En un contexto donde los precios de los alimentos no dejan de subir, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) juega un papel clave como acelerador de esta tendencia. En 2022, más de la mitad de la subida del IVA soportado por los hogares españoles se debió a la inflación.
Ese año, la recaudación del impuesto alcanzó cifras récord, con un aumento del 13,4%. Esto se debió tanto a un incremento neto en el consumo como a un cambio en la composición de la cesta de la compra: los alimentos sujetos a un IVA reducido o superreducido perdieron protagonismo frente a los gravados con el tipo normal.
Aunque el tipo medio del IVA se redujo ligeramente del 15,04% en 2019 al 14,87% en 2022, estas reducciones fueron insuficientes para mitigar el efecto de la subida de precios. Las rebajas del IVA solo lograron atenuar una pequeña parte del impacto fiscal causado por la inflación.
Incremento del IVA hasta el 2% a finales de 2024
Con la previsión de que la inflación se modere en el próximo trimestre, el Gobierno ha anunciado un incremento progresivo del IVA hasta alcanzar el 2% el 31 de diciembre de 2024. Paralelamente, el recargo de equivalencia, que afecta a los comerciantes minoristas autónomos, se establecerá en un 0,26% para productos como el pan común, harinas de panificación, leche, quesos, huevos, frutas, verduras y cereales en su estado natural.
Esta subida de impuestos no solo afectará a los consumidores finales, sino también a los pequeños comerciantes, quienes deberán asumir estos cambios al comprar productos para su venta sin transformarlos. Esto podría provocar un aumento en los precios finales de estos productos básicos.
Cambios en el IVA de aceites y pastas alimenticias
Entre los alimentos más afectados por las modificaciones fiscales están los aceites de semillas y las pastas alimenticias. Desde julio de 2024, estos productos están gravados con un 5% de IVA. Sin embargo, a partir de octubre de ese mismo año, este impuesto se incrementará al 7,5%, mientras que el recargo de equivalencia se situará en el 1%. Esta medida podría generar un notable aumento en el precio de estos productos.
El aceite de oliva, que inicialmente se benefició de la eliminación del IVA con una reducción de su precio del 7,13%, experimentará una evolución contraria. Aunque a partir de enero de 2025 tendrá una tasa reducida del 4%, la subida de su IVA del 0% al 2% en esta última parte de 2024 ejercerá una presión significativa al alza en su precio.
La eliminación del IVA al 0% y su efecto transitorio
La eliminación temporal del IVA para ciertos productos básicos tuvo efectos positivos para consumidores y pequeños comerciantes. Durante este periodo, se registraron descensos en los precios de alimentos como el aceite de oliva. Sin embargo, esta medida fue de carácter transitorio, y la subida progresiva del IVA prevista para 2024 amenaza con revertir esas ventajas.
Un escenario de inflación moderada, pero precios elevados
En conclusión, aunque se espera que la inflación se reduzca en el próximo trimestre, es probable que los ciudadanos no perciban una bajada real de precios debido al incremento del IVA. Las modificaciones fiscales previstas afectarán directamente a los productos de primera necesidad, lo que generará un efecto inflacionario en los precios finales que pagarán los consumidores en 2024.