El área de Recursos Humanos está viviendo una transformación sin precedentes. Más allá de la digitalización o el teletrabajo, el gran reto de las organizaciones para 2025 será atraer, fidelizar y desarrollar talento en un contexto marcado por el envejecimiento poblacional, la escasez de perfiles cualificados y las nuevas expectativas de los profesionales.
Así lo revela el informe “Retos y Tendencias en RRHH 2025” de Pluxee, que analiza las prioridades de las empresas en España de cara a los próximos años. Según sus conclusiones, los departamentos de RRHH se enfrentan a un triple desafío: impulsar la fidelización, fomentar la cultura corporativa y mejorar la retribución emocional.
Las empresas ya no compiten solo por clientes, también por personas
El salario emocional como ventaja competitiva
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio es el papel creciente del salario emocional. En un entorno donde el talento puede cambiar de empresa con facilidad, las condiciones económicas ya no son suficientes para garantizar la permanencia.
Flexibilidad horaria, teletrabajo, beneficios personalizados, planes de desarrollo profesional o reconocimiento son elementos clave para crear vínculos sostenibles entre empresa y trabajador. De hecho, el 80% de los departamentos de RRHH consideran que mejorar el salario emocional es prioritario para fidelizar a su plantilla.
El reto no es solo ofrecer más, sino diseñar experiencias laborales personalizadas, basadas en las necesidades reales de cada profesional.
Compensación más allá del salario
Pluxee señala que el 50% de las empresas ya han implementado políticas de retribución flexible, con beneficios como cheques de comida, transporte, guardería o formación. Esta tendencia no solo responde a demandas de los empleados, sino también a criterios de eficiencia fiscal y competitividad.
El empleado busca personalización, y las empresas que logran adaptar su propuesta de valor al estilo de vida de su equipo consiguen aumentar la retención y el compromiso.
La cultura corporativa: más que un eslogan
Otro pilar clave es el fortalecimiento de la cultura corporativa, un intangible que influye directamente en el clima laboral, la atracción de talento y la productividad.
Para el 66% de los profesionales de RRHH, reforzar la cultura interna es uno de los objetivos principales para 2025. Esto implica alinear valores, comunicar con transparencia y promover entornos inclusivos donde todas las voces sean escuchadas.
La cultura ya no se transmite solo desde arriba: se construye en red, se experimenta en el día a día y se convierte en un factor decisivo para elegir (o abandonar) un lugar de trabajo.
Tecnología y humanización, dos caras de la misma moneda
Aunque la transformación digital continúa, las empresas son cada vez más conscientes de que la tecnología debe estar al servicio de las personas. Automatizar procesos no puede implicar deshumanizar la experiencia laboral.
Las soluciones digitales de RRHH (onboarding automatizado, plataformas de beneficios, apps de comunicación interna…) deben integrarse de forma que refuercen el bienestar, faciliten la gestión y mejoren la experiencia del empleado.
El equilibrio entre eficiencia tecnológica y cercanía humana será una de las claves diferenciales en el employer branding de los próximos años.
El talento sénior y la diversidad intergeneracional
El informe también destaca un punto crítico: la necesidad de activar el talento sénior en un contexto de envejecimiento poblacional. España se enfrenta a una jubilación masiva en la próxima década, lo que obligará a repensar los modelos de carrera y de contratación.
Integrar a personas mayores de 50 años, fomentar equipos intergeneracionales y eliminar el edadismo no solo es justo, sino estratégico. Las empresas que abracen la diversidad generacional podrán mantener el conocimiento acumulado y acelerar el desarrollo de sus equipos más jóvenes.
Liderazgo transformador: la nueva prioridad
La fidelización también pasa por el tipo de liderazgo. Ya no basta con gestionar tareas: los líderes deben inspirar, escuchar, formar y generar confianza. El líder coach gana peso frente al directivo tradicional, con foco en el crecimiento del equipo más que en el control.
La formación en habilidades blandas, como la empatía, la comunicación o la inteligencia emocional, se convierte en imprescindible. El informe de Pluxee apunta que el 63% de las empresas prevén invertir en liderazgo humano como palanca de fidelización.
Bienestar y salud mental, ejes del compromiso
La salud mental ha dejado de ser un tema tabú para convertirse en una prioridad estratégica. Empresas que promueven el bienestar emocional, el equilibrio vida-trabajo y políticas de prevención del estrés obtienen mejores resultados de negocio.
El informe destaca que 7 de cada 10 empresas reconocen que el bienestar de sus empleados es directamente proporcional a su productividad y fidelidad. Por ello, aumentan las iniciativas de apoyo psicológico, programas de mindfulness, desconexión digital y entornos de trabajo saludables.
Formación continua: clave para retener talento
En un entorno cambiante, la formación continua no solo mejora la empleabilidad, sino que es una herramienta de retención. Los empleados valoran aquellas organizaciones que invierten en su desarrollo, les ofrecen nuevas oportunidades y promueven el crecimiento interno.
Pluxee señala que la capacitación será un elemento diferenciador en la propuesta de valor al empleado. Apostar por el upskilling y reskilling interno puede reducir la rotación, mejorar el clima y garantizar la sostenibilidad del talento.
El nuevo contrato emocional empresa-empleado
Las empresas que aspiren a liderar en 2025 deberán redefinir su relación con las personas. No se trata solo de atraer CVs, sino de construir un entorno humano, flexible y con propósito, donde el talento quiera quedarse.
El informe de Pluxee es claro: el salario económico ya no es suficiente. La fidelización pasa por una propuesta integral que combine:
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Retribución emocional personalizada.
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Cultura inclusiva y auténtica.
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Liderazgo empático y transformador.
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Tecnología al servicio del bienestar.
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Formación como valor estratégico.