Franco asegura que Ibercaja «no se puede quedar fuera» de la consolidación bancaria

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El presidente de Ibercaja, Amado Franco, ha asegurado que la entidad aragonesa «no se puede quedar fuera» del proceso de consolidación financiera en España, ya que el mercado exige mayor tamaño para facilitar financiación.

MADRID, 29 (EUROPA PRESS)

El presidente de Ibercaja, Amado Franco, ha asegurado que la entidad aragonesa «no se puede quedar fuera» del proceso de consolidación financiera en España, ya que el mercado exige mayor tamaño para facilitar financiación.

En una entrevista a 'Capital' recogida por Europa Press, Franco subraya que Ibercaja no necesita una integración por su viabilidad, pero reconoce la existencia de conversaciones en el sector financiero de cara a la integración de entidades.

«Todos hablan con todos. Hay novias más guapas, más feas, más duras y más fáciles. Y es verdad, aunque no lo hemos necesitado ni lo necesitamos, porque independientes somos viables, no nos podemos quedar fuera, porque el mercado exige más tamaño para poder financiarse sin problemas», sostiene.

El presidente de Ibercaja subraya la fortaleza de la entidad, que ha logrado mantenerse al margen de la burbuja inmobiliaria ya que frenó la financiación a este sector en un momento de «locura colectiva» a pesar de las presiones de los directores de las oficinas.

«Decidimos frenar y cortar la financiación, salvo en aquellos proyectos que viéramos muy muy claros. Y no fue fácil, porque lógicamente el volumen atrae mucho. Y teníamos a los presidentes de las oficinas quejándose», explicó el directivo, para quien «los egos llevaron a las cajas a una dinámica sin sentido».

Amado Franco se refería de esta forma a la carrera que emprendieron las cajas de ahorros por liderar el ranking de incremento anual del beneficio, hasta alcanzar tasas de entre el 20% y el 30%.

«No había ninguna necesidad de aparecer con esos crecimientos, porque con ello no solo pagábamos más impuestos, sino que además despertábamos los recelos tanto en los clientes como en los empleados, que pensaban que ganábamos a costa de ellos», argumenta.

De esta forma, Franco incide en que forzar los crecimientos en una caja siempre es algo peligroso y que habría que haber crecido menos y guardado más en provisiones y reservas. No obstante, encuentra sentido a esta dinámica «si eres un banco, ya que cuentas con accionistas y con el crecimiento generas beneficios recurrentes».

Con estos argumentos, Franco se declara partidario de la banca de «euro a euro frente a pelotazos, que son alegría para hoy pero tristeza para mañana».

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