Las rehabilitaciones exprés son más eficientes para reducir la pobreza energética de muchas familias españoles, según se expone en un nuevo estudio impulsado por la Fundación Naturgy, quien dispone de un Fondo Solidario específico para ello. El problema es que el coste de estas reformas suponen una media de 8.800 euros por vivienda y por ello las entidades sociales piden más apoyo a la administración pública para este tipo de actuaciones.
Un nuevo estudio impulsado por Fundación Naturgy trata de arrojar luz sobre las medidas y actuaciones que cabría hacer en las viviendas de familias vulnerables, muchas de ellas necesitadas de equipamiento que aporte mayor eficiencia energética.
Con muchas rehabilitaciones exprés se daría un paso adelante en el bienestar de estas familias y se avanzaría en el objetivo de la reducción de la tasa de pobreza energética en España. Son varias autoras las que han llevado a cabo esta extensa investigación que es una actualización de un estudio anterior titulada ‘Re-habilitación energética exprés para hogares vulnerables. Soluciones de bajo coste’. El primer trabajo publicado en 2017 fue el origen de uno de los principales programas de acción social de la Fundación Naturgy: el Fondo Solidario de Rehabilitación Energética. Gracias a esta iniciativa, esta organización ha rehabilitado más de 3.000 viviendas en colaboración con más de 20 entidades sociales, beneficiando a más de 31.000 personas.
No será igual una estrategia en Sevilla que en A Coruña, debido a factores como la climatología. Las líneas de trabajo varían en función de cada vivienda, de ahí la importancia del diagnóstico previo»
Respecto al último informe, su coordinadora, Margarita de Luxán, catedrática emérita de la Universidad Politécnica de Madrid, ha participado en la presentación de esta actualización en un seminario en el que también se celebró un posterior debate sobre los pormenores de las rehabilitaciones exprés en las viviendas de la citada tipología.
En la charla se trató de ver la aportación de las rehabilitaciones low cost, valorar el papel de las entidades sociales en este asunto y qué medidas estructurales cabría implementar para paliar la vulnerabilidad energética.
Como es sabido, la baja eficiencia energética de los hogares es uno de los motivos asociados la pobreza energética junto con el elevado coste de la factura y los bajos ingresos de los miembros. Se consideran pobres energéticos aquellos hogares que deben gastar más del10% de su renta a los suministros energéticos como la climatización, la producción de agua caliente, la iluminación, los equipos y la cocina.
Esto es un problema al alza en España y solo en Barcelona se calcula que más de 100.000 hogares podrían estar en esta situación (un 14% del total). Se plantea de este modo una forma de abordar tal problemática que difiere de la tradicional rehabilitación integral de edificios. La línea a seguir, según el estudio, es realizar intervenciones de bajo coste y de rápida aplicación sin comprometer futuras actuaciones integrales.
Adaptación al clima para saber que rehabilitaciones exprés hacer en cada caso
El punto de partida antes de cada rehabilitación es conocer el entorno de la vivida, según las condiciones climáticas de la zona. Es necesario conocer el clima de una ubicación para poder plantear las estrategias de diseño más adecuadas. No será igual, por tanto, una estrategia en Sevilla que en A Coruña.
Asimismo, existen medidas propias para los meses fríos y otras para las épocas más cálidas. Sería lógico pues enfocarse en líneas de trabajo sobre los sistemas de calefacción convencional en urbes como A Coruña o Madrid, antes que Barcelona o Sevilla.
Sin embargo, teniendo en cuenta la capacidad financiera de las familias, habría que minimizar su utilización y enfocarse en medidas pasivas como mejorar la envolvente de la vivienda (paramentos, acristalamientos, cristalería y carpintería, techos y suelos) o la reducción de infiltraciones.
Otra estrategia consistiría en el aprovechamiento de la inercia térmica de los elementos de la edificación, especialmente la de muros y forjados, si bien esta línea sería más efectiva en ciudades como Barcelona, Madrid o Sevilla, siendo en este último punto una estrategia imprescindible para mejorar el confort durante los meses de verano.
La conclusión que arroja la investigación es que algunas estrategias pasivas son aplicables a casi todas las localidades, como la protección solar, la ventilación, el aprovechamiento de la inercia térmica, el enfriamiento evaporativo… pero en cada región el nivel de necesidad es diferente. El gráfico que acompaña a estas líneas está sacado del propio informe y muestra a la perfección la estrategia a seguir en cada una de las ciudades estudiadas.
Para Margarita de Luxán, “la rehabilitación exprés para hogares vulnerables es una acción que puede proponerse de un modo diferenciado y específico, ya que la pobreza energética supone un problema de urgencia que no puede someterse ni esperar a soluciones habituales, y necesita respuestas rápidas, adaptadas e innovadoras”.
La experta cifra este tipo de reformas en un coste medio de 8.800 euros de acuerdo al estado del parque inmobiliario que ha sido objeto de la investigación. Se trata de un coste que es elevado para las familias vulnerables y un argumento para la petición que hacen las entidades sociales a la administración: más fondos públicos para dar impulso a las rehabilitaciones exprés.
Desde el sector público, participó en el evento el subdirector general de eficiencia en el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), Jacobo Llerena, quien que afirmó que “las medidas estructurales, es decir aquellas basadas en la rehabilitación exprés y la eficiencia energética, abordan el problema a medio y largo plazo consiguiendo atajarlo y minimizarlo en el futuro y son más efectivas de cara a evitar ‘cronificar’ las situaciones de pobreza energética”. Llerena también había estado presente en la anterior oleada de la publicación de la Fundación Naturgy.
Los planteamientos de las entidades sociales
Posteriormente a la presentación del estudio y la intervención de Llerena se produjo un interesante debate con representantes de las entidades sociales. Son ellas las más apegadas a los problemas de las personas y las que conocen a la perfección las necesidades de las familias implicadas.
La mesa de debate concluyó que es necesario disponer de líneas específicas de financiación para acometer rehabilitaciones exprés en los hogares vulnerables. Además de pedir a la Administración más apoyo para ampliar el alcance de este tipo de actuaciones, solicitaron un IVA reducido para las mismas.
Pasar el 21% al 10% del IVA permitiría contar con un 11% más de recursos económicos, según ha estimado la mesa compuesta por Xavi Mauri, de Fundación Hàbitat3, Sergio Rodríguez, de Foment de l’Habitatge Social, Sara Casas, de Cruz Roja Española y Daniel Álvarez, de Fundación Isadora Duncan, cuatro entidades que trabajan con Fundación Naturgy en materia de rehabilitación.
Para estas organizaciones sociales, algunas de las exigencias para aplicar el tipo reducido del IVA hasta ahora no se corresponden con las circunstancias de los hogares vulnerables a los que se busca ayudar. Se refieren, por ejemplo, a la exigencia de que el destinatario sea propietario o que se utilice la vivienda para uso particular, y éste no es el caso muchas de las viviendas de las entidades sociales en las que actuar.
Todos coincidieron en que parte de los fondos que se destinan a este tipo de actuaciones deberían dirigirse también a la gestión social y técnica de las ayudas. Según la opinión de Sergio Rodríguez, “a las administraciones públicas hay que pedirles que inviertan en diagnóstico: en estos momentos el parque de viviendas destinadas a alquiler social o en el que viven las familias más vulnerables está sin diagnosticar, y es caro diagnosticar”.
Esta información es necesaria porque permite a las familias comprender su situación, pero también es clave ofrecer apoyo y formación sobre cómo mejorar sus hábitos y sus formas de consumo.
