo tiempo que tendrá que replicar de una forma u otra los modelos de la nueva competencia para ofrecerlos a sus clientes y así retenerlos”.
José Luis Cortina.