Los directivos más reacios a la inteligencia artificial han tenido que claudicar ante la tecnología. Toda empresa que quiera aspirar a ser relevante, o dicho de otra forma menos sutil, aumentar sus ventas y beneficio, debe elevar a la digitalización a asunto estratégico en su agenda. Así que aquellos que deciden, los consejos de administración en el caso de las grandes compañías deben reunir a figuras con un perfil muy digital, lo cual incluye una mentalidad plagada de habilidades duras y blandas.
Porque la toma de decisiones en una sala de juntas incluye hoy una visión que ha de estar muy alienada con la tecnología y con una IA estratégica. Quizás lo mejor es aprovechar el talento interno y reconvertirlo, o más bien ‘upskillizarlo’ con formación adecuada a las nuevas necesidades. En este sentido, apostar por un máster en dirección de empresas online se ha convertido en el nuevo mantra del aprendizaje directivo.
Todas las competencias que se puedan ampliar de esta moderna versión de MBA ayudarán ampliar el campo de visión de los directivos y les servirá, asimismo, para evaluar riesgos con mayor precisión y descubrir oportunidades de innovación que de otro modo permanecerían ocultas. Y no, no estamos hablando de liderar una empresa que vende por internet, eso es ecommerce, sino de una organización en la que la digitalización sea un valor añadido que sirva como puntal para fidelizar clientes y ganar cuota de mercado.
Definitivamente, la IA ha llegado a la sala de juntas para quedarse. Su papel se ha elevado hasta tal punto que hoy (y mañana) ya es el juez que está redefiniendo las reglas del juego en la dirección empresarial.
Los que deciden y la importancia de la IA: por qué es clave un máster en dirección de empresas online
Las organizaciones más avanzadas son las que están tomando a la IA como una responsabilidad estratégica directiva. Ya no se trata únicamente de una cuestión técnica delegable al departamento de Tecnologías de la Información (TI). Esto va más allá de unos técnicos informáticos que implementan una solución o que incorporar inteligencia a un ERP. Es mentalidad, es pensar el por qué y para qué, cómo me distingo del resto…
Y luego está la presión regulatoria, como la entrada en vigor del Reglamento europeo de IA (RIA)… La inteligencia artificial en un consejo ha transformado la gobernanza, de ahí la necesidad de saber de qué va esto a través de un máster en dirección de empresas online. Una formación de este tipo será el ancla para asentar la tecnología en una organización desde un propósito claro y con unas claves que se podrían resumir en los siguientes ejes:
- Coordinación estratégica: Integrar la IA en el propósito y la dirección de la empresa.
- Supervisión ética: Garantizar que los sistemas sean justos, transparentes y estén alineados con los valores corporativos.
- Gestión de riesgos: Identificar y mitigar proactivamente los riesgos legales, reputacionales y operativos.
- Preparación operativa: Asegurar que la organización tenga los datos, el talento y la infraestructura necesarios.
Lo que está en juego: estrategia, ingresos y una buena dosis de productividad
Para despejar las dudas que pueda ofrecer esta nueva reconversión del consejo de dirección, sirvan unos cuantos datos sobre el impacto de la IA y la digitalización en general. Según un estudio de McKinsey & Company, las organizaciones que invierten en IA tienen una probabilidad un 20% mayor de aumentar sus ingresos y un 25% menor de verlos disminuir. La creación de valor se manifiesta en varios niveles, que van desde la automatización de procesos hasta la reinvención del negocio:
Sectores como la banca están viendo ganancias sustanciales. Firmas referentes en este sector reportan que sus técnicos utilizan IA generativa para escribir hasta un 40% de su código automáticamente, mejorando la productividad. Otras han reinventado su modelo de negocio con flujos de trabajo agénticos que han acelerado el desarrollo de sus productos que luego comercializan.
Desafíos críticos de la IA en la dirección empresarial
Un máster en dirección de empresas online también enseñará a los directivos que este nuevo mundo está repleto de riesgos y retos. Evidentemente, hay obstáculos en forma de regulaciones y, por supuesto, la ciberseguridad. Con razón, hay temor en porque las cifras del cibercrimen no dejan de crecer. Y la IA ha añadido una mayor sofisticación y facilidad para distribuir amenazas.
No obstante, a pesar del rápido avance de la IA, hay tiempo para reconfigurarse. Hay una brecha de madurez en la digitalización muy incipiente. La formación es necesaria y, además, el Reglamento de Inteligencia Artificial (RIA) exige, entre otras cosas, programas de alfabetización en IA para el personal de las organizaciones.
