Saltar a contenido principal

La menopausia en la mujer marca el fin de la etapa reproductiva femenina, pero también el inicio de una fase que, en muchos casos, se extiende durante más del 40% de la vida de la mujer. Según el Dr. Manuel Albi, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario La Luz, «no es una enfermedad, sino un proceso biológico natural que debe ser entendido y acompañado desde una perspectiva de salud integral«.

Este enfoque implica abordar no solo los síntomas físicos, sino también el impacto emocional, mental y social que conlleva. Es necesario redefinir la narrativa cultural que tradicionalmente ha asociado la menopausia con la pérdida, para empezar a verla como una oportunidad de transformación personal y autocuidado.

Fases, síntomas y acompañamiento clínico

La menopausia suele aparecer entre los 45 y los 55 años, aunque puede variar en función de factores genéticos y de estilo de vida. El proceso comienza con la perimenopausia, etapa de transición caracterizada por sofocos, insomnio, cambios de humor y otros síntomas derivados del desequilibrio hormonal.

«No se trata sólo de aliviar los síntomas», apunta el Dr. Albi, «sino de acompañar a la mujer en un momento de cambios físicos, emocionales y sociales. Hablamos de una etapa que puede ocupar casi la mitad de su vida».

En este sentido, el papel del profesional sanitario es clave. Un seguimiento personalizado permite detectar signos tempranos de patologías asociadas como la osteoporosis, el riesgo cardiovascular o el deterioro cognitivo. Además, existen opciones terapéuticas eficaces como la terapia hormonal sustitutiva (THS), fitoterapia, suplementos nutricionales o terapias psicológicas que deben ser adaptadas a las necesidades individuales.

«Se trata de acompañar a la mujer en un momento de cambios físicos, emocionales y sociales. Hablamos de una etapa que puede ocupar casi la mitad de su vida» – Dr. Manuel Albi, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario La Luz 

Dr. Manuel Albi, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario La Luz

Dr. Manuel Albi, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario La Luz

Romper tabúes: menopausia sin silencios ni prejuicios

A pesar de ser un proceso universal, la menopausia sigue cargada de estigmas y silencios. «La mujer del siglo XXI está más informada, empoderada y reclama vivir esta etapa sin tabúes ni prejuicios», señala el especialista.

La desinformación y el miedo al envejecimiento han llevado a muchas mujeres a ocultar sus síntomas o a no buscar ayuda profesional. Esta invisibilización contribuye a perpetuar ideas erróneas que afectan negativamente a la salud física y emocional de las mujeres.

Los expertos insisten en la necesidad de visibilizar esta etapa para fomentar una mayor comprensión social y sanitaria. El Día Mundial de la Menopausia, que se celebra el 18 de octubre, se presenta como una ocasión clave para generar conciencia y formar a los profesionales de la salud en un abordaje más humano y personalizado.

«La mujer del siglo XXI está más informada, empoderada y reclama vivir esta etapa sin tabúes ni prejuicios»

Claves para una vida plena en la postmenopausia

Entre las recomendaciones del Dr. Albi para mejorar la calidad de vida en esta etapa destacan:

  • Alimentación equilibrada: rica en frutas, verduras, legumbres y calcio, clave para mantener la salud ósea y prevenir enfermedades metabólicas.
  • Ejercicio físico regular: al menos 30 minutos diarios para mantener el peso, la movilidad articular y la salud cardiovascular.
  • Control del estrés: mediante técnicas de relajación como el yoga, la meditación o la terapia cognitivo-conductual.
  • Evitar tóxicos: como el tabaco y la cafeína, que agravan los sofocos y el insomnio.
  • Exposición solar moderada: unos 15 minutos diarios para estimular la síntesis de vitamina D.
  • Consulta especializada: para valorar tratamientos personalizados, tanto farmacológicos como naturales.

Asimismo, se recomienda revisar regularmente la salud ginecológica, mamaria y urológica, ya que algunos trastornos como la atrofia vaginal o la incontinencia urinaria son frecuentes, pero tratables si se detectan a tiempo.

El papel de las empresas: bienestar laboral en la menopausia

En un contexto donde cada vez más mujeres permanecen activas en el mercado laboral durante la menopausia, el entorno empresarial también tiene un papel crucial. Políticas de conciliación, espacios de escucha y programas de salud corporativa pueden marcar la diferencia para garantizar el bienestar y la productividad en esta etapa.

Según estudios recientes, una de cada cuatro mujeres considera que la menopausia afecta negativamente a su desempeño laboral. Sin embargo, menos del 10% de las empresas cuenta con protocolos específicos de apoyo. Iniciativas como la flexibilidad horaria, los talleres de educación en salud o los planes de bienestar emocional pueden mejorar significativamente el clima laboral y la retención del talento femenino senior.

Sociedad, políticas públicas y salud póstmenopáusica

Desde la salud pública, es fundamental fomentar campañas de educación sanitaria que normalicen la menopausia y acerquen los recursos a toda la población, especialmente en zonas rurales o vulnerables. Además, incluir esta temática en la formación universitaria y en los protocolos clínicos contribuirá a mejorar la calidad asistencial.

El empoderamiento femenino pasa también por facilitar el acceso a información fiable y actualizada, así como por visibilizar testimonios reales de mujeres que viven la menopausia con plenitud. Esta representación positiva en medios de comunicación, redes sociales y espacios educativos puede cambiar percepciones arraigadas y generar un cambio cultural profundo.

De la invisibilidad a la acción

La menopausia no debe vivirse en silencio. Es hora de entenderla como una fase de madurez, equilibrio y autocuidado. El reto actual es acompañar a las mujeres con información, atención sanitaria y entornos sociales y laborales que reconozcan sus necesidades.

Fomentar un entorno laboral y social que apoye a las mujeres en esta fase es clave para transformar la narrativa cultural, promoviendo el empoderamiento y el autocuidado.

Aprovechar el Día Mundial de la Menopausia para abrir espacios de reflexión y acción colectiva es un paso clave hacia una sociedad más justa, saludable e inclusiva para todas.