Top 7 consideraciones que un ejecutivo debe tener para llevar una asesoría o gestoría

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Quienes llevan adelante una asesoría o gestoría tienen una doble presión. Por un lado, aquella presión común que todos los negocios tienen de subsistir y seguir adelante.

Por otro lado, al dedicarse a asesorar y asistir a otras empresas, su imagen siempre debe infundir seguridad. Nadie confiaría su empresa a una asesoría o gestoría que no es capaz de mantenerse a sí misma. Esto daría una mala imagen y crearía desconfianza.

Aunque los clientes sean importantes, nunca debemos descuidar nuestro propio negocio. Primero, porque es nuestra fuente de trabajo pero también porque es nuestra carta de presentación y no puede generar incertidumbre.

En este artículo hemos seleccionado 7 puntos relevantes a tener en cuenta para aquellos ejecutivos que estén a cargo de asesorías o gestorías. Si te interesa que tu negocio funcione correctamente, te recomendamos seguir leyendo.

Top 7 consideraciones que un ejecutivo debe tener para llevar una asesoría o gestoría

Consejos para ejecutivos a cargo de una asesorías o gestoría

1.   Conocimiento y formación en la materia

Evidentemente montar una asesoría no es lo mismo que montar una frutería, son necesarias algunas condiciones previas. Como primera condición, es necesario tener un título de asesor.

Se trata de un trabajo que implica cierto conocimiento previo y una experiencia en el sector en el que nos moveremos.

Ya sea en el caso de la asesoría ―que se encarga de asesorar a otras empresas ― como la gestoría ―que gestiona sus trámites fiscales ―, son dos actividades que no pueden realizarse sin tener experiencia. No podemos pretender ayudar y asistir a otras empresas si no sabemos cómo hacerlo.

Sin embargo, la formación no termina con la obtención del título. El trabajo de un asesor también implica estar al día de las noticias y novedades. Los clientes acudirán a nosotros justamente para consultarnos sobre las nuevas medidas o condiciones que se impongan.

Debemos poder ofrecerles nuestro mejor consejo siempre, aunque se trate de un tema reciente. Los clientes depositarán su confianza en nosotros como expertos en la materia y debemos poder darles una respuesta completa. útil y, dentro de lo posible, en el momento.

Como dijimos antes, no podemos dar sensación de desconfianza, por eso debemos siempre poder dar una respuesta a las dudas de nuestros clientes, y para eso es necesario formarse continuamente.

empresaria

2.   Tipo de empresa y servicio

Otro problema general de los negocios, es que no se tiene claro desde el principio lo que se quiere abordar. Esto también sucede con las asesorías. Se intenta no cerrar puertas y abarcar todas las opciones posibles y a menudo se termina dando un servicio de mala calidad.

Como primer punto, debemos decidir si ofreceremos nuestros servicios como autónomos o como sociedad.

En el primer caso, la gestión es más sencilla y económica, ya que podemos darnos de alta con nuestro DNI y no pagar ninguna cuota adicional. Este tipo de sociedad facilita la fidelización, ya que da sensación de cercanía e intimidad, pero nos aleja de los grandes clientes.

El segundo requiere constituir la sociedad, que puede llegar a costar hasta 400 euros. Sin embargo, la imágen es de una gran empresa, con una estructura suficiente para respaldar cualquier volumen de trabajo.

Dependiendo de nuestra experiencia y expectativas, podemos elegir entre uno u otro. También la manera en la que se haya trabajado previamente y la cartera de clientes de la que se dispone puede influir.

Si nuestros clientes confían en nuestra persona, seguramente no tengan problemas con ninguno de los dos tipos. Sin embargo, hay que también tener en consideración los clientes potenciales , que son quienes mayormente se interesarán en este aspecto.

3.   Diferenciación

A pesar de todo lo que hemos mencionado hasta ahora, montar una asesoría o gestoría no es excesivamente difícil. Se trata de un negocio que a priori puede ser rentable ya que es un servicio con mucha demanda y que apenas necesita inversión.

Esto ha generado un mercado saturado, de gestorías de todo tipo entre las que tendremos que hacernos un hueco por el bien del negocio.

La diferenciación es una buena manera de hacerlo. En vez de centrarnos en lo general y abarcarlo todo, podemos encontrar nuestra especialidad y apuntar a un nicho específico.

