El concepto de la cuarta revolución industrial o industria 4.0 lleva tiempo instalado en la empresa española pero aún su asentamiento no es total, ni mucho menos.
Un informe de PwC ayuda a entender el proceso de implantación de la digitalización en este sector y concluye que solamente el 5% de las organizaciones estaría en condiciones de disputar la Champions Digital a nivel mundial.
Mucho se habla de la transformación digital, de los beneficios que supone implantar la última tecnología en los procesos de producción, de que la industria 4.0 viene para derribar barreras y aspirar a nuevos mitos… Sin embargo, un estudio de PwC revela que las compañías españolas se están quedando atrás en este proceso de digitalización.
Más concretamente, el 68% de ellas se encuentran en una fase de implementación media o baja y un 32% mantiene un nivel avanzado. Solo un 5% de ellas podría competir en una especie de champions digital con otros competidores a nivel mundial.
Dos de cada tres empresas españolas se están quedando atrás en este importante proceso, el cual ha pasado a ser crítico para la mayoría de analistas y expertos en el panorama industrial
España se queda atrás en la industria 4.0
Estos referentes ya tendrían plenamente digitalizada toda su cadena de valor, lo que incluye sus procesos de producción y sus operaciones, pasando por el capital humano y la relación establecida con clientes y proveedores.
Estos datos permiten concluir que dos de cada tres empresas españolas se están quedando atrás en este importante proceso, el cual ha pasado a ser crítico para la mayoría de analistas y expertos en el panorama industrial.
El mismo estudio – Global Digital Operations Study 2018 – ha clasificado a las empresas analizadas en virtud de los resultados obtenidos de sus entrevistas a 1.155 directivos de 26 países distintos.
En función de su nivel de digitalización, las compañías se distinguen en este informe por ser líderes digitales (digital champions), innovadoras (digital innovators), seguidoras digitales (digital followers) y novatas (digital novices). Con todo, los resultados concluyen que en España existe un 21% de entidades novatas y un 47% serían agentes followers, con parte de sus procesos digitalizados y conectados entre sí.
Industria 4.0 y productividad
En palabras del socio del sector industrial en PwC, Charles Kirby, “la transformación 4.0 en el mundo industrial integrando cadenas de valor y desarrollando la digitalización de productos y servicios es ya una realidad que está aportando mejoras significativas de productividad y nuevos servicios que fidelizan y aumentan ventas de los clientes.
Las empresas que no están ya avanzando decididamente en este campo se encontrarán con importantes problemas de competitividad a corto-medio plazo”.
La comparativa con el resto del mundo
Aunque muchos piensen que los datos no sean muy alentadores para la economía española, lo cierto es que la comparativa con el resto de las empresas internacionales analizadas no es del todo mala.
Y es que el análisis de la consultora otorga 43,6 puntos a las empresas industriales nacionales, lo que les sitúa ligeramente por encima de la media, definida en 43,3 puntos.
Esto se traduce en que el nivel de digitalización de la empresa española es similar a la media del resto del mundo, algo nada catastrófico, si bien solo el 5% de ellas puede considerarse completamente digitales, la mitad que el resto de países analizados.
Por tanto, a juicio de los expertos, el camino es largo todavía. Un reflexión que tiene más sentido si se tiene en cuenta la procedencia de los ingresos de las organizaciones de este sector.
Las empresas analizadas esperan aumentar sus ingresos en un 11% y reducir los costes en un 19,4% en los próximos cinco años, ateniéndose al avance de la implantación digital
Facturación digital vs. tradicional
En este sentido, se ha detectado que el 80,4% de la facturación de estos agentes todavía procede de productos y servicios tradicionales y ