Competitividad y mejora del modelo de turista extranjero

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Mejorar la competitividad en el modelo de turista extranjero requiere un plan de inversiones de toda la industria.

Durante los últimos meses, e incluso, los últimos ejercicios, exitosos, del sector turístico hemos solicitado desde este medio que la industria hotelera española precisaba de un importante empuje inversor.

Las razones que esgrimíamos estaban basadas en la búsqueda de un posicionamiento que mejorase los ratios de rentabilidad, mejora de la calidad del cliente, y aumento del gasto por turista en destino.

Para ello era necesario que, en un momento en el que el sector estaba viviendo un alargado momento de bonanza, era necesario que, no solo los beneficios fuesen el soporte de la inversión en esa transformación, sino también tenía que haber un apoyo institucional a través de campañas de incentivo para la inversión en la planta hotelera. 

Una transformación no estrictamente basada en la parte tangible, sino también encaminada a mejorar los canales de distribución que mejorasen el RevPar de los hoteles, una transformación tecnológica que reduzca los costes en la cadena productiva, una transformación que generase valor dentro de la marca hotelera, en particular, y de la Marca España en general.

 

 

Comparativa de Establecimientos hoteleros

2018 2017 2016
Total Establecimientos hoteleros 16.966 16.920 16.929
Fuente: Elaboración propia a partir de datos estimados del INE.

 

Desde hace dos legislaturas viene haciendo falta una política estatal turística que apueste por la mejora de la competitividad y la calidad de nuestra industria turística.

Que lo decía el Plan Estratégico, ya lo sabemos, pero que no se ha cumplido también lo tenemos meridianamente claro.

 

[blockquote style=»1″]La revolución low cost no es, para nada, un escaparate en el que querrán mirarse otros sectores económicos. En ningún caso otros sectores de servicios no quieren sino diferenciarse a partir de una imagen de calidad[/blockquote]

 

Madrid y la recepción del turista extranjero.Si se hubiera cumplido, los empresarios de diferentes destinos turísticos no habrían tenido que depender del cliente-basura. De ese cliente que difiere mucho de la ejemplaridad que busca un destino competitivo. 

La democratización del turismo que buscaron aquellos que, a mediados del siglo XX, redujeron los precios de los paquetes turísticos, no tenían nada que ver con lo que se está consiguiendo en la revolución low cost del siglo XXI.

El turismo no es una necesidad perentoria y fundamental en la pirámide de Maslow.

El viajar no nos solventa los problemas personales, ni tan siquiera los aplaza en el tiempo. El desaparecer de tu lugar habitual de residencia, no nos alarga la existencia. Pero el viajar nos permite disfrutar cada día más de nuestro modo de vida, de nuestro entorno y nos ayuda a pensar mejor cómo resolver nuestras diatribas.

La revolución low cost no es, para nada, un escaparate en el que querrán mirarse otros sectores económicos. En ningún caso otros sectores de servicios no quieren sino diferenciarse a partir de una imagen de calidad, competitividad e innovación.

Miremos al sector de la gastronomía, se han convertido en un estandarte de la calidad, la innovación y el éxito ante los consumidores, mejorando su posicionamiento con respecto al mismo sector en otros países.

 

Comparativa de llegada de turistas extranjeros por tipo de medio de transporte

2018 2017 2016
Aeropuerto 38.917.719 66.639.513 60.343.654
Carretera 7.152.652 12.889.671 12.973.075
Puerto 837.124 1.965.674 1.635.428
Tren 187.137 373.662 362.849
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE.

 

El low cost en gastronomía llegó (fast food) e incluso esa industria ha cambiado y trata de mostrarse más competitiva que hace unos años, más responsable, e incluso más cuidadosa con el entorno y con sus consumidores.

El sector turístico ha de recorrer el camino en el que se plantean varias bifurcaciones de difícil decisión: qué tipo de turista interesa, qué tipo de destinos se precisan, qué inversiones estamos dispuestos a hacer, y qué industria tenemos para afrontar todo lo anterior.

Los hoteles durante estos años, en los que la ocupación batía récords con respecto a la estancia de turistas extranjeros en sus habitaciones, han invertido en un futuro cercano, posicionando nuevos establecimientos en destinos que iban a reactivarse en poco tiempo, e incluso que iban a surgir como novedades.

 

[blockquote style=»1″]La industria emisora, es decir, los turistas domésticos que viajan dentro de nuestras fronteras y los que viajan a otros países, han crecido de manera muy importante[/blockquote]

 

Modelo de turista extranjero.
Turistas extranjeros en España.

Esto conlleva que la ya consabida, y esperada, merma en la llegada de turistas extranjeros a España, supone que se habrán alojado en los hoteles que han construido las marcas españolas en esos otros destinos turísticos.

La inversión les ha supuesto generar oferta tanto en España como en los destinos que son competencia directa, por lo que su volumen de ventas no solo no habrá mermado (en España sí) sino que habrá crecido atrayendo una demanda que buscaba la novedad en otros destinos.

España ha de buscar que, siendo menos los extranjeros que van a llegar, la inversión y el gasto por persona sea mayor que hasta ahora, por lo que han de posicionarse como un destino interesante al que venir, repetir, regresar e incluso gastar un poco más, porque merecerá la pena.

