Una asistencia al paciente oncológico más ágil, segura y humanizada: así funciona el reconocido proyecto HOPE en la Fundación Jiménez Díaz

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Tras varios años de funcionamiento, el Proyecto HOPE, HOspital de Día PErsonalizado, del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, ha demostrado que se puede mejorar mucho la asistencia a los pacientes con cáncer que acuden al centro a recibir un tratamiento.

En una sola cita se concentran la realización de todas las actividades necesarias para la quimioterapia: consulta, analítica, preparación y administración de la medicación. Además, los pacientes pueden establecer contacto con el equipo oncológico en cualquier momento (24/7) por medios digitales para resolver dudas o reportar incidencias.

La iniciativa ha sido publicada como caso de éxito en New England Journal of Medicine. Charlamos sobre ello con la doctora Cristina Caramés, directora asistencial y de Investigación del Grupo Quirónsalud, especialista en Oncología Médica y responsable de la iniciativa.

doctora Cristina Caramés, directora asistencial y de Investigación del Grupo Quirónsalud
Dra. Cristina Caramés, directora asistencial y de Investigación del Grupo Quirónsalud.

Antes de entrar en detalle sobre el proyecto HOPE, ¿nos puede contar cómo surge esta iniciativa?

Todo parte de la escucha a las personas. Una de nuestras pacientes nos hizo una sugerencia que, básicamente, consistía en que nosotros le facilitásemos todo el proceso a la hora de recibir un tratamiento.

Se sentía bien tratada, pero en la parte organizativa pensaba que había algunos aspectos que le dificultaban su conciliación como madre y como profesora. Por otra parte, algunos profesionales estaban incómodos por la realización de actividades burocráticas que no aportaban valor al proceso.

Conscientes de lo anterior, HOPE surge de la necesidad de identificar los puntos del proceso en los que se puedan aplicar mejoras colocando al paciente en el centro del interés y que el personal sanitario dedicase su tiempo a aportar valor reduciendo los tiempos “burocráticos”.

Con este modelo los pacientes llegan directamente a su cita en el Hospital de Día y ahí se realiza todo el proceso en una media de dos horas. Antes se necesitaban varios días para hacer ese mismo proceso o una larga jornada de entre ocho y diez horas en el hospital

Suena todo muy sencillo, pero en una organización tan grande tiene que ser complejo romper con ciertos esquemas de trabajo…

Sí, había que vencer inercias y formas de trabajo que llevaban muchos años establecidas. Cuesta trabajo sacar a las personas de su zona de confort, pero al final todos ven que es mejor hacer las cosas de otro modo.

Proyecto HOPE, caso de éxito en la asistencia del paciente oncológico

Tras más de cuatro años de implantación y varios reconocimientos a sus espaldas, el proyecto HOPE se consolida y ahora aparece como un tema destacado en la publicación New England Journal of Medicine. ¿Qué impacto tiene y tendrá este hecho para los hospitales de Quirónsalud integrados en la red pública madrileña (Sermas)?

La publicación para nosotros es muy importante como aval externo en nuestra apuesta por la innovación y por mejorar la calidad de vida de las personas que reciben un tratamiento en el Hospital de Día. Es una referencia muy potente para Quirónsalud y su innovación asistencial, así como por situar al paciente en el centro de nuestra actividad.

tratamiento oncológico en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz

 

Reducción de tiempos en los tratamientos de cáncer en el Hospital de Día

HOPE mejora la experiencia y los resultados en salud del paciente oncológico. Háblenos en primer lugar sobre la experiencia de paciente. ¿Cómo ha cambiado con esta iniciativa?

Con este modelo los pacientes llegan directamente a su cita en el Hospital de Día y ahí se realiza todo el proceso en una media de dos horas. Antes se necesitaban varios días para hacer ese mismo proceso o una larga jornada de entre ocho y diez horas en el hospital.

Por lo tanto, el tiempo de permanencia para obtener el mismo resultado baja sustancialmente. Desde el punto de vista de la experiencia, HOPE significa reducción de tiempos, además los pacientes tienen a su disposición herramientas de salud digital que les conectan con el equipo asistencial para aclarar cualquier duda en tiempo real.

Con esto último, los pacientes se sienten más arropados gracias a este canal directo de comunicación. En resumen: tiempo, accesibilidad, información y que el paciente se pueda organizar mejor. Estos parámetros son los más valorados en las encuestas de satisfacción.

Todo esto es clave en un paciente oncológico, ya que la familia también ‘sufre’ este tipo de procesos…

Claro, muchas veces los pacientes vienen más preocupados por la carga que le pueden suponer a sus familias que por su propio problema.

En cuanto a la mejora de los resultados de salud, ¿qué nos pueden reportar al respecto desde la vigencia del proyecto?

Hemos mejorado la calidad de vida de los pacientes con cáncer optimizando su experiencia; pero el dato más llamativo se refiere a la disminución de ingresos por toxicidad severa en el tratamiento o por mala evolución.

Hemos visto que, al estandarizar los procesos asistenciales e introducir herramientas que nos permiten detectar de forma anticipada efectos secundarios, evitamos la aparición de efectos secundarios graves y con ello reducimos el porcentaje de ingresos hospitalarios por este motivo.

Dra Cristina Caramés, especialista en Oncología Médica

Una parte de los pacientes con cáncer tiene una edad suficiente como para creer que tienen cierta desconexión digital. ¿Cómo se enfrentan a este hándicap?

HOPE también está pensado para las personas que puedan tener más dificultad en el uso de una aplicación. Para ellos, el proceso en el Hospital de Día no cambia, sino que se simplifica, porque las varias citas pasan a ser una sola.

