Estudios publicados en The New England Journal of Medicine, The Lancet y Nature Medicine sostienen que la atención domiciliaria por parte de especialistas sanitarios a los pacientes redunda en una mayor satisfacción de las personas, así como otros factores importantes para la salud como recuperaciones más rápidas y menos reingresos hospitalarios.
El modelo tiene ventajas, pero hay que estudiarlo bien antes de su implantación. Es de suponer que un hospital de referencia como es el Ruber Internacional de Madrid, que remodeló recientemente sus Urgencias, ha hecho esta pertinente evaluación en profundidad antes de estrenar un servicio de estas características. Con todo, esta es la gran novedad estos días en el centro: la puesta en marcha de Unidad de Atención Domiciliaria.
El objetivo es ofrecer una propuesta que traslada los cuidados hospitalarios al hogar sin renunciar a la seguridad clínica, la tecnología ni la calidad asistencial que tanto caracterizan al centro madrileño.
¿Qué casos atenderá la Atención Domiciliaria del Ruber Internacional?
El nuevo servicio, el cual contará más de 65 profesionales especializados —médicos, enfermeras, auxiliares, fisioterapeutas, psicólogos, terapeutas ocupacionales y expertos en paciente complejo, está diseñado para cubrir desde cuidados postoperatorios hasta el manejo de enfermedades crónicas complejas o tratamientos que requieren vigilancia cercana.
El modelo se fundamenta en un seguimiento clínico directo por parte de los equipos médicos y de enfermería del hospital, que coordinan todas las intervenciones asistenciales y garantizan la continuidad del proceso terapéutico. Para ello, el centro ha estructurado tres modalidades de hospitalización en el hogar:
- Hospitalización domiciliaria telemática: Basada en dispositivos de monitorización remota, registro de constantes, soporte telefónico permanente y comunicación directa con el equipo clínico. Permite controlar la evolución del paciente en tiempo real con la seguridad de una supervisión continua.
- Hospitalización de corta duración en domicilio: Pensada para fases iniciales del proceso clínico o para los días posteriores a una intervención quirúrgica. Ofrece una intensidad asistencial alta pero en un entorno más cómodo para el paciente, reduciendo estancias hospitalarias innecesarias.
- Hospitalización continuada en domicilio: Incluye visitas diarias, terapias específicas y equipamiento médico avanzado. Permite abordar tratamientos prolongados sin perder la cercanía del control hospitalario.
Un itinerario clínico estructurado por varias fases
Lejos de ser un servicio aislado, la hospitalización domiciliaria del Ruber Internacional se estructura como un itinerario progresivo dividido en tres etapas. Cada fase responde a una necesidad asistencial distinta:
Fase subaguda: control intensivo y seguridad clínica
Durante este periodo, el paciente recibe visitas médicas diarias y un soporte multidisciplinar que asegura una transición segura desde el hospital hasta su domicilio. Es especialmente valioso en procesos postoperatorios o en enfermedades que requieren vigilancia estrecha.
Fase de recuperación: seguimiento especializado y flexible
A medida que el paciente mejora, disminuye la frecuencia de las intervenciones, ajustándose a su estabilidad clínica. Esta etapa busca consolidar la mejoría y prevenir complicaciones o reingresos.
Fase de mantenimiento: autonomía y vida cotidiana
Se trata de una fase orientada a recuperar la normalidad del día a día. La supervisión es más espaciada y, en muchos casos, se realiza de forma remota. El objetivo es acompañar al paciente en el tramo final del proceso, garantizando un retorno seguro y estable a la actividad habitual.
Este itinerario, apoyado en protocolos rigurosos y tecnología de monitorización avanzada, permite ofrecer un nivel de seguridad comparable al hospital, pero en el entorno emocionalmente más favorable para la recuperación: el hogar.