Existen muchos tipos de asesorías distintas:

  • Asesoría fiscal: se encarga de la gestión de trámites fiscales y con la Hacienda Pública
  • Asesoría laboral: se encarga del cumplimiento de las normativas en materia laboral
  • Asesoría contable: se encarga del buen funcionamiento y progreso de la economía de la empresa
  • Asesoría jurídica: se centra en el cumplimiento de las leyes vigentes, abarcando un espectro mayor respecto a la laboral
  • Asesoría administrativa: se encarga de gestiones administrativas generales como licencias de apertura o trámites locales
  • Asesoría online: no es un tipo de asesoría que se centre en una temática específica, pero tiene la particular de funcionar 100% de manera online

En base a tu especialidad, tu formación o la temática en que te sientas más cómodo, puedes decantarte por un tipo específico.

plan de marketing

4.   Tecnología y softwares disponibles

Siguiendo la línea de los dos puntos anteriores, hemos mencionado la necesidad de siempre estar al día y de diferenciarnos de la competencia. De esta manera podremos ofrecer un buen servicio a los clientes, a la vez que nos ayuda a no hundirnos en el mercado.

Una buena manera de realizar estas dos prácticas es a través del uso de software para asesorías y tecnología disponibles en el mercado. De esta manera, podemos agilizar nuestras gestiones, beneficiando tanto a los clientes como a nosotros mismos.

El uso de un ERP para unificar y gestionar los distintos aspectos del negocio puede ser un buen punto de partida.

Utilizar un CRM para poder tener bajo control, accesible y ordenada toda la información de nuestros clientes también es aconsejable. De esta manera podemos rápidamente encontrar los datos necesarios y, por un lado, brindar una atención al cliente eficaz; por otro, poder recopilar información sobre nuestro cliente habitual para futuras estrategias de marketing.

Hay muchas asesorías y gestorías en el mercado que aún son reacias al uso de herramientas digitales. De modo que puede convertirse en una muy buena manera de diferenciarnos y destacar por encima de la competencia.

5.   Plan de marketing

Independientemente de todo lo que hemos mencionado hasta ahora, aunque nuestra gestoría funcione de la mejor manera posible y ofrezca el mejor servicio en el mercado, si los clientes no lo saben, no sirve de nada.

Una asesoría o gestoría no es nada sin su clientela. Y lo decimos literalmente. Los clientes son necesarios para el funcionamiento del negocio.

Por eso, es necesario idear un plan de marketing que nos permita alcanzar el mayor número de audiencia posible. Sin embargo, no todo el público nos vale. Necesitamos apuntar a personas que puedan estar interesadas en el servicio.

Existen dos herramientas que, sí combinadas, pueden ayudarnos a llegar a nuestro público ideal.

Primero, el CRM mencionado previamente. Allí se almacena la información de todos nuestros clientes y podemos analizarlas para encontrar patrones comunes que forman nuestro buyer persona.

Por otro lado, los servicios de publicidad online. Nos permiten filtrar perfiles hasta puntos muy específicos que, basándonos en los datos del CRM, nos permitirán llegar a la audiencia adecuada.

atención al cliente

6.   Atención al cliente

Una vez que hemos captado a los clientes, es necesario conseguir que sigan confiando en nosotros. La atención al cliente es clave en este sentido.

Si la calidad del servicio es óptima, pero la atención y las interacciones con los clientes son pobres, es muy probable que los clientes terminen decantándose por otra asesoría.

Hay que entender que los clientes depositan toda su confianza en nosotros. Es normal que tengan dudas y que no conozcan del todo la temática en la que trabajamos.

Hay que ponerse en su lugar y ser comprensivo, tener paciencia y darles siempre toda la atención que se merecen. Aunque parezca que es trabajo extra o que nos hace perder el tiempo, a la larga conseguirá afianzar a nuestros clientes.

Una atención al cliente cuidada, pero eficaz, es la mejor manera de fidelizar a los clientes y asegurarnos que seguirán contando con nuestros servicios durante muchos años.

Además, un cliente satisfecho no dudará en recomendarnos a otros colegas. De esta manera tenemos publicidad de calidad y gratuita que puede suponer un aumento en los clientes y en los ingresos. A la vez que aumenta el prestigio de nuestra marca.

7.   Feedback

Siempre es importante pararse a escuchar las opiniones de los demás. Ya sea de los clientes, del resto del equipo o de colegas de profesión.

Son sus consejos y su punto de vista objetivo el que nos permitirá encontrar fallos, errores o aspectos que se pueden mejorar.

Además, en el caso de los clientes, ayuda a que se sientan valorados y que su opinión importa.

Siempre hay aspectos o tareas que se pueden mejorar, o se pueden llevar a cabo de manera más eficiente. El feedback externo es el que nos permitirá encontrar estos errores. Sin embargo, de nosotros depende saber cómo solventarlo o encontrar la manera de hacerlo mejor.


 

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