El bitcoin ha alcanzado un nuevo máximo histórico de 118.149 dólares, sorprendiendo a los inversores con una escalada impulsada por diversas variables macroeconómicas y una creciente participación institucional.
En un entorno global caracterizado por la desregulación y tensiones comerciales, esta criptomoneda se consolida como un activo de refugio y alto rendimiento. Las proyecciones optimistas sugieren que podría alcanzar los 200.000 dólares en 2025, evidenciando su transformación en una inversión convencional y estratégica.
El bitcoin alcanza los 118.000 dólares: nuevo máximo histórico
Esta escalada, que comenzó a mediados de semana cuando rompió la barrera de los 112.000 dólares, se da en un contexto de tensiones comerciales globales, mayor desregulación y una creciente participación institucional. El resultado: una oleada de optimismo que está disparando las previsiones de cara a los próximos meses.
¿Por qué sube el bitcoin? Claves del rally actual
Expertos del sector coinciden en que el auge del bitcoin no es coyuntural. Desde la plataforma Bitpanda añaden que “la combinación de condiciones macroeconómicas favorables y un fuerte apetito institucional” ha convertido al bitcoin en un activo de refugio y alto rendimiento. A esto se suma:
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El retorno de la liquidez en los mercados.
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El crecimiento de los ETFs basados en bitcoin.
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La adopción institucional continua.
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Las expectativas de inflación y devaluación monetaria en EE. UU. y Europa.
Todo esto ha posicionado al bitcoin como un activo cada vez más convencional, más allá de la especulación.
Las previsiones de Standard Chartered: hasta 200.000 dólares en 2025
El banco británico Standard Chartered ha publicado un informe optimista sobre el futuro del bitcoin. Según sus analistas, la criptomoneda podría alcanzar los 200.000 dólares a finales de 2025, impulsada por:
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El flujo de capital hacia ETFs cripto.
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La emisión de bonos corporativos vinculados al ecosistema blockchain.
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Un marco regulatorio favorable desde Estados Unidos.
El informe, recogido por Investing, también anticipa que el bitcoin superará los 135.000 dólares antes de cerrar el tercer trimestre de 2025.
Para el banco, el mercado de criptomonedas ha entrado en una etapa decisiva donde “la profesionalización y normalización del bitcoin como activo de inversión” marcará el ritmo de los próximos trimestres.
Bitcoin en el radar de inversores institucionales
El creciente protagonismo de bitcoin en carteras institucionales está transformando su perfil de riesgo. Fondos como BlackRock, Fidelity y Ark Invest han incorporado productos ligados a bitcoin a través de ETFs, generando un efecto red que atrae a otros inversores institucionales.
A esto se suma el desarrollo de nuevas infraestructuras como custodios digitales, bolsas reguladas y plataformas de pago que eliminan barreras históricas para su adopción masiva.
Según datos de Chainalysis, el 58% de las transacciones en 2024 con bitcoin han sido protagonizadas por entidades institucionales, un cambio estructural frente a años anteriores donde el usuario minorista era el principal actor.
¿Corrección o consolidación?: lo que opinan los analistas
A pesar del entusiasmo, algunos expertos advierten sobre una posible corrección a corto plazo, especialmente si se produce un endurecimiento monetario por parte de la Reserva Federal. No obstante, el consenso general apunta a que los fundamentos del mercado actual son más sólidos que en ciclos anteriores.
“Ya no se trata solo de especulación. Ahora hay estructura, regulación y participación institucional, lo que hace que las subidas sean más sostenibles”, indica Javier Molina, portavoz de eToro.
Por su parte, firmas como Goldman Sachs y JPMorgan han señalado en sus informes recientes que bitcoin podría consolidarse entre los 120.000 y 140.000 dólares en 2025, con posibilidades de alza si se mantiene la demanda y los estímulos monetarios.
El impacto del halving de 2024
Uno de los factores clave que impulsa el valor del bitcoin es el halving, un evento que reduce a la mitad la recompensa por minar nuevos bloques. El más reciente se produjo en abril de 2024 y ya está teniendo un efecto claro en la oferta disponible.
Con menos bitcoin nuevos entrando en circulación, y una demanda en aumento, el precio tiende al alza. Históricamente, los halving han estado seguidos de ciclos alcistas fuertes, como ocurrió en 2017 y 2021.
Esta vez, el escenario se ve reforzado por un marco macroeconómico inestable, mayor adopción institucional y regulación más clara, lo que amplifica los efectos del halving.
Criptomonedas y empresas: el nuevo paradigma financiero
Las criptomonedas han pasado de ser un fenómeno marginal a convertirse en una pieza clave en las estrategias financieras de empresas tecnológicas y fondos de inversión. Compañías como Tesla, MicroStrategy, Square o Coinbase han destinado parte de sus reservas a bitcoin, como cobertura frente a la inflación.
En España, plataformas como Bit2Me, Onyze o Criptan han ganado protagonismo como actores de confianza dentro del ecosistema, ofreciendo soluciones para el almacenamiento, trading e inversión regulada en criptoactivos.
También están creciendo los productos de ahorro y pensiones en bitcoin, así como las soluciones de tokenización de activos y servicios financieros descentralizados (DeFi), configurando un panorama financiero radicalmente nuevo.
¿Cómo deben actuar las empresas ante el boom cripto?
Para los directivos de empresas, el ascenso del bitcoin y otras criptomonedas plantea retos y oportunidades:
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Estudiar su uso como forma de remuneración variable para talento digital.
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Invertir en formación para entender la tecnología blockchain.
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Analizar su impacto fiscal y la gestión de riesgos asociada.
Cada vez más consultoras como PwC, Deloitte y EY ofrecen servicios de asesoramiento estratégico en activos digitales, anticipando un mercado más maduro y regulado.
Bitcoin consolida su papel como activo global
La subida del bitcoin hasta los 118.000 dólares marca un hito en su proceso de institucionalización. Si las previsiones de Standard Chartered se cumplen, podríamos ver la criptomoneda en los 200.000 dólares antes de que termine 2025.
Lo que está claro es que el bitcoin ha dejado de ser un experimento y se ha convertido en una alternativa real de inversión, reserva de valor y diversificación patrimonial, con un papel cada vez más protagonista en la economía digital global.