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Señalan los expertos en el ámbito de las energías que la transición en España no será tal sin infraestructuras de almacenamiento de energía. De hecho, buena parte de la generación futura podría desperdiciarse sin estas instalaciones. Según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), en 2030 las renovables representarán el 81 % de la generación eléctrica española. Este avance, aunque esencial para reducir emisiones y dependencia energética, plantea desafíos. La producción solar y eólica es intermitente, depende del sol y del viento, y no siempre coincide con los picos de consumo.

El por qué de la importancia del almacenamiento de energía

Ahí es donde entra en juego el almacenamiento con baterías, que permite acumular la energía cuando hay excedentes y liberarla cuando la demanda aumenta o la generación cae. “Las baterías son el equivalente a los embalses del sistema eléctrico del futuro”, explica un experto en transición energética. “Su despliegue masivo permitirá acompasar generación y consumo, evitando caídas bruscas de la producción y reforzando la seguridad del sistema”.

En este contexto, el PNIEC establece un objetivo de 22,5 gigavatios (GW) de almacenamiento instalado para 2030, lo que multiplica por más de veinte la capacidad actual. La Estrategia de Almacenamiento Energético, publicada por el Gobierno en 2021, identifica las baterías estacionarias como una pieza esencial para alcanzar ese objetivo.

Proyectos de almacenamiento de Naturgy

En esa carrera se encuentran empresas como Naturgy, la cual ha iniciado la construcción de sus primeros proyectos de almacenamiento con baterías en España. Las nuevas instalaciones, que hibridarán los parques fotovoltaicos de Tabernas I y II (Almería) y El Escobar y Piletas I (Las Palmas), marcarán el comienzo de una nueva etapa para la compañía, que aspira a situarse entre los líderes del almacenamiento energético en el país.

Estas infraestructuras forman parte de una cartera de diez proyectos que Naturgy prevé poner en marcha en 2026, nueve de ellos vinculados a plantas solares y uno independiente, en Vigo (Pontevedra). En conjunto, sumarán 160 megavatios (MW) de potencia y 342 megavatios hora (MWh) de capacidad, con una inversión superior a los 80 millones de euros, financiada parcialmente por la Unión Europea – NextGenerationEU, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Naturgy no parte de cero en este terreno. La compañía ya acumula experiencia en proyectos de almacenamiento a nivel internacional a través de su filial Global Power Generation (GPG). En 2023 conectó a la red australiana su primera instalación de baterías, el proyecto ACT Battery, un hito que marcó la entrada de la empresa en este nuevo segmento de negocio.

Este mismo año, Naturgy ha puesto en operación Cunderdin, su primer gran proyecto híbrido de generación solar y almacenamiento a escala mundial. Ubicado también en Australia, combina una planta fotovoltaica de 128 MW con un sistema de baterías de 55 MW/220 MWh. Este modelo es el que la compañía busca replicar en España para optimizar la gestión de sus activos renovables y aumentar su valor estratégico.

Con una capacidad de almacenamiento total de 125.000 MWh anuales, equivalente al consumo eléctrico de más de 38.000 hogares, los diez proyectos españoles reforzarán la posición de Naturgy en la cadena de valor de la energía limpia.

El despliegue del almacenamiento marcará, en los próximos años, el ritmo de la descarbonización del sistema eléctrico español. Y proyectos como los de Naturgy anticipan un cambio de paradigma: pasar de un modelo basado en la producción constante a otro más flexible, digital y distribuido, donde la gestión de la energía será tan importante como su generación.