Nuevamente hay que poner el énfasis en la deuda pública, conocido el último y alarmante dato: a cierre del mes de julio la cifra se sitúa en más de 1,487 billones de euros. Un dato que algo más de cuatro veces superior al que se registraba hace 20 años. Este nivel de endeudamiento ha sido objeto de estudio por parte de OBS Business School.
Jesús Reglero, director del Máster en Dirección Financiera de la escuela y socio de RS Corporate Finance, ha elaborado el informe La Deuda Pública en España; el gran “hot potato” con el objetivo de explicar la evolución de deuda pública de las últimas décadas y poder emitir una crítica al respecto.
Un dato anecdótico para empezar. Según las cuentas del experto, cada español debería poner de su bolsillo unos 27.000 para liquidar la deuda pública del país a cierre del año 2021. Actualmente, sería algo más.
La evolución de la deuda pública
En cuanto a la evolución, el crecimiento de este indicador merece solo un calificativo por parte del profesor: “inaceptable”. Entre 1997 y 2007, el endeudamiento llegó a estar al nivel del 35,08% del PIB, una cifra que fue descendiendo en el periodo hasta situarse al nivel más bajo desde 1990. Sin embargo, a partir de ese momento, la deuda no ha dejado de crecer año tras año, si bien entre 2014 y 2019 se logró reducir hasta el 98,30%.
Pero, como es sabido, llegó la pandemia y el gasto público se disparó y la deuda llegó a alcanzar una nueva cota: el 118,40% del PIB. Superada la crisis sanitaria en 2022, se ha aumentado más de un 6% a consecuencia de lograr menores ingresos. Y ahora nos encontramos en plena guerra de Ucrania y la tendencia parece que irá a más. No obstante, además de la pública, la deuda privada también ha registrado un aumento notable en estos últimos meses. “No valen excusas sobre las crisis económicas, financieras, sanitarias o bélicas que se quieran poner para tratar de buscar una justificación”, indica el experto en su informe.
La administración central
Entre los distintos agentes públicos, es la administración central la que actualmente concentra el mayor porcentaje de deuda con un 106,2 del PIB. Por su parte, a las autonomías les corresponde el 25,9% del total y casi dos de cada tres euros de deuda las tienen las comunidades más pobladas. Según los datos de 2021, Cataluña lidera esta clasificación, seguida de la Comunidad Valenciana, Andalucía y Madrid. En relación con su PIB, el documento destaca que la Región de Murcia posee una deuda que supone el 34,9% de su PIB y Castilla-La Mancha el 34,2%. Por su parte, el saldo de deuda de la Seguridad Social se sitúa en un 8,10% del PIB debido a los préstamos concedidos por el Estado para financiar una parte significativa de su desequilibrio presupuestario causado por el COVID.
Los mayores crecimientos de la deuda pública se observan en la administración central, ya que las comunidades mantienen su mismo nivel y en los ayuntamientos apenas han repuntado sus datos.
Por entidades u organismos, se cita que el endeudamiento de la seguridad social se encuentra en máximos históricos por todos los préstamos concedidos para financiar los desequilibrios presupuestarios motivados por la gestión de la Covid-19. El profesor de OBS asegura que en el futuro seguirá esta dinámica porque la recuperación económica iniciada se frenará por la alta inflación o los precios de la energía. Es por ello que la inversión pública seguirá siendo tanto urgente como necesaria.
Cómo y quién nos financia
Evidentemente, la deuda está en los mercados. Gran parte de la misma se liquidará gracias a la nueva financiación que aportarán los tipos de interés, subidos recientemente por el Banco Central Europeo y otros bancos centrales en el mundo. En cuanto a los tenedores de la deuda, el informe señala que son principalmente agentes extranjeros. Hasta el 46,99% de los intereses que pagamos sale de nuestro país mientras que solo un 23,16% va al Banco de España y un 16.18% a entidades de crédito de aquí, lo que tendrá como consecuencia un mayor empobrecimiento, según afirma el profesor Reglero.
En cuanto a la prima de riesgo, ésta se se situaba a finales de julio de 2022 en los 117 puntos, acercándose a números alcanzados en marzo de 2020 durante el principio de la pandemia. Este ascenso se ha producido como consecuencia del alza que registra el bono español a diez años (el de referencia), cuya rentabilidad ha alcanzado nuevos máximos desde hace ocho años. El anuncio del Banco Central Europeo (BCE) del fin de su programa de compra de deuda pública y privada ha sido decisivo.
“No existe justificación para la deuda actual, ni siquiera que los fondos van a ser destinados a proyectos más sostenibles y que tengan mayor aceptación por parte de la población del país; estamos hipotecando nuestro futuro y, aunque no veamos ahora las consecuencias, tarde o temprano llegarán”.
