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El turismo en España se encuentra en plena efervescencia, y no solo por las cifras récord de visitantes. Estamos ante una transformación profunda, impulsada por la digitalización, la inteligencia artificial y las demandas de un viajero cada vez más conectado, exigente y consciente. En 2025, España no solo es uno de los destinos más visitados del mundo, sino un laboratorio de tendencias y tecnología aplicada al turismo.

Según el informe de OBS Business School, nuestro país cerrará el año con 98 millones de turistas internacionales y un gasto estimado de 135.800 millones de euros, lo que representa un crecimiento de más del 4% respecto a 2024. A ello se suman los 55.000 millones de euros que los propios españoles destinarán a sus viajes. El turismo ya supone un 15,2% del PIB nacional, generando cerca de 3 millones de empleos directos, consolidándose como un pilar económico estratégico.

Nuevas formas de viajar: el turista tecnológico y experiencial

El perfil del viajero ha evolucionado radicalmente. Ya no se trata solo de visitar destinos icónicos, sino de vivir experiencias personalizadas, sostenibles y apoyadas en tecnología.

El 63% de los turistas utiliza herramientas digitales para planificar sus viajes, y casi la mitad (49%) ya se apoya en soluciones de inteligencia artificial para diseñar rutas más auténticas y personalizadas. Además, el impacto de las redes sociales es indiscutible: un 77% se inspira en plataformas como Instagram, TikTok o Facebook a la hora de decidir su próximo destino.

A la tradicional oferta de turismo cultural, de sol y playa, gastronómico o de negocios, se suman nuevas tendencias que están captando el interés global:

  • Astroturismo: El 56% de los viajeros españoles desea contemplar auroras boreales o disfrutar de cielos sin contaminación lumínica.
  • Turismo gamer: Un 44% afirma haber elegido destino inspirado en su videojuego favorito. Los hoteles con consolas aumentan un 10% sus reservas.
  • Turismo botánico: Visitas a jardines, campos de lavanda o cerezos en flor se disparan, reflejando el deseo de reconectar con la naturaleza.
  • Viajes de bienestar: El 57% de los viajeros prioriza su salud, buscando experiencias que combinen descanso, deporte y alimentación consciente.
  • Turismo nocturno y de astrología: Las actividades en horarios frescos y la elección de destinos basada en el horóscopo ganan terreno, especialmente entre los jóvenes de 18 a 24 años.

También destaca el auge del turismo de proximidad y las escapadas de corta duración, que combinan sostenibilidad y conveniencia. Los españoles están redescubriendo su propio territorio, lo que beneficia a destinos rurales, parques naturales y pequeñas localidades.

La revolución tecnológica del sector: IA, biometría y movilidad aérea

Más allá de las preferencias individuales, el sector turístico en España está abrazando tecnologías de vanguardia que lo posicionan como líder global en innovación.

Uno de los grandes protagonistas es la IA generativa, ya integrada en empresas como Iberostar, Meliá, RIU, Balearia, Renfe o Air Europa. Más de 60 casos de uso documentados demuestran cómo la IA ya contribuye a:

  • Predecir la demanda hotelera y optimizar precios.
  • Personalizar itinerarios en tiempo real.
  • Detectar fraudes en reservas y pagos.
  • Ofrecer asistentes virtuales multilingües.
  • Mejorar la sostenibilidad energética en hoteles y transportes.
  • Crear campañas de marketing personalizadas basadas en datos.

Además, la implantación de la biometría y el reconocimiento facial en aeropuertos como Madrid, Barcelona, Gran Canaria o Tenerife agiliza los procesos de embarque, aunque todavía pendiente de consensos regulatorios sobre privacidad.

Y en el horizonte, la movilidad aérea urbana con aeronaves eléctricas de despegue vertical (eVTOL) promete revolucionar los desplazamientos entre aeropuertos, destinos urbanos y enclaves turísticos de difícil acceso, con un enfoque sostenible y eficiente.

