Salud mental y empresas, un binomio inseparable

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Por: Anabel Fernández Fornelino, CEO de Affor Health.


Las empresas, como la sociedad, se están concienciando a marchas forzadas sobre el bienestar psicológico y psicosocial de sus empleados. Cada vez más se reconocen como enfermedades laborales el síndrome del ‘burnout’, la depresión o la ansiedad.

Y prevenirlos no solo es beneficioso a nivel personal, sino que también incide positivamente en la productividad y resultados de la compañía, por eso es importante contar con planes de vigilancia de la salud, también en el aspecto psicosocial.

Las empresas deben cumplir unos estándares de seguridad y salud en el trabajo, y para garantizar que se cumplan, existen una serie de parámetros y normativas.

Pero, según la OMS, la salud es “un estado de completo bienestar físico, mental y social”, lo que significa que ha de ser vigilada y cuidada, también, en sus aspectos de bienestar psicológico y en lo que respecta al buen ambiente laboral. Por eso, las empresas se tienen que tomar en serio los riesgos psicosociales y la prevención de la salud mental de sus equipos de trabajo.

Un empleado con depresión o ansiedad puede suponer una baja laboral más o menos larga -con una duración media de hasta 100 días al año entre 35 y 49 años, según datos de Fremap-. Son ejemplos de ello el estrés, la sensación de ‘estar quemado’ o sufrir ansiedad cada mañana al dirigirse al puesto de trabajo.

Y desde luego no debe pasarse por alto. A los problemas que esto acarrea para el propio individuo en su vida personal, se suman los que podría provocar dentro de la empresa si la situación se agrava.

salud mental

Y es que una persona sometida a un exceso de presión, o afectada de otros problemas psicológicos, puede estar irritable y poco concentrada, tomar malas decisiones y, desde luego, trabajar ‘peor’, afectando a la productividad de la compañía.

No es algo desdeñable: cada año se pierden hasta 12.000 millones de días de trabajo relacionados con la depresión y la ansiedad, lo que provoca pérdidas económicas de más de 1.000 millones de euros.

Los riesgos psicosociales

La Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA) define los riesgos psicosociales en el trabajo como “aquellos aspectos del diseño, organización y dirección del trabajo y de su entorno social que pueden causar daños psíquicos, sociales o físicos en la salud de los trabajadores”.

Es decir, puede ser un riesgo cualquier condición relacionada con el puesto de trabajo que no esté bien configurada, diseñada o dimensionada, como dar más trabajo del que se puede realizar en las horas acordadas, no ofrecer las herramientas apropiadas para llevarlo a cabo o estrategias empresariales no comunicadas

cuidar de la salud mental en el trabajo

La prevención, por supuesto, es la clave, y por eso es imprescindible que, en línea con las buenas prácticas de reconocimientos médicos, implementación de medidas de ergonomía, y flexibilidad para la conciliación, las empresas también pongan en marcha Planes de Atención al Empleado como los que ponemos a su disposición desde Affor Health, cuya implementación se ha incrementado un 65% durante 2022.

Afortunadamente cada vez son más las que los contemplan y ponen en marcha estos PAE como un servicio fijo y permanente que ayuda a resolver cualquier malestar psicológico o emocional por el que estén pasando.

Gracias a las herramientas tecnológicas su implementación es sencilla, y permiten ofrecer atención personalizada y constante y total privacidad.

Se trata de un servicio que empieza por sentar las bases del cuidado de la salud, en este caso psicosocial: la vigilancia y prevención; y continúa por canalizar un canal real de atención y ayuda a los empleados -mediante una guía psicológica profesional- para que puedan gestionar el malestar emocional que pueda surgirles en su día a día debido a conflictos entre compañeros, estrés o ansiedad por carga de trabajo, problemas de comunicación en la gestión de equipos, e incluso problemas de pareja, en el ámbito personal, puesto que ya hemos visto que esto último también puede afectar al día a día en el trabajo.

Está muy claro que las empresas deben involucrarse en el cuidado de la salud mental de los empleados para así reducir su incidencia y tratar adecuadamente problemas que, de facto, tienen un alto coste económico como personal.

Además de estos sistemas de vigilancia de riesgos psicosociales, las medidas de bienestar laboral como la flexibilidad, los horarios en línea con la vida familiar, la jornada reducida por elección u otros servicios pueden ayudar a las empresas a retener y atraer el talento.

 

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