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No nos equivocamos al escribir istoría sin hache y con tilde (“historia” en griego) si es para referirnos a un nuevo sello editorial que nace este mismo mes. Grupo Planeta ha ideado un nuevo sello dedicado en exclusiva a la novela histórica canónica, esa que convierte los hechos documentados en relatos épicos, tan entretenidos como fieles a la verdad.

“El pacto con el lector es claro: aprender del pasado viviéndolo desde dentro”, explica Roger Domingo, director editorial del sello. “Buscamos la fabulación de un hecho real, pero siempre con el anclaje del acontecimiento histórico como eje narrativo”.

Novela histórica: mucho público fiel

En un país con más de 100.000 lectores fieles al género, según los datos que maneja la propia editorial, la novela histórica sigue demostrando su capacidad única para conjugar rigor y entretenimiento. E istoría llega para capitalizar ese vínculo con propuestas literarias sólidas, documentadas y emocionantes.

El lazo de púrpura: regreso de un clásico

El catálogo inaugural de istoría comienza el próximo 21 de mayo, y lo hace con fuerza: Alejandro Núñez Alonso, considerado un referente absoluto del género en español, regresa a las librerías con El lazo de púrpura, primera entrega de su aclamada saga ambientada en la Roma imperial. La obra, aclamada por su equilibrio entre fidelidad histórica y tensión narrativa, representa el espíritu del nuevo sello: viajes literarios al pasado que iluminan el presente.

La Mano Negra: secretos de una España desconocida

Le acompaña La Mano Negra, de Daniel Corpas, guionista de la serie El Ministerio del Tiempo, quien traslada al lector al siglo XIX español, entre conspiraciones, sociedades clandestinas y una atmósfera de intriga que revela una época de profundos cambios y sombras políticas. La obra aporta un enfoque nacional y original al catálogo, y muestra que la historia reciente también guarda secretos dignos de novela.

Más allá de sus primeros títulos, istoría pretende convertirse en un referente de la novela histórica en lengua española, tanto recuperando grandes nombres del pasado como apostando por nuevas voces que aporten frescura al género. “Queremos que el lector encuentre en istoría una marca de calidad, como quien se acerca a un museo sabiendo que cada obra que cuelga en sus salas ha pasado por una exigente curaduría”, afirma Domingo.