El tejido empresarial tiene en estos momentos abordar el reto de la escasez de talento como gran asignatura pendiente. La industria de la salud no es ajena a este hecho. Hay profesionales muy demandados en el área de prevención de riesgos laborales, así como en la actividad hospitalaria.
En particular, la Comunidad de Madrid presenta problemas para encontrar enfermeras perfusionistas -especializadas en mantener y controlar la circulación de la sangre en pacientes sometidos a intervenciones médico-quirúrgicas que requieran circulación extracorpórea (CEC).
El papel de las enfermeras perfusionistas
Las enfermeras perfusionistas, también conocidas como perfusionistas clínicos, son esenciales en cirugías cardíacas y otros procedimientos médicos complejos. Entre sus funciones, destacan la supervisión del equipo de circulación extracorpórea, la vigilancia constante de los parámetros fisiológicos del paciente, como la presión arterial, el flujo sanguíneo, la temperatura corporal y los niveles de oxígeno en la sangre. También controlan la coagulación sanguínea para prevenir complicaciones como trombosis o hemorragias y trabajan en estrecha colaboración con cirujanos, anestesiólogos y otros profesionales de la salud para garantizar la seguridad y el bienestar del paciente.
El plan de respuesta de Quirónsalud en Madrid
El Grupo Quirónsalud, consciente y afectado por la escasez de este perfil en los hospitales regionales, ha diseñado un plan para combatir esta problemática. Su equipo de profesionales que realizaban su actividad en este ámbito en los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz (Madrid) y Rey Juan Carlos (Móstoles) lideraron el año pasado un cambio de estrategia y se unificaron bajo la primera Unidad de Enfermería de Práctica Avanzada en Perfusión de Quirónsalud en Madrid, abarcando la perfusión en los principales hospitales del Grupo en los que se realiza cirugía cardiaca.
El efecto de esta estrategia no solo ha demostrado ser eficaz para responder a la falta de enfermeras perfusionistas, sino que ha mejorado la calidad asistencial a los pacientes. «Este plan de reordenación permite realizar más de 650 cirugías con circulación extracorpórea al año, garantizando la seguridad y la calidad en todos los centros del grupo», explica Lorena Carballo, coordinadora de la unidad y enfermera perfusionista con más de 18 años de experiencia.
Formación y colaboración multidisciplinar
Uno de los pilares de este proyecto es la colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) para la formación de nuevos enfermeros perfusionistas, una alianza que busca ampliar el número de profesionales cualificados en esta disciplina.
La UAM representa un pilar para el desarrollo de profesionales de enfermería en general para el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Recientemente, fue inaugurado el Campus Pintor Rosales en Moncloa (Madrid) de la Escuela de Enfermería de la Fundación Jiménez Díaz (FJD-UAM)
«Nuestra filosofía es integrarnos plenamente en los equipos de Cirugía Cardiaca, participando en la gestión de recursos materiales y garantizando la homogeneidad de los protocolos en todos los hospitales del grupo», añade Carballo. Esta estrategia permite que cualquier miembro de la unidad pueda operar con la misma eficacia y seguridad en cualquiera de los centros.
Innovación y acompañamiento emocional
La innovación también llega al ámbito asistencial con la puesta en marcha de la Consulta de Enfermería en Perfusión, una iniciativa pionera que ofrece seguimiento pre y post quirúrgico a los pacientes. «El objetivo es aumentar la seguridad de los procedimientos y minimizar el miedo que genera una cirugía cardiaca, abordando no solo los aspectos clínicos, sino también la esfera emocional», apunta la coordinadora.
Este acompañamiento emocional se ha convertido en un valor añadido que mejora la experiencia del paciente, ayudando a reducir la ansiedad y favoreciendo una recuperación más rápida.