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Desde el punto de vista directivo, quien más y quien menos tiene el 2030 como un año marcado en rojo en sus agendas por todo lo que implica para los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el diseño de estrategias empresariales. Por todo lo que se lleva hablando en estos años (y lo que queda en los venideros), las agendas de los consejos de administración de las organizaciones se van configurando con una serie de prioridades que han sido analizadas por Esade y colaboradores de prestigio en el informe “La agenda del consejo en 2030”.

Lo que se que se vislumbra en esta investigación en la que han participado 175 expertos del tejido empresarial es un rediseño del papel, la composición y la agenda de los consejos de administración. En cuanto a los temas que entran de lleno en las agendas, seguramente algunos de ellos no estaban hace unos años. Y es que el contexto actual está marcado por la disrupción tecnológica, la inestabilidad geopolítica y una presión social creciente por la transparencia y la sostenibilidad. De este modo, los consejos deberán convertirse en órganos más ágiles, diversos, especializados y conectados con los grandes desafíos de nuestro tiempo.

Temas prioritarios en las agendas de los consejos de administración de cada a 2030

Con ese cóctel contextual, los temas que dominarán la agenda de los consejos en los próximos años están encabezados por la ciberseguridad, la inteligencia artificial generativa, la geopolítica, la gestión del talento y la visión estratégica.

Pierden relevancia en las agendas otros asuntos como la sostenibilidad, las reestructuraciones o la diversidad. Las circunstancias obligan a los consejos a priorizar lo urgente y aunque estos temas son imprescindibles en los ODS, guerras y tecnología están más presentes en las cabezas de los consejeros.

A tenor de estas urgencias, el consejo del futuro deberá actuar como radar estratégico, anticipando disrupciones e integrando nuevas capacidades en un entorno que ya no permite respuestas lentas o aisladas.

prioridades en las agendas de los consejos de administración

“Consejos extendidos” y el perfil de los consejeros

Desde esta reflexión se entiende otro de los grandes hallazgos del informe desde la perspectiva de la estructura de los consejos de administración. La mayoría de los encuestados (80,8%) apuesta por un modelo de “consejo extendido” con asesores externos especializados en IA, sostenibilidad o geopolítica. A la vez, se anticipa una ola de renovación: el 57% estima que entre el 25% y el 50% de sus miembros actuales serán sustituidos antes de 2030.

El perfil del consejero también evoluciona. Más de la mitad de los participantes cree que aumentará la presencia de expertos en ciberseguridad, tecnología o sostenibilidad, frente a los tradicionales perfiles generalistas. El liderazgo ya no solo dependerá de la experiencia sectorial, sino de la capacidad para anticipar escenarios altamente disruptivos.

Los riesgos ya no son silos independientes. PwC, una de las firmas que ha colaborado en la elaboración del informe, habla de un “multiverso del riesgo” donde las amenazas tecnológicas, ambientales, normativas y geopolíticas se entrelazan, exigiendo una supervisión más proactiva y multidisciplinar por parte del consejo. En esa línea, el 93,7% de los encuestados cree que los consejos aún no están suficientemente preparados para abordar eficazmente amenazas como los ciberataques. En este terreno en el que se moverán las organizaciones, los expertos de esta consultora piden a los directivos tener una mente abierta y escéptica.

IA generativa: una revolución también para la gobernanza

Por otro lado, la inteligencia artificial generativa, asunto prioritario en las agendes de los consejos de administración, no solo está cambiando cómo trabajan las empresas, sino también cómo se gobiernan. Un 94,3% de los expertos considera que esta tecnología tendrá un impacto sustancial en la gestión del riesgo y la creación de valor, empujando a los consejos a convivir con algoritmos que ya no solo informan, sino que deliberan.

Lejos de sustituir al juicio humano, se espera que la IA actúe como catalizador del análisis y la eficiencia. Herramientas que generan actas inteligentes, detectan brechas normativas o simulan escenarios de crisis ya están presentes en compañías avanzadas. Sin embargo, aún persiste la tensión: el 55,2% advierte de posibles conflictos entre el criterio de los consejeros y el de la máquina.

En relación con la IA, también destaca el aspecto de la ciberseguridad, para lo cual resulta fundamental que los consejeros tengan la formación adecuada.

Según se indica en la investigación, “2030 no será el año de empezar a tomarse en serio la ciberseguridad. Será el año en el que las empresas que no hayan transformado su modelo de supervisión estarán simplemente en fuera de juego”.

Habrá consejeros más jóvenes

Teniendo en cuenta las brechas digitales con la edad, otro de los vectores de cambio será la diversidad desde la edad, el background profesional y la perspectiva cultural. En este sentido, el 64,5% de los encuestados prevé una mayor presencia de consejeros más jóvenes, y otro tanto espera más ejecutivos en activo como independientes.

A la vez, crece la preocupación por el “overboarding” o acumulación de cargos en múltiples consejos, un fenómeno que pone en entredicho la dedicación real de algunos consejeros. Dos tercios de los encuestados cree que se impondrán restricciones más estrictas, incluyendo el número de comisiones a las que un consejero puede pertenecer.

Aunque la independencia formal de los consejeros gana terreno —más del 55% espera que al menos el 50% del consejo esté compuesto por independientes en 2030—, persisten dudas sobre su efectividad. “Lo importante es que los consejeros independientes lo sean de verdad, con recursos y respaldo normativo. Si no, no pueden ejercer su función”, comentan algunos participantes.

En línea con lo anterior, se prevé una mayor consolidación de la figura del consejero independiente coordinador. No hay obligación legal en el nombramiento de esta figura, pero es cierto que la expansión de este perfil va teniendo en las compañías cotizadas. La realidad es que este profesional está llamado a ser esencial para garantizar el equilibrio interno del consejo, facilitando el consenso y velando por las mejores prácticas de buen gobierno.

Un mensaje transversal que emerge del informe es el riesgo de desdibujar los límites entre el gobierno y la gestión. Varios expertos advierten sobre la tentación de convertir el consejo en un segundo comité de dirección, lo que podría erosionar su rol como garante de visión estratégica y control.