Quirónsalud instalará la primera unidad de protonterapia de España para el tratamiento del cáncer

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Se trata de un prometedor tratamiento que consiste en el uso de protones para radiar a los tumores de forma mucho más precisa y con menor invasión al resto de tejidos que la actual radioterapia.

Todos los pormenores de esta técnica y la complejidad que implica la misma nos los cuenta el director del Oncohealth Insistute del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz – Grupo Quirónsalud, el doctor Jesús García-Foncillas.

Doctor, vamos a hablar de un tema novedoso para el tratamiento del cáncer como es la protonterapia. ¿Qué es, en qué consiste y qué beneficios aporta a los pacientes con cáncer?


La protonterapia es una técnica de radiación basada en el uso de protones en lugar de electrones y que permite aumentar de forma muy significativa la dosis que llega al volumen diana, en este caso al tumor, minimizando mucho la radiación que reciben todos los tejidos que hay alrededor del tumor.

Con ello podremos plantear tratamientos en zonas que son muy delicadas por el contexto y escenario que se encuentra el tumor.

Eso ha permitido el desarrollo de manera muy eficiente de tratamientos en algunas localizaciones donde la eficacia hasta ahora era mucho más limitada por el daño que se originaba al tejido circundante.

¿Pará qué tumores está indicado este tratamiento? ¿Cuál es la experiencia previa e internacional al respecto?


Una indicación clara es en todos los tumores pediátricos, porque necesitamos incidir con la máxima dosis y eficacia en la parte del tumor y minimizar el daño a tejidos que se encuentran aún en crecimiento.

Una segunda indicación muy clara son localizaciones donde hay una situación de tejidos que rodean al tumor muy delicada como en el cerebro o tumores que afectan a la médula espinal.

De esta manera evitamos dañar órganos tan críticos como esos.

Por otra parte, a raíz de las buenas experiencias que ha habido con estos tumores, lo que se está haciendo en centros a nivel mundial que han empezado a trabajar con la protonterapia es ir poco a poco evaluando el beneficio que este tipo de tratamiento puede ir aportando en otros lugares.

En este sentido, se ha visto que tratar tumores en localizaciones complicadas abre nuevos caminos en este tipo de tratamiento.

Una indicación muy clara de la protonterapia es en todos los tumores pediátricos. Se ha visto que tratar tumores en localizaciones complicadas abre nuevos caminos en este tipo de tratamientos

¿Qué exige a nivel de implantación tecnológica este tratamiento?


Al tener que acelerar partículas que son de características físicas distintas de lo que es el electrón, hace falta una instalación capaz de generar este tipo de energía.

Esto implica, desde el punto de vista de espacio de la infraestructura, unas instalaciones que desde luego son mucho más complejas y costosas, que requieren personal dedicado y entrenado para activar ese tipo de equipamientos y poder sacarles el máximo jugo.

Dr. Jesús García-Foncillas, director del Oncohealth Institute, Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Grupo Quirónsalud).

Con todo lo que nos ha explicado hasta ahora, ¿prevé la llegada de nueva maquinaria a los hospitales próximamente?


Los hospitales que quieran entrar en protonterapia tienen que ser centros con una consolidada experiencia previa en el tratamiento del cáncer, con un recorrido importante en técnicas de radioterapia porque este es un paso más que tiene que construirse sobre ese conocimiento.

Por lo que implica, además de los costes, las necesidades de equipamiento y el entrenamiento que requiere, son técnicas que han de ir de la mano de equipos con mucha experiencia.

También es cierto que las indicaciones que, por el momento, más eficacia se ha demostrado, posiblemente no haga falta poner en marcha una instalación de estas características en cada hospital, sino que puede ponerse uno de estos equipos que pueda dar servicio a un área geográfica amplia de cara a beneficiar a pacientes con tumores en los que sí se pueda sacar ese jugo.

El primer problema para avanzar en el desarrollo de estas técnicas radica en el aspecto económico. El segundo radicaría en el espacio que se necesita y el tercero en la necesidad de especialistas de distintas disciplinas

Se dice que la propia industria ya está trabajando para recudir el tamaño de los equipos. ¿Es un hándicap que supone un trabajo conjunto de varios sectores?


Sí, porque la instalación que hace falta para la protonterapia supone luchar contra una de las grandes barreras como es la falta de espacio.

Poder dedicar grandes amplitudes de superficie, con infraestructuras que tienen que ser auténticos búnkeres para poder dar cabida a estas nuevas tecnologías no es algo que sea factible en muchos espacios.

A todo ello se une el coste que tiene la instalación de este equipamiento y la formación que se necesita para los equipos de profesionales.

Solo así lograremos espacios más versátiles y reduciremos complejidades, tiempos y otros aspectos que mejorarán el uso de este espacio.

Dr. Jesús García Foncillas trabajando con protonterapia

Al mismo tiempo, oncólogos, radiólogos e incluso físicos deben fomentar espacios de colaboración para avanzar en este proceso en España. ¿Se está potenciando eficazmente esta técnica?


Yo creo que el primer problema para avanzar en el desarrollo de estas técnicas radica en el aspecto económico.

El segundo radicaría en el espacio y el tercero es la necesidad de especialistas de distintas disciplinas unidas para poder sacar el máximo provecho.

