Esperanza Aguirre es noticia estos días con la publicación de una biografía en la que recuerda su trayectoria y aprovecha para arremeter con la política actual. Un ensayo autobiográfico titulado Una liberal en política (Editorial Planeta, 2025) en el que la exministra, expresidenta del Senado y del Partido Popular madrileño construye una crítica feroz al rumbo que, a su juicio, ha tomado España bajo el liderazgo de Pedro Sánchez.
Con el estilo directo y combativo que la ha caracterizado a lo largo de cuatro décadas de carrera política, Aguirre plantea que España vive una deriva preocupante hacia la “pobreza, la desigualdad y la privación de libertades”, en un contexto que describe como una “captura total” de los poderes del Estado por parte del Ejecutivo. “El gobierno se ha convertido en rehén —y colaborador— de los partidos separatistas”, sentencia la autora en las primeras páginas.
En el prólogo del libro, escrito por Isabel Díaz Ayuso, la actual presidenta de la Comunidad de Madrid se deshace en elogios a Aguirre y la define como “una política de raza y mujer valiente a la que muchos le deben buena parte de su vocación política. Porque hizo escuela. Y la Comunidad de Madrid siempre le agradecerá haberla situado en la pista de despegue desde la que hoy volamos alto los que hacemos esta segunda casa de todos, al servicio de España”.
La erosión institucional que denuncia Esperanza Aguirre en este libro
El texto se presenta como una crónica ideológica y personal que mezcla memorias políticas con análisis de actualidad. En él, Aguirre denuncia lo que considera una “colonización institucional sin precedentes”: la ocupación partidista de organismos como RTVE, el CIS, la Fiscalía General del Estado y el Tribunal Constitucional. La expresidenta alerta, además, sobre lo que interpreta como una campaña orquestada para controlar la judicatura y debilitar la separación de poderes.
Intervención de Esperanza Aguirre en el Congreso de los Diputados en diciembre de 2009. Fotografía extraída de la web del Congreso.
Desde su visión liberal, Aguirre defiende que el problema no es únicamente del Gobierno actual, sino también del debilitamiento de las alternativas políticas. Cuestiona la falta de firmeza ideológica de la derecha española y pide un rearme basado en las ideas que siempre defendió: menos Estado, más libertad y una apuesta decidida por la meritocracia.
Un legado entre Thatcher, Reagan… y Milei
El libro es también un recorrido autobiográfico. Aguirre repasa su paso por las instituciones —del Senado al Ministerio de Educación, pasando por la presidencia madrileña— y recupera los vínculos que ha mantenido con figuras de todos los colores políticos. Menciona a Pedro Schwartz, Felipe González o José María Aznar, y rinde homenaje intelectual a sus referentes internacionales: Margaret Thatcher y Ronald Reagan. Más sorprendente es su guiño a Javier Milei, presidente argentino, al que reconoce como un nuevo estandarte del liberalismo en tiempos de “políticas buenistas” y “obsesión con la desinformación”.
En uno de los tramos más polémicos del ensayo, Aguirre arremete contra lo que denomina “supremacismo independentista” y “fracaso estructural del comunismo”. Rechaza la narrativa de la leyenda negra, critica el uso abusivo de los decretos-leyes y alerta del “control ideológico de la prensa” por parte del Gobierno. Todo ello, sostiene, ha contribuido a un escenario de desafección ciudadana y a una creciente desconfianza hacia la política institucional.
Una llamada al renacer liberal
Lejos de la nostalgia, Aguirre lanza una propuesta concreta: reconstruir un proyecto político liberal que recupere las libertades individuales y ofrezca a los ciudadanos más herramientas que tutelas. Para ello, aboga por romper con el “conservadurismo tímido” que, según ella, ha caracterizado a buena parte de la oposición en los últimos años. “Hace falta valentía para decir lo que nadie quiere oír”, escribe.
Con este ensayo, Esperanza Aguirre parece invitar a un debate que va más allá de las siglas: el papel del Estado, la libertad frente al control, y el futuro del proyecto común llamado España.