China, tercer milenio, el dragón omnipotente  

.

texto alternativo
 

Ramón Tamames y Felipe Debasa despejan en esta obra las grandes incógnitas de la economía china con datos actualizados y un análisis riguroso de la situación geopolítica del dragón asiático.


 

*A fin de cuentas, lo que está en juego es la supremacía de Estados Unidos, imperante a escala mundial desde 1918, tras la primera Gran Guerra, y fortalecida al máximo desde 1945, después de la segunda guerra mundial. En un proceso en el que, una vez desmantelada la Unión Soviética (URSS) en 1991, China es la única superpotencia capaz de discutir su estatus a la Unión Norteamericana, con sus ya destacadas capacidades demográfica y productiva, mucho mayores que los de la antigua URSS.

Así las cosas, la nueva relación entre las dos superpotencias mundiales presenta el hecho histórico diferencial de que, si en tiempos de tensión Este-Oeste, durante la Guerra Fría, las relaciones económicas entre los dos superpoderes de entonces (EE.UU. y URSS) eran prácticamente nulas, hoy alcanzan la más alta intensidad, pudiendo hablarse de una auténtica simbiosis: ChinUSA o Chimérica. Con el significado de que EE.UU. no podría funcionar sin China, mientras que la República Popular aún se ve muy influida por EE.UU. Si bien es una cruda realidad para Washington D.C. que China ya puede mirar al mundo con mayor confianza en sus propias posibilidades, al disponer de ingentes recursos financieros y tecnológicos y de un comercio en rápida expansión con los demás países asiáticos, Rusia, la UE, Iberoamérica y África.

Con todo ese trasfondo, la gran pregunta es si EE.UU. va a tolerar situarse en la posición de segunda potencia mundial, idea que hoy por hoy no figura en los planes estratégicos del Capitolio de la Casa Blanca, que todavía pretenden un segundo siglo americano tras el primero que empezó en 1898 (guerra hispano-norteamericana) y que algunos dieron por terminado en 2001 (destrucción de las Torres Gemelas de Nueva York, etc.).

La discordia podría ser muy prolongada, pero, en cualquier caso, la expectativa de un segundo ciclo americano es cada vez menos consciente, por la pujanza de China, que además de estar presente en todos los mercados va imponiendo su presencia en los organismos internacionales, y se ve respetada, o temida, por doquier; hasta el punto de que las viejas cuestiones de su fuerte déficit en derechos humanos es algo que inquieta a los países occidentales mucho menos que antes.

 

*Reproducción de una parte del libro firmada por Ramón Tamames.

Mira nuestras
Últimas noticias relacionadas
¡Suscríbete a nuestra Newsletter!

¡Suscríbete a nuestra revista!