Por Albert Guivernau – profesor de OBS Business School
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Hoy el INE ha dado a conocer las cifras de ejecuciones hipotecarias. Los datos no son buenos: hemos pasado de 5.000 ejecuciones en 2019 a 7.000 en 2020. Veníamos de un pico en 2014 con 35.000 ejecuciones hipotecarias que se había ido reduciendo año a año hasta llegar a las cifras de 2019.
Razones para el aumento de las ejecuciones hipotecarias
Ahora presenciamos un cambio de tendencia que sin duda va a ir en aumento por varias razones:
1. Porque el proceso de ejecución hipotecaria no es sencillo ni rápido, y se puede demorar incluso uno o dos años.
2. Porque estamos afrontando una crisis económica como nunca habíamos visto. Hay que tener en cuenta que tenemos a 900.000 personas que están en ERTE y que podrían llegar a sufrir un ERE. Son 150.000 personas más que hace un mes.
Hemos escuchado al Eurogrupo hablar del final de los incentivos fiscales y las ayudas al empleo a partir del verano. A partir de entonces se esperan unas cifras de paro mucho mayores. Y las cifras de ejecuciones hipotecarias guardan una enorme correlación con lo que sucede a nivel de empleo. Las mayores cifras de paro fueron en 2013 y el pico de las ejecuciones hipotecarias se produjo en 2014.
3. Y estas cifras también se ven influidas por la bajada del PIB español. La caída de la demanda de los hogares españoles arrastra los beneficios empresariales y provoca su incapacidad para contratar, para generar empleo.
Estas empresas no pueden hacer frente a sus deudas, devolver los préstamos pedidos para hacer frente a la crisis, los préstamos ICO, y todas estas deudas pueden acabar lastrando al sector financiero y haciendo que lo que fue una crisis de oferta se convirtiese en una crisis de demanda, para finalmente terminar siendo crisis financiera.
