El informe “Motivaciones y expectativas sobre el mercado laboral de las personas con discapacidad”, elaborado por Fundación Randstad y Randstad Research, destaca la necesidad urgente de abordar la situación del desempleo en este colectivo.
A pesar de que un 46% de las personas con discapacidad mantiene una actitud optimista, el 54% percibe escasas oportunidades laborales, expuestas a barreras como la falta de formación y prejuicios.
Una realidad preocupante que exige acción empresarial y social
El mercado laboral en España sigue siendo un entorno hostil para muchos colectivos, y especialmente para las personas con discapacidad. El reciente informe “Motivaciones y expectativas sobre el mercado laboral de las personas con discapacidad”, elaborado por Fundación Randstad y Randstad Research, pone cifras a una situación que requiere atención urgente: el 54% de las personas con discapacidad desempleadas considera que sus posibilidades de encontrar empleo son bajas o muy bajas.
Esta percepción se convierte en una barrera adicional que, sumada a otras como la formación insuficiente, los prejuicios sociales y los filtros restrictivos en procesos de selección, refuerza el círculo vicioso del desempleo en este colectivo. El informe representa una llamada de atención tanto para las administraciones como para las empresas comprometidas con la diversidad y la inclusión real.
Expectativas divididas: entre la esperanza y el escepticismo
Los datos revelan una división clara en la percepción de los desempleados con discapacidad. Mientras un 46% mantiene una actitud optimista, basada en contar con una discapacidad no limitante (56%), experiencia laboral (47%) y formación adecuada (47%), la mayoría (54%) cree que tiene pocas oportunidades reales de incorporarse al mercado laboral.
Entre los motivos que sustentan esa percepción negativa destacan:
- Falta de oportunidades para mayores de 45 años (34%).
- Discapacidad considerada un freno directo (32%).
- Ausencia de formación o habilidades demandadas (26%).
Un dato alarmante es que incluso entre quienes acuden a entidades de apoyo a la inserción laboral, el 40% sigue considerando muy limitada su posibilidad de encontrar trabajo.
La formación: una barrera estructural crítica
El 65% de las personas con discapacidad desempleadas tiene un nivel educativo medio o inferior, mientras que solo un 19% ha alcanzado estudios universitarios. Esta brecha formativa se traduce directamente en dificultades de empleabilidad, ya que muchos perfiles quedan desalineados con las demandas del mercado actual.
La directora de Acción Social de Fundación Randstad, Silvia Galán, insiste en la importancia de eliminar prejuicios y mejorar el acceso a la formación: “Es fundamental seguir trabajando en la accesibilidad y en la eliminación de prejuicios para garantizar una verdadera igualdad de oportunidades”.
Desde la Fundación, se apuesta por un enfoque de recualificación profesional, mediante programas adaptados que preparen a las personas con discapacidad para empleos del futuro y sectores en expansión, como el digital, la atención personalizada o los servicios remotos.
Discriminación y procesos de selección excluyentes
El informe también revela el peso de factores discriminatorios:
- 71% denuncia prejuicios por edad, género o discapacidad.
- 69% considera que los procesos de selección aplican filtros excesivos.
- Solo el 39% ha recibido adaptaciones razonables durante entrevistas o procesos de selección.
Estas cifras muestran que la teoría de la inclusión aún no se ha materializado de forma efectiva en las prácticas de contratación. Según Galán, “tenemos que replantearnos qué cualidades deberían primar al evaluar a un candidato: si su potencial y compromiso, o la simple pertenencia a un perfil estándar”.
Oportunidades laborales y condiciones de empleo
El entorno laboral sigue siendo percibido como poco propicio para el crecimiento profesional por gran parte de este colectivo:
- Solo el 39% vio oportunidades de progresar dentro de su empresa.
- Menos del 50% valora positivamente la accesibilidad a la formación interna.
- 41% considera que su salario no permitía mantener un nivel de vida digno.
- 45% duda de la estabilidad de su empleo.
Esta combinación de falta de promoción, formación limitada y sueldos bajos genera un caldo de cultivo para la desmotivación, el abandono temprano o la rotación laboral.
Empresas y compromiso: un reto pendiente
Aunque muchas compañías han avanzado en sus políticas de diversidad, la realidad es que el compromiso con la inclusión de personas con discapacidad sigue siendo bajo en términos prácticos. El informe indica que, en gran parte de los procesos de selección, no se aplican criterios de accesibilidad ni se contemplan las adaptaciones necesarias.
La falta de una cultura corporativa inclusiva se traduce en:
- Baja representación de personas con discapacidad en puestos técnicos o directivos.
- Inexistencia de itinerarios de carrera adaptados.
- Escasa formación interna sobre diversidad para equipos de selección.
HUB Fundación Randstad: tecnología e inclusión como aliados
En 2023 se inauguró el HUB Fundación Randstad, un espacio 100% accesible y pionero en España, diseñado para fomentar el empleo de personas con discapacidad desde la tecnología y la formación. Con una previsión de 16.000 visitantes anuales, el HUB ofrece:
- Espacios formativos accesibles a nivel físico, sensorial y cognitivo.
- Programas de sensibilización dirigidos a empresas y sociedad.
- Plataformas de colaboración entre organizaciones y candidatos.
Este tipo de iniciativas representan un modelo a replicar en otras regiones, para democratizar el acceso al empleo y poner la tecnología al servicio de la inclusión.
El camino hacia una empleabilidad real
Desde sus inicios, la Fundación Randstad ha trabajado con más de 44.000 personas, ha formado a más de 15.000 y ha facilitado más de 15.700 contrataciones. Estas cifras, aunque esperanzadoras, siguen siendo insuficientes frente al alto nivel de desempleo que afecta al colectivo.
La solución pasa por una estrategia combinada que incluya:
- Educación inclusiva y programas de recualificación.
- Reformas normativas que favorezcan procesos de selección más justos.
- Incentivos fiscales y sociales para empresas que incorporen perfiles con discapacidad.
- Compromiso real de los liderazgos empresariales para generar entornos inclusivos.
Claves para la acción empresarial en 2025
De cara al futuro inmediato, las empresas deben abordar la inclusión como parte de su estrategia de negocio, no como una acción de responsabilidad social aïslada. Algunas recomendaciones para 2025 incluyen:
- Auditorías internas de accesibilidad y procesos de selección.
- Creación de comités de diversidad con participación de personas con discapacidad.
- Incorporación de KPI’s de inclusión en los cuadros de mando.
- Alianzas con fundaciones especializadas y formación de talento adaptado.
- Divulgación de buenas prácticas para inspirar a otros sectores.
Transformar percepciones, abrir oportunidades
El informe de Fundación Randstad no solo expone datos: lanza un reto colectivo. Si queremos una economía inclusiva y competitiva, necesitamos romper la barrera de las percepciones negativas que hoy limitan el acceso al empleo de las personas con discapacidad.
Invertir en inclusión no es solo una cuestión ética. Es también una decisión estratégica para acceder a talento diverso, aumentar la innovación y reflejar los valores de una sociedad moderna y justa.
El informe de Fundación Randstad revela la urgente necesidad de transformar el entorno laboral para las personas con discapacidad en España.
A pesar de las iniciativas actuales, la falta de formación, los prejuicios y los procesos de selección excluyentes perpetúan el desempleo en este colectivo.
Solo a través de un compromiso real por parte de empresas y administraciones, así como la implementación de políticas inclusivas efectivas, se podrá garantizar igualdad de oportunidades y un acceso equitativo al empleo.