Beatriz Bayo, directora de RSC de MANGO comenta la estrategia de su compañía al respecto y destaca que el textil es de los más veteranos en estas políticas.
Se dice en todos los foros que la RSC es clave en la generación de valor en las empresas. ¿De qué manera se traduce directamente en los balances económicos? ¿Nos puede poner un ejemplo concreto?
Buscar traducción directa en el balance económico en nuestro caso es complicado pero está claro que para aportar valor sostenible a la empresa se han de incluir criterios de RSC dentro del plan estratégico y fomentarlos en todos los ámbitos, tanto internos como externos.
La RSC es clave para hacer que la empresa resulte más motivadora a los propios empleados por ejemplo, más atractiva para el consumidor, más ecoeficiente en su actividad, etc.
Con nuestras acciones hemos de ser capaces de generar confianza sobre la marca y el producto y estos factores inciden indudablemente en la estabilidad financiera de la empresa.
Por otro lado, permite una mayor capacidad de percibir los riesgos de la irresponsabilidad que eso sí puede tener repercusiones negativas en los balances.
La RSC es un gran contenedor de aspectos empresariales, sin embargo es común asociarla más a temas de acción social y medio ambiente. ¿No convendría redefinir o acotar aún más la incidencia de la RSC para que todos tengan claro este concepto?
Estoy de acuerdo con que puede existir cierta confusión en el concepto porque tiende a aglutinar varios aspectos y si a esto le sumamos que cada sector la desarrolla de una forma diferente y que cada empresa le da un enfoque distinto, entonces aún se complica más. Todos los planteamientos pueden ser válidos.
Lo fundamental es no perder el verdadero sentido de la RSC independientemente del tipo de negocio o de sector: identificar bien los grupos de interés que pueden estar implicados de alguna manera por la actividad de la empresa y crear líneas de acción que creen valor y reflejen compromiso e implicación con la sociedad.
MANGO: «ser responsables»
En MANGO tenemos claro qué implica ser responsables: dar respuesta a las expectativas y demandas de nuestros grupos de interés, a través de un diálogo fluido y transparente, ha sido siempre nuestra política y seguimos trabajando en esta línea.
También se tiende a ligar la RSC a la empresa privada, dejando al margen la cuestión pública. ¿Se fomenta activamente desde la administración una postura clara sobre la RSC? ¿Hay colaboración entre el ámbito privado y el público?
Nuestra experiencia siempre ha sido positiva desde el punto de vista de la colaboración con entidades públicas. Tanto a nivel local como en el ámbito nacional surgen cada vez más iniciativas sobretodo en aspectos de sostenibilidad ambiental, reciclaje, hábitos de consumo, etc que creemos que son muy enriquecedores para todas las partes.
También destacaría la colaboración con universidades públicas, además de privadas, lo cual contribuye a fomentar los valores de la RSC y que se adopte como algo intrínseco para el desarrollo de las actividades profesionales en el futuro, independientemente de que sean dentro del ámbito privado o público.
En un mundo tan globalizado gracias a las nuevas tecnologías, que han eliminado tantas barreras, ¿cuál es el gran reto que tiene por delante la RSC?
Si en algo han contribuido las nuevas tecnologías es especialmente a la rapidez en el acceso a la información lo cual sin duda promueve la creación delíneas de actuación transparentes, fluidas, libres corrupción. Por otro lado, tiene la gran ventaja de que facilita el acceso a los grupos de interés fomentado así la interactuación con todos ellos.
El gran reto que aquí se perfila es estar a la altura de sus expectativas a través del diálogo generando impacto positivo en todos los ámbitos de nuestra actividad. Y por último, otro gran reto es la comunicación: ha de ser auténtica, fiel a los valores de la empresa, es decir, que se corresponda realmente con el comportamiento ético que proclama.
Pese a que las actividades referentes a la RSC estén muy extendidas en muchos sectores de actividad, ¿cuáles de ellos necesitan dar un paso adelante para su impulso definitivo?
Resultaría probablemente injusto que hablara de sectores que desconozco, lo que sí puedo afirmar es que hay una conciencia generalizada de la necesidad de hacer las cosas de otra manera a como se hacía hace ya más de una década, de aplicar criterios éticos y de sostenibilidad en su actividad comercial.
Independientemente de la magnitud o solvencia de las empresas, todas han de avanzar en este sentido, tampoco es únicamente un tema de empresas grandes o privadas. Los clientes y la sociedad en general sí que juzgan, siempre juzgamos, y hay que estar a la altura.
Rompiendo una lanza en favor del sector textil, he de decir que considero que es de los más veteranos en la aplicación de políticas responsables en su modelo de negocio y por ellos de los más avanzados.