La búsqueda de este tipo de cliente supone dirigir nuestra oferta hacia nuevos nichos de mercado. O incluso aumentar el esfuerzo por obtener un rédito mayor en los ya antiguos nichos típicos de demanda de turismo en nuestro país.

Esto supone también una coordinación entre los diferentes destinos, para que la oferta sea global, en el que la llegada de turistas no dependa solo de las frecuencias que tengan otorgadas las compañías aéreas de bajo coste.

 

Comparativa de llegada de turistas hasta el mes de julio de tres ejercicios consecutivos

Total
2016 42.128.500
2017 46.948.471
2018 47.094.628
Fuente: Elaboración propia a partir de INE.

 

Del mismo modo, las compañías aéreas tradicionales no pueden permitirse la sangría de viajeros que tienen desde hace una década, por lo que en algún momento tendrán que determinar si, de algún modo, pueden conseguir una competitividad que, otros consiguen, gracias al desarrollo que lograron aquellas durante muchos años de sacrificios, pérdidas e inversiones a fondo perdido.

 

 

Destinos turísticos en España.

 

 

Las agencias de viajes han tenido crecimientos de hasta el 15% en el volumen de ventas anual, unas grandes cifras que, en un año puede ser casualidad o debido a un hecho puntual; dos años puede resultar de interés porque algo está ocurriendo; pero más de tres años con crecimientos de dos cifras supone un salto cualitativo en el sector de la intermediación, lo que necesitará una explicación pormenorizada sobre lo que ha pasado, para bien, para encontrar respuesta y razonamiento que pueda extender esta situación un plazo mayor de tiempo.

Los movimientos han ido creciendo en los tres ejercicios, pero no supone una variación tan grande como en ejercicios anteriores el acumulado en el año 2018, con respecto al 2016 y al 2017.

Ahora que se reduce la demanda externa, el sector puede mostrar cuán competitivo es, tanto para el turismo doméstico, como para la demanda externa, siendo un poco más estricto e incluso meticuloso a la hora de decidir dónde quiere hacer mayor énfasis en su oferta, en qué lugares está dispuesto a buscar más clientes, en qué niveles de renta prefiere atraer mayor número de turistas.

 

Comparativa llegada de turistas extranjeros con o sin paquete turístico (acumulado a julio de tres ejercicios consecutivos)

2016 2017 2018
Con paquete turístico 28.948.992 33.128.787 33.189.645
Sin paquete turístico 13.179.507 13.819.685 13.904.983
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE.

 

Para ello no solo hace falta la voluntad de los empresarios, sino que el acompañamiento de las instituciones que tienen las competencias es preciso e imprescindible.

No solo tienen que tomar las decisiones esas instituciones con competencias, porque de un día para otro puede ocurrir que el gobierno de las mismas cambia su criterio y lo adelantado en un intervalo de tiempo, que suele ser muy amplio, se viene abajo en menos que canta un gallo. 

Cuánto tiempo ha costado situar a Barcelona entre las ciudades más cosmopolitas y atractivas del continente europeo, y en menos de dos años, ya se ha conseguido que esté en caída libre en las estadísticas de atracción turística. 

 

[blockquote style=»1″]Madrid está intentando suplir la caída de Barcelona, ha creado una nueva imagen de ciudad atractiva con una variada actividad cultural, museística y patrimonial, pero le falta el complemento del mar[/blockquote]

 

Ni las tasas turísticas municipales, ni los ataques a los intereses patrimoniales, ni la mala reputación online y mediática conseguida por ser un lugar lleno de conflictos, banderas, lazos y pancartas, lo único que hacen es espantar a los turistas que buscan es paz, tranquilidad y sosiego durante sus estancias vacacionales.

Madrid está intentando suplir la caída de Barcelona, ha creado una nueva imagen de ciudad atractiva con una variada actividad cultural, museística y patrimonial, pero le falta el complemento del mar, le falta ese flujo constante de turistas que parten en barco hacia otros destinos, pasando por la ciudad, ya sea de paso, o con estancias breves antes o después del crucero, y eso lo está intentando capitalizar Madrid con el AVE directo y, casi, sin paradas desde Barcelona-Sants.

Turismo en Madrid en la Puerta de Alcalá.
Madrid está intentando suplir la caída turística de Barcelona.

El tipo de cliente que consume dicho producto tiene, generalmente, unas características de renta muy similares, con una capacidad de gasto por persona mayor.

Es por ello que, teniendo en cuenta que ese tipo de cliente llega a España, hay que capitalizar los destinos que puedan conseguir un mayor atractivo para captar la atención, frente a una competencia en el entorno mediterráneo que está creciendo ante la normalización de la situación en los países que perdieron todo su tráfico turístico, por la mala situación política y social que vivieron.

La recuperación de la competencia no será inmediata, pero este año en España estaremos de nuevo en el brete de no superar los 80 millones de visitantes extranjeros, lo tomaremos como una catástrofe, pero probablemente el cliente que haya venido este año habrá gastado más porque, de manera clara, quería venir a España y gastar un poco más en sus vacaciones. 

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