La última edición del Ranking Mundial de Competitividad Digital, elaborado por la escuela de negocios IMD (Institute for Management Development) concluye que Estados Unidos, Países Bajos y Singapur (por este orden) son las economías líderes de esta clasificación que analizado el nivel de adopción e implementación de tecnologías digitales de un total de 64 países. Esta ranking es diferente al que se había publicado meses atrás sobre Competitividad Mundial.
El Círculo de Empresarios se ha hecho eco de esta noticia y para ilustrarlo ha diseñado unas infografías destacando los pormenores de este ranking que mide la capacidad y disposición de las economías para adoptar y explorar soluciones digitales como eje para la transformación económica en los negocios, el gobierno y la sociedad en general.
Los resultados obtenidos por IMD se basan en una mezcla de datos y respuestas de encuestas de ejecutivos empresariales y gubernamentales, lo que ayuda a los gobiernos y empresas a comprender dónde enfocar sus recursos y cuáles podrían ser las mejores prácticas al embarcarse en la transformación digital.
Además del liderazgo concreto de los tres países mencionados, otra de las conclusiones de la clasificación es que Asia Meridional-Occidental, Pacífico y África está reduciendo las diferencias en competitividad digital con otras regiones. Además, es reseñable que cinco países europeos se sitúan entre los 10 más avanzados digitalmente. El Círculo de Empresarios en parte por su regulación de la protección de datos y de los derechos de propiedad intelectual
España en el ranking de Competitividad Digital 2023
En lo que respecta a España, el país ha perdido tres puestos en el ranking, pasando del puesto 28 en 2022 al puesto 31 en 2023. Los factores que explican esta caís se deben principalmente al deterioro en el pilar de preparación de cara a futuro, según sostiene el Círculo. Se informe en este ranking que el territorio ha cosechado peores resultados en el marco regulatorio y en la agilidad empresarial.
En el anterior ranking sobre Competitividad Mundial que elaboró IMD, España se encontraba en la posición 36 de 64 y uno de los factores de este pobre posicionamiento se debió precisamente al nivel de transformación digital en el tejido empresarial, entre otros asuntos.
