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Agosto, un mes de vacaciones y desconexión, también representa un desafío crítico para la seguridad de las TI en las empresas.

Con el aumento del trabajo híbrido y el uso de redes públicas, los riesgos de ciberataques se intensifican.

Es esencial implementar medidas efectivas para garantizar que, incluso en verano, la protección digital esté intacta, evitando brechas y asegurando un entorno laboral seguro y confiable. Si ya de por si  , la ciberseguridad en verano en las empresas es todavía más crítica y fundamental de vigilar y seguir. Los departamentos de TI deben de estar aún más alerta.

Cómo gestionar la seguridad TI en entornos híbridos durante las vacaciones sin comprometer el negocio

Para el departamento de TI, también es un periodo de máxima exposición a ciberataques. Mientras muchos empleados trabajan desde lugares informales —como cafeterías, hoteles o chiringuitos—, las redes públicas, los dispositivos personales sin protección y la relajación de los protocolos elevan el riesgo de brechas, suplantaciones e incidentes invisibles.

En este contexto, Proactivanet, compañía especializada en gestión de activos TI (ITAM), lanza una advertencia: el verano no puede ser sinónimo de perder el control digital. Para garantizar la ciberresiliencia, incluso en agosto, es fundamental contar con visibilidad total sobre accesos, configuraciones y dispositivos, y establecer alertas automatizadas capaces de anticipar cualquier anomalía.

La amenaza del WiFi gratis: trabajar desde la tumbona tiene un coste

El auge del trabajo híbrido ha transformado la conectividad empresarial. Acceder al correo desde el aeropuerto, editar un documento desde el móvil o asistir a una videollamada en la playa ya no es extraño. Pero esa flexibilidad tiene un precio: el uso de redes WiFi públicas inseguras y dispositivos no corporativos genera un entorno ideal para ataques silenciosos.

Según Proactivanet, agosto es uno de los meses con mayor riesgo de fugas de información, accesos no autorizados y fallos de seguridad no detectados. La falta de personal técnico activo durante este mes agrava aún más la situación, ya que la capacidad de reacción ante incidentes se reduce considerablemente.

¿Qué puede salir mal durante las vacaciones?

Numerosas amenazas se concentran en verano:

  • Conexiones a redes abiertas sin protección VPN
  • Uso de portátiles y móviles personales sin antivirus corporativo
  • Descargas de software no autorizado
  • Dispositivos extraviados o sin control
  • Accesos no monitorizados ni restringidos por geolocalización o perfil
  • Ausencia de alertas automatizadas para detectar comportamientos anómalos

El resultado es un ecosistema TI donde los ataques pueden ocurrir sin ser detectados, con consecuencias que solo se identifican semanas después, cuando el daño ya está hecho.

Visibilidad y trazabilidad en tiempo real: el nuevo mantra del verano

Frente a este escenario, la solución no pasa por prohibir el trabajo en movilidad, sino por controlarlo de forma inteligente. Aquí es donde las soluciones ITAM de Proactivanet marcan la diferencia, al ofrecer:

  • Visibilidad total sobre todos los activos TI
  • Alertas automáticas ante accesos no autorizados o configuraciones peligrosas
  • Trazabilidad completa de quién accede, desde dónde y con qué dispositivo
  • Control centralizado, incluso con equipos distribuidos o móviles

Este enfoque permite detectar software no autorizado, supervisar configuraciones críticas y anticipar riesgos, sin importar si el empleado está en la oficina o en una tumbona frente al mar.

Más allá de la tecnología: cultura, procesos y normativas

La ciberseguridad efectiva no solo se basa en soluciones tecnológicas. Requiere también una cultura organizativa orientada a la prevención, procesos claros y cumplimiento normativo. Proactivanet ha diseñado sus herramientas para alinearse con marcos como NIS2, DORA, ENS o ISO 27001, lo que permite a las organizaciones reforzar su postura de seguridad sin incrementar la complejidad.

Además, fomenta prácticas como:

  • Segmentación de accesos según perfil y geolocalización
  • Capacitación del personal sobre buenas prácticas en movilidad
  • Auditorías periódicas de los activos y configuraciones
  • Protocolos de respuesta rápida ante incidentes

El coste de no actuar: consecuencias silenciosas pero devastadoras

Un error habitual es pensar que, durante el verano, “no pasa nada” porque hay menos actividad. Sin embargo, es precisamente esa reducción operativa lo que aprovechan los atacantes para actuar. La ciberseguridad en verano en las empresas es vital. Una brecha no detectada puede implicar:

  • Pérdida de datos sensibles.
  • Sanciones por incumplimiento normativo.
  • Daño reputacional.
  • Paralización de procesos críticos.
  • Pérdida de ingresos y confianza de clientes.

La ciberseguridad en verano debe entenderse como un pilar estratégico, no como un asunto menor o estacional.

Cómo prepararse: recomendaciones de Proactivanet

Proactivanet plantea una serie de medidas prácticas para blindar la infraestructura digital en agosto:

  1. Auditar todos los dispositivos activos antes del periodo vacacional.
  2. Implantar VPN obligatoria para accesos externos.
  3. Restringir privilegios de administrador en dispositivos móviles.
  4. Automatizar alertas en tiempo real ante anomalías.
  5. Refrescar la formación del personal sobre ciberseguridad en movilidad.
  6. Implementar doble factor de autenticación.
  7. Supervisar el acceso a redes WiFi no corporativas.

Aplicar estas medidas no requiere grandes inversiones, pero sí voluntad estratégica. La tecnología ya está disponible; lo importante es activarla de forma proactiva.

Un verano seguro es posible: control sin renunciar a la flexibilidad

Trabajar desde la playa o una casa rural ya no es ciencia ficción. Pero hacerlo sin comprometer la seguridad exige una gestión TI inteligente, basada en visibilidad, trazabilidad y automatización.

Empresas como Proactivanet demuestran que es posible mantener la seguridad, incluso cuando el equipo está distribuido y la actividad empresarial se relaja. La clave está en no perder de vista lo que ocurre en la red, ni siquiera en agosto.

Porque en ciberseguridad, la peor amenaza es la que no se ve venir.