En la era de los algoritmos, las marcas se enfrentan a un dilema crucial: ¿conseguir relevancia o enfrentar la desaparición en un entorno digital altamente competitivo? El informe “Marcas bajo la tiranía del algoritmo II” de APPLE TREE revela cómo las redes sociales han evolucionado hacia un ecosistema dominado por la inteligencia artificial y la búsqueda de autenticidad. En este análisis, se examinan las nuevas tendencias de consumo y los retos que las empresas deben enfrentar para conectar efectivamente con los usuarios de hoy.
Las marcas en la era del algoritmo: ¿relevancia o desaparición?
En 2025, las redes sociales han dejado de ser un canal de ocio para convertirse en un ecosistema de medios masivos dominado por algoritmos que deciden qué contenido ve el usuario. En este nuevo escenario, las marcas y empresas deben adaptarse o quedar relegadas en un entorno donde la IA, la credibilidad y la autenticidad marcan la diferencia.
El informe “Marcas bajo la tiranía del algoritmo II“, elaborado por APPLE TREE, analiza las tendencias de consumo digital de más de 1.000 españoles y revela los retos a los que se enfrentan las empresas para seguir siendo visibles y confiables en redes.
Las redes sociales ya son un buscador
La fragmentación del ecosistema digital es evidente. Mientras que Google sigue liderando como fuente de información (72,5%), las redes sociales ganan terreno, sobre todo entre los jóvenes. Destacan:
- YouTube, que se posiciona como plataforma principal para informarse (31,8%), apoyado por el auge del vídeo largo, cuyo consumo ha crecido un 112%.
- TikTok e Instagram, preferidos por el 10,8% para buscar antes de comprar, superando a Google en inspiración de compra.
- Herramientas de inteligencia artificial, como ChatGPT, que ya son la tercera fuente de búsqueda de información para el 6,5% de los españoles.
Este cambio obliga a las marcas a trabajar su visibilidad dentro de las propias plataformas sociales, con contenido pensado para ser “descubierto” sin pasar por los buscadores tradicionales.
Además, las plataformas como TikTok, Instagram y YouTube ya no solo sirven para entretenimiento, sino que se consolidan como espacios de influencia directa en las decisiones de compra, especialmente entre los consumidores menores de 30 años. Las redes sociales son ahora el punto de partida de la inspiración de consumo, y eso implica que las marcas deben producir contenido visual, emocional y narrativo para conectar con los usuarios en el momento justo.
La confianza, nuevo campo de batalla en redes
El exceso de contenido ha erosionado la confianza de los usuarios. Sin embargo, los directivos y las empresas recuperan credibilidad, superando en confianza a los influencers y celebrities. Los factores que los usuarios más valoran en redes sociales son:
- Autenticidad (29,3%)
- Valores y ética compartidos
- Transparencia en colaboraciones y patrocinios
Este contexto abre una ventana de oportunidad para que los líderes empresariales construyan marca personal desde el rigor y la coherencia. De hecho, la confianza en los directivos ha aumentado un 20,3% respecto al año anterior, lo que demuestra que la audiencia premia a aquellos que comunican desde la honestidad y el propósito.
En paralelo, la saturación de colaboraciones comerciales poco transparentes ha reducido la credibilidad de los influencers tradicionales. Hoy, el consumidor exige autenticidad y sentido en cada interacción, lo que redefine el papel de los creadores de contenido.
El vídeo largo y el contenido experiencial dominan
Aunque los vídeos verticales cortos (Reels, TikTok) siguen liderando en popularidad, el crecimiento del vídeo largo (+112%) indica una mayor demanda de profundidad y contexto. Las audiencias buscan contenidos que expliquen, que inspiren y que generen valor más allá del entretenimiento efímero.
Adicionalmente, los formatos que mejor funcionan para las marcas son:
- Eventos y experiencias reales, que permiten la interacción directa y la conexión emocional.
- Entrevistas y podcasts, que aportan profundidad, relato y humanizan la comunicación de las empresas.
- Contenido donde participan usuarios reales o creadores creíbles, generando identificación y cercanía.
La publicidad tradicional y las colaboraciones con celebrities pierden efectividad frente a los formatos que generan conexión auténtica. El usuario premia a las marcas que apuestan por la narrativa, la utilidad y la honestidad.
Además, se observa una tendencia creciente al consumo de contenido que combina entretenimiento, divulgación y valor práctico. Los usuarios quieren sentirse inspirados, informados y representados en los mensajes de las marcas.
IA e influencia: el dilema de la autenticidad
El contenido generado por IA ya es habitual en redes, aunque muchos usuarios no lo distinguen. Las principales preocupaciones son:
- Suplantación de personas y deep fakes, que atentan contra la autenticidad y la reputación personal y profesional.
- Desinformación masiva, amplificada por la capacidad de la IA para generar contenido a gran escala con apariencia creíble.
- Pérdida de creatividad y factor humano, que amenaza la conexión emocional que los usuarios siguen demandando.
Las marcas deben equilibrar el uso de IA para ganar eficiencia, sin perder la conexión humana y la autenticidad que el usuario sigue demandando. La tecnología debe ser una aliada para mejorar los procesos, pero sin sacrificar la esencia de la comunicación honesta y cercana.
Asimismo, el reto ético es enorme: las empresas deben liderar el uso responsable de la IA en redes sociales, garantizando la transparencia, la fiabilidad y el respeto a los valores de su comunidad.
Redes sociales, clave en la inspiración y compra
El proceso de compra ya no empieza en Google, sino en el scroll. Los usuarios descubren productos en redes sociales y luego:
- Buscan reseñas externas (62,9%).
- Guardan el contenido o lo añaden al carrito (12,3%).
- Consultan a amigos o familiares (13,3%).
Este fenómeno confirma que la recomendación social y la inspiración visual son decisivas en las decisiones de consumo. Las marcas que generan contenido atractivo, auténtico y útil logran posicionarse en la mente del consumidor incluso antes de que éste sienta la necesidad de búsqueda activa.
Por tanto, diseñar estrategias que integren contenido visual, narrativa emocional y conexión con los valores de la audiencia se convierte en una obligación para cualquier empresa que quiera destacar.
Cómo deben actuar las marcas en 2025
Las redes sociales son ya un entorno fragmentado, dominado por algoritmos y marcado por el auge de la IA. En este escenario, las marcas deben:
- Apostar por contenido de calidad, útil y auténtico, que aporte valor real y construya relaciones sostenibles.
- Equilibrar formatos de impacto inmediato con narrativas profundas y experiencias que conecten emocionalmente.
- Trabajar la visibilidad dentro de las plataformas sociales, no solo en Google, adaptándose a la lógica algorítmica de cada red.
- Construir confianza mediante líderes coherentes, transparencia, propósito y cercanía.
- Usar la IA de forma responsable, preservando la creatividad, el factor humano y la autenticidad.
- Apostar por la participación de usuarios reales y por formatos experienciales que inspiren y generen comunidad.
La batalla por la relevancia no se gana solo con visibilidad, sino con integridad, coherencia y capacidad de inspirar al usuario en cada interacción digital.
Las marcas que entiendan este nuevo equilibrio entre algoritmo, autenticidad y propósito estarán mejor preparadas para navegar el complejo ecosistema de las redes sociales en 2025.