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La industria española vive una de sus transformaciones más ambiciosas de las últimas décadas. Hablamos de automatización, inteligencia artificial, sostenibilidad y eficiencia.

Hablamos, en definitiva, de una reinvención silenciosa pero profunda. Sin embargo, mientras las fábricas se digitalizan, los robots colaborativos se integran en las cadenas de producción y los datos fluyen en tiempo real, la percepción pública del sector sigue anclada en el pasado.

Y aquí es donde se encuentra uno de los grandes retos – pero a la vez, una oportunidad- del momento: atraer talento cualificado a un sector que ha cambiado profundamente, pero que todavía no lo ha sabido contar con la misma fuerza.

Tecnología sí, pero con propósito

Desde Hays, en nuestra Guía del Mercado Laboral 2025, ya alertamos de un dato preocupante: el 93% de las empresas industriales en España afirma tener dificultades para cubrir sus vacantes clave. Esto no se debe solo a la escasez de perfiles técnicos o a una brecha entre formación y necesidades reales del mercado. Se debe, en gran parte, a un desajuste de relato.

La industria hoy es sinónimo de disrupción. Estamos viendo el despliegue de sensores IoT que monitorizan la producción en tiempo real, la incorporación de robots colaborativos que optimizan tareas repetitivas, el uso de gemelos digitales para prever incidencias antes de que ocurran o la aplicación de algoritmos de IA para anticipar la demanda. Todo esto no solo mejora la eficiencia: transforma por completo la experiencia laboral dentro de las fábricas.

Y eso es precisamente lo que tenemos que visibilizar. En un momento donde las nuevas generaciones buscan propósito, impacto y desarrollo continuo, el sector industrial tiene argumentos de peso: es clave en la transición ecológica, en la economía circular, en la descarbonización y en la producción sostenible. Pero necesita contarlo con convicción, con visión, y con una narrativa atractiva.

La tecnología es solo la mitad de la ecuación

El 70% de las empresas industriales en España ya ha adoptado tecnologías vinculadas a la Industria 4.0, dato que apunta el buen rumbo del sector. Un ejemplo de ello son Siemens, que cuenta con herramientas de Inteligencia Artificial propias para impulsar la transformación del sector. Asimismo, el 42% de los profesionales ya utiliza IA generativa. Pero atraer talento va más allá de tener la mejor tecnología: debe combinarse con un entorno laboral donde la gente quiera estar.

En un sector donde la presencialidad sigue siendo alta, la flexibilidad se redefine: más días libres, modelos híbridos estructurados, mejores turnos, planes de desarrollo y beneficios reales. Las empresas que están liderando el cambio son las que han entendido que el bienestar ya no representa un ‘extra’. Porque el talento actual busca entornos donde crecer, sentirse escuchado y trabajar con un propósito claro.

Cultura y liderazgo, el nuevo diferencial

Más allá de la tecnología o los beneficios, la cultura organizacional es hoy el mayor imán de talento. Es necesario un liderazgo que escucha, una cultura que impulsa y un entorno donde el bienestar es una prioridad marcan la diferencia en la decisión de aceptar o no una oferta. Y los datos, así lo confirman: el buen clima laboral es el factor más valorado por los profesionales del sector, según datos de nuestra Guía. Y en un mercado de talento escaso, ese tipo de cultura no solo atrae, sino que, sobre todo, fideliza.

Con todo esto, el reto de la industria no es solo tecnológico… Tenemos que dejar de contar el sector como si aún fuera el de hace 30 años y empezar a mostrar que es un espacio de innovación, impacto y transformación. Porque al final, no se trata solo de cubrir vacantes, sino de continuar construyendo su futuro.

Imma Martínez

Key Account Director de Hays España