A esta transformación se suma el despliegue de tecnologías como el 5G, la realidad aumentada o los gemelos digitales, que permiten a los destinos anticipar flujos turísticos, simular escenarios o gestionar la capacidad de carga de los espacios turísticos de forma eficiente.

IA, sostenibilidad y personalización: el futuro del viaje ya es presente

El informe de OBS subraya que esta transformación no es solo tecnológica, sino también cultural. Los viajeros buscan experiencias más conscientes, sostenibles y centradas en el bienestar, mientras que las empresas deben adaptarse a un nuevo ciclo de vida del viaje:

  • Inspiración: El 77% recurre a redes sociales y el 65% a influencers para decidir su próximo destino.
  • Planificación: Los viajeros demandan flexibilidad, personalización y acceso a información fiable y actualizada.
  • Reserva: Aunque la digitalización avanza, el 78% sigue reservando en sitios conocidos, lo que refuerza la importancia de la fidelización.
  • Experiencia: Durante el viaje, se reactivan las fases de planificación y reserva gracias a la tecnología móvil y la IA.
  • Recuerdo y compartición: Las redes sociales alimentan un ciclo infinito de inspiración y promoción de destinos.

El turismo sostenible se consolida como una prioridad, tanto desde el punto de vista medioambiental como social. El viajero exige alojamientos responsables, transporte limpio y experiencias que respeten la autenticidad cultural de los destinos.

Además, las políticas públicas y los fondos europeos Next Generation están impulsando la digitalización y sostenibilidad del sector, con inversiones en infraestructuras inteligentes, eficiencia energética y formación digital para los profesionales turísticos.

Retos y oportunidades para directivos y empresas

Para los líderes del sector y los responsables de empresas turísticas, estos cambios representan tanto un desafío como una gran oportunidad.

Invertir en tecnología, IA y sostenibilidad ya no es opcional, sino una exigencia del mercado. Empresas como W2M, Barceló, Iberostar, Renfe o Baleària están marcando el camino, integrando soluciones que mejoran la eficiencia operativa, la experiencia del cliente y la competitividad global.

Asimismo, los directivos deben anticiparse a tendencias emergentes como:

  • El auge del teletrabajo y los nómadas digitales, que transforman la oferta de alojamiento y servicios.
  • La demanda de experiencias exclusivas y personalizadas, incluso en segmentos tradicionales como el turismo urbano o de playa.
  • La necesidad de integrar criterios ESG (sostenibilidad, impacto social y gobernanza) en todas las fases del viaje.
  • La preparación para la irrupción de tecnologías disruptivas como la computación cuántica, con aplicaciones en optimización de rutas, simulaciones complejas o eficiencia energética.
  • El desarrollo de destinos turísticos inteligentes, capaces de gestionar los flujos de visitantes en tiempo real y ofrecer experiencias personalizadas sin comprometer la sostenibilidad.

La importancia de la formación y el talento digital

En este contexto, la formación y la atracción de talento tecnológico se convierten en un factor diferencial. Las empresas turísticas necesitan profesionales especializados en IA, big data, ciberseguridad, sostenibilidad o marketing digital para liderar esta nueva etapa.

Asimismo, la colaboración público-privada y la alianza entre empresas tecnológicas, universidades y administraciones es clave para impulsar la innovación y garantizar que España siga liderando el turismo a nivel global.

España, referente mundial en turismo innovador

España se consolida no solo como un destino turístico de primer nivel, sino como un referente en la aplicación de tecnología, sostenibilidad y personalización en el sector.

Los datos hablan por sí solos: récord de turistas, gasto creciente, integración de IA, movilidad avanzada y nuevas experiencias que transforman el concepto mismo de viajar.

Para los directivos y empresas que quieran liderar esta nueva era del turismo, el camino está claro: apostar por la digitalización inteligente, la personalización de la oferta y un enfoque integral de sostenibilidad que garantice el crecimiento, la rentabilidad y la resiliencia del sector.

En definitiva, el turismo tecnológico en España no es una promesa de futuro, es una realidad que ya está marcando el presente y redefiniendo las reglas del juego.