En estos tiempos de incertidumbre financiera, el oro se reafirma como el activo refugio por excelencia. Ante la tensión geopolítica, la inflación y las variaciones en la política monetaria, su valor se mantiene sólido, oscilando entre los 2.000 y 2.200 dólares por onza, según StoneX.
El oro no solo protege a los inversores de shocks económicos, sino que también refleja una demanda estable impulsada por factores estructurales, como las compras de bancos centrales y la debilidad del dólar.
Un refugio que resiste en tiempos convulsos
Mientras los mercados financieros atraviesan una fase de incertidumbre marcada por tensiones geopolíticas, inflación persistente y ajustes en la política monetaria, el mercado del oro mantiene su rol histórico como activo refugio. Según el último análisis de StoneX, firma internacional especializada en servicios financieros y gestión de riesgos, el oro continúa mostrándose como un valor sólido para los inversores institucionales y particulares que buscan seguridad en un entorno volátil.
El oro, estable pese a los shocks económicos
A pesar del entorno macroeconómico incierto, el oro ha logrado mantener su estabilidad relativa. Desde inicios de 2025, su cotización ha oscilado entre los 2.000 y 2.200 dólares por onza, un rango considerado fuerte por los analistas de StoneX. La resiliencia del oro responde a factores estructurales que trascienden las dinámicas coyunturales de los mercados financieros.
Tal como explica Rhona O’Connell, responsable de análisis de mercados de metales en StoneX, “Estamos observando una combinación de drivers de largo plazo que refuerzan el papel del oro como activo de valor y cobertura ante la inflación y los tipos de interés reales negativos”.
Factores que sostienen la demanda
Entre los elementos que mantienen la demanda estable del oro, StoneX destaca:
- Incertidumbre geopolítica y económica: conflictos regionales, tensiones comerciales y elecciones clave en EE. UU. y Europa empujan a los inversores hacia activos refugio.
- Compras de bancos centrales: numerosos bancos centrales, especialmente de economías emergentes, están diversificando sus reservas con oro.
- Inflación y tipos reales negativos: aunque los bancos centrales han subido tipos, los rendimientos reales ajustados por inflación siguen bajos.
- Debilidad estructural del dólar: un dólar menos fuerte favorece la inversión en oro, al reducir su coste en otras divisas.
Además, una reciente sentencia aduanera generó cierta inquietud en el mercado del oro, afectando especialmente al mercado de futuros. No obstante, desde la Casa Blanca se ha anunciado que la situación será aclarada pronto, lo que ha contribuido a calmar los ánimos.
Estabilidad en la cotización y comportamiento técnico
Los precios del oro al contado se han mantenido dentro de márgenes relativamente estrechos. Después de haber caído por debajo de los 3.300 dólares a principios de agosto, el precio comenzó a recuperarse gradualmente, alcanzando los 3.406 dólares al inicio de la jornada asiática del viernes pasado. Actualmente, ha retrocedido hasta los 3.360 dólares, mientras los mercados evalúan la situación. Las tres medias móviles clave han permanecido agrupadas en un rango estrecho entre los 3.349 y 3.356 dólares, mostrando una tendencia constructiva y positiva.
Dinámica del mercado físico
En los mercados físicos, la actividad se ha mantenido mayormente tranquila, influida tanto por la incertidumbre económica global como por la época del año. En Dubái, los descuentos han despertado cierto interés por parte de compradores indios, mientras que en Oriente Medio la demanda se mantiene dispersa, reflejando una dinámica estacionalmente lenta. En el Extremo Oriente, la actividad es mixta: en algunas regiones se ha observado un retorno de chatarra al mercado, mientras que en otras se percibe un renovado interés de compra.
En India, la reciente temporada de monzones ha sido positiva, con condiciones normales que auguran una buena cosecha. Dado que aproximadamente el 60 % de la población india depende directa o indirectamente de la agricultura, y que el oro sigue siendo su principal forma de inversión, se espera un repunte en la demanda tras la cosecha en septiembre, coincidiendo con el inicio de la temporada de festivales.
India representa alrededor del 25 % del mercado mundial combinado de joyería, monedas y lingotes, una participación significativa que podría influir de forma notable en la evolución de los precios a nivel global durante el próximo trimestre.
ETFs y perspectivas complementarias
El interés en productos financieros respaldados por oro, como los ETFs, sigue siendo elevado. Según el Consejo Mundial del Oro, hasta el 31 de julio hubo una desaceleración en las creaciones netas, atribuida a una reducción en las compras más que a ventas masivas. Bloomberg estima un aumento de 13 toneladas en agosto, una cifra que, aunque preliminar, indica un interés sostenido por parte de los inversores.
En el caso de la plata, las creaciones netas de ETF en el primer semestre fueron de 1.761 toneladas, con junio representando el 56 % de esas ganancias. Esta actividad refleja también una demanda creciente por metales preciosos como cobertura.
Política monetaria y posibles escenarios
Las decisiones de la Reserva Federal y otros bancos centrales siguen influyendo sobre la cotización del oro. Sin embargo, según StoneX, su impacto se ve amortiguado por el hecho de que los mercados ya han descontado buena parte de los ciclos de subidas de tipos. La estabilización o futura bajada de los tipos podría incluso suponer un nuevo impulso para el precio del oro en los próximos meses.
“En un escenario donde los bancos centrales se vuelvan más dovish, el oro podría recuperar terreno rápidamente”, apunta O’Connell.
Perspectivas hacia final de año
Los analistas de StoneX prevén que el oro mantenga su rango actual de cotización, con un potencial alcista moderado si se cumplen ciertos factores:
- Mayor relajación monetaria por parte de la Fed.
- Incremento de tensiones geopolíticas en Oriente Medio o Asia.
- Deterioro macroeconómico en Europa o EE. UU.
En ese contexto, se proyecta un posible repunte del oro hacia los 2.300-2.400 dólares por onza antes de finalizar 2025.
Un activo estratégico para carteras diversificadas
En un entorno donde la volatilidad bursátil, la desaceleración del crecimiento y los riesgos geopolíticos son constantes, el oro sigue siendo una pieza clave en la estrategia de inversión. Su capacidad para preservar valor, actuar como seguro financiero y mantener liquidez lo convierten en un componente esencial dentro de carteras equilibradas.
Su descorrelación respecto a otros activos financieros refuerza su papel como amortiguador de riesgos en épocas de alta inestabilidad. La narrativa de burbuja no se sostiene: los fundamentos actuales del oro son sólidos y su evolución está anclada en factores estructurales de demanda y oferta limitadas.