En lo que se refiere al uso de herramientas de salud digital, a las personas con menos facilidad para emplear la aplicación les ayudamos a gestionar el consentimiento para que un familiar o cuidador pueda gestionarla en su nombre.

Esto suele tener mucho éxito a la hora de aumentar la adherencia de uso asistencial y alivia muchas cargas. Cualquier duda que tenga un paciente se la puede resolver el cuidador por medio de esta comunicación directa con el hospital.

Gracias a este tipo de acceso a la aplicación por parte del cuidadores, el uso de este medio de comunicación no disminuye en el grupo de pacientes mayores de 75 años.

Quizás más que la aparición en publicaciones científicas, lo relevante es lo que opinan los propios pacientes. ¿Disponen de resultados de evaluación o de resultados de encuestas de satisfacción sobre HOPE?

Siempre nos ha preocupado la experiencia del paciente. Con HOPE, les preguntamos cómo viven su proceso y también les pedimos que aporten sugerencias de mejora.

Tenemos varios métodos de medición, el más clásico es el de las tasas de agradecimientos y reclamaciones, pero contamos con otros como el NPS (Net Promoter Score, herramienta que mide la satisfacción y lealtad basándose en las recomendaciones), o más recientes como los PREMs (Patient reported experience mesures) y PROMs (Patient reported outcomes mesures).

Con HOPE, el NPS mejoró hasta tasas del 96% en el año 2023, lo cual es una cifra muy elevada. Anteriormente estábamos moviéndonos en un dato entre 70 y 80, que ya era bueno.

equipos oncología de la Fundación Jiménez Díaz

Esta innovación tecnológica de salud digital ha requerido la formación e implicación de equipos multidisciplinares, no solo oncológicos. ¿De cuántos y de qué equipos de profesionales estamos hablando?

Aproximadamente 60 profesionales. El grupo de trabajo inicial estaba formado por menos personas, concretamente había un representante de cada una de las áreas implicadas en el proceso. Sin embargo, posteriormente se han ido añadiendo más: oncólogos, enfermeras, farmacéuticas, personal de Admisión, de Laboratorio, de Experiencia de Paciente, equipo directivo, etc.

HOPE ha ido mejorando con el paso del tiempo con la introducción de funciones interesantes como un modelo de chatbot dotado con IA. ¿Qué nivel de uso y qué experiencia han obtenido de este asistente inteligente?

El nivel de uso es alto. El 100% de los pacientes tienen esta herramienta a su disposición cuando inician un tratamiento. Llegamos a todos y lo utiliza el que lo necesita. El nivel de experiencia en el NPS es alto y en los comentarios ya veíamos que para ellos era una opción muy buena, era de sentido común tener una herramienta de comunicación como esta, especialmente para aquellas personas que antes no disponían de este canal. En esta transición, ellos han notado el cambio muy positivamente.

¿Esta IA aprende y se entrena desde el propio uso que hacen los pacientes?

No es una IA tan evolucionada porque es más estructurada y cerrada, y estamos desarrollando proyectos paralelos que nos van a permitir ser más precisos en las predicciones de evoluciones de tratamientos. Desde nuestro actual chatbot, vamos aprendiendo nosotros e incorporando información de respuesta en la nube, por ahora la herramienta en sí misma aún no es autónoma.

El futuro del proyecto HOPE como modelo asistencial

¿Qué nuevas opciones o qué otras funciones se pueden incorporar al proyecto? ¿Qué necesidades podría requerir HOPE para el futuro?

Trabajamos para ofrecer una medicina realmente centrada en el paciente y ahora estamos inmersos en dos grandes iniciativas que podrían separarse en dos grandes bloques:

  • Mejorar la indicación de los tratamientos (ser más precisos) con la intención de entender más allá de la enfermedad. Esto implica conocer los valores y preferencias de cada persona.
  • Hacer una mejor evaluación de resultados en salud mediante PROMs y PREMs y actuar en consecuencia. Incidiendo en estos datos se pueden hacer muchos ajustes en tratamientos para poder adaptarse a las prioridades de cada paciente y tomar decisiones más compartidas.

Si seguimos mejorando el proceso y la IA nos ayuda a tomar decisiones, el punto clave del médico va a estar en su capacidad de conectar con el paciente y en sus habilidades de comunicación

Es evidente que el proyecto es dinámico y tiene todavía margen de evolución. ¿Cómo ve el futuro de este nuevo modelo asistencial?

Veo una evolución positiva, muy enfocada al paciente. Además, el hospital ha visto que la estrategia funciona y por ello está poniendo todos los medios para seguir potenciándola.

Si seguimos mejorando el proceso y la IA nos ayuda a tomar decisiones, el punto clave del médico va a estar en su capacidad de conectar con el paciente y en sus habilidades de comunicación para entender todas las necesidades y expectativas de las personas.

Dicho de otra manera, la tecnología quitará carga de razonamientos técnicos para impulsar una labor más humanizadora en los médicos. Esto es clave para el manejo del cáncer.

Visto el éxito de HOPE, ¿han recibido interés por parte de otros centros para poder implantar este proyecto? 

Aparte de la red de hospitales de Quirónsalud integrados en el Sermas, otros centros de otras comunidades y países se han interesado en el proyecto y han venido a visitarnos. Desconozco si implantarán el modelo, pero sí que han mostrado interés.

¿HOPE se puede implantar en otras unidades al margen de la oncología?

Sí, sin duda. Es cuestión de analizar un proceso y reorganizarlo para concentrar puntos de valor. La introducción de herramientas de salud digital se puede adaptar a cualquier especialidad, patología crónica, postoperatorios o procesos asistenciales.

 

 

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