Eso implica desde la parte física, un gran conocimiento de la física nuclear; desde el punto de vista de la radioterapia, conocer cuáles son las ventajas e inconvenientes y las limitaciones de los tratamientos hasta ahora disponibles (incluso con tecnologías altamente especializadas); y desde el punto de vista médico, conocer que las indicaciones que tienen más eficacia las circunscribamos al contexto de que el paciente sea el óptimo para sacar el máximo provecho al tratamiento.

Con lo cual, cuando uno contempla todas estas facetas, no cabe otra que fomentar un ámbito de colaboración.

Sobre este último punto, en nuestro país hemos aprendido y nos hemos incorporado a una cultura de la colaboración que hace posible que desde la vertiente del capital humano tengamos las mejores opciones posibles.

Contamos con excelentes especialistas que vienen formados de técnicas de radioterapia y su traslación a estos nuevos abordajes será una solución de continuidad para tratar los casos complejos con más garantías

¿Se entienden bien dos maneras de pensar tan distintas como un médico o un físico?


Aunque parezca lo contrario y sean dos posturas distintas a la hora de abordar un problema, sí que es verdad que convergen. Desde la parte física, los físicos saben buscar soluciones a lo que es el requerimiento de la cuestión que está planteando el clínico.

La protonterapia o la radioterapia tienen la capacidad para haber dado la oportunidad de que especialidades y áreas de conocimiento tan distintas aparentemente, encuentren puntos de conexión.

El primer centro de terapia de protones en España lo está desarrollando Quirónsalud, requiriendo una inversión de alrededor de 40 millones de euros. ¿Cuáles son las partidas más importantes de este presupuesto?


Son dos, por un lado equipamiento y, por otro, la adecuación de espacios. Necesitamos asegurar que tenemos la estructura correcta para generar los flujos de trabajo que necesita la instalación.

Desde el punto de vista del capital humano, es muy importante marcar que contamos con excelentes especialistas que vienen formados de técnicas de radioterapia y su traslación a estos nuevos abordajes terapéuticos será como una solución de continuidad para poder tratar los casos complejos con más garantías.

 

La apertura de este centro era una de peticiones de la SEOR en nuestro país. ¿Todos los expertos están remando en la misma dirección o hay división de opiniones sobre los posibles beneficios del tratamiento con protones?


Yo creo que hay una serie de indicaciones que tienen más recorrido y, por tanto, están más establecidas. Hay otras indicaciones que están en construcción, comparándose con resultados obtenidos con aproximaciones terapéuticas más estándares y hay otras indicaciones que se encuentran en un terreno de desarrollo más incipiente, donde quizás existe algo más de controversia en cuanto a que aplicar tecnologías tan elaboradas se traduzca en un beneficio en términos de coste-efectividad.

Sí que es verdad que tenemos que trabajar desde el campo de la investigación para poder hacer realidad en estas indicaciones el objetivo de tratar al paciente con más beneficio y menor toxicidad.

Parece claro que lo que se busca en cualquier investigación oncológica es la mezcla entre una menor invasión con la mejor precisión del tratamiento. ¿Esas son las máximas dentro del laboratorio?


Claramente, sí. Es una máxima que responde al leit motiv de la búsqueda de fármacos nuevos y terapias novedosas en cáncer.

Lo que buscamos con la protonterapia es la evolución de las técnicas de radioterapia en tanto que permiten y que persiguen tener la máxima dosis en la zona estrictamente tumoral y minimizar el impacto del tratamiento en todo el tejido circundante.

Si tenemos en cuenta esta máxima, la protonterapia es la respuesta a esta cuestión en el campo de la radicación.

Los casos de cáncer en España ya superan los previstos para 2020. ¿Qué análisis hace usted de la situación?


Efectivamente la proyección es esa, pero debemos saber que detrás de ello hay una población más envejecida, con más esperanza de vida. Además hay otra serie de factores que no hemos llegado del todo a calibrar cuál es el peso que tienen en estas cifras.

Necesitamos urgentemente plantear más investigación que nos dé respuestas, porque en tanto que conozcamos mejor el proceso de desarrollo de tumores, podremos poner en marcha otra máxima: el tratamiento de cáncer es más eficaz cuando más precoz sea el diagnóstico.

El objetivo que nos debemos plantear desde el laboratorio es trabajar en el diagnóstico precoz y conocer los distintos elementos moleculares que hacen posible el desarrollo de tumores.

El siguiente punto sería trasladar esos resultados a nivel social en forma de campañas de concienciación. Realmente son dos cuestiones paralelas.

Ha pasado más de un año de la apertura de Oncohealth Institute. ¿Qué balance de actividad puede hacernos de esta forma de abordar el cáncer?


Hemos sido capaces de llevar la investigación que estamos realizando en el laboratorio al propio paciente; de aumentar todas las moléculas en investigación para abrir un espectro de ensayos clínicos muy precoces y muy prometedores; de combinar los mejores tratamientos desde la cirugía y la radioterapia para poder ofrecer una solución conjunta en múltiples tumores y, al mismo tiempo, hemos dado respuestas a formar especialistas y enseñar lo que estamos haciendo a otros pacientes de múltiples disciplinas y países que durante este tiempo han venido a visitarnos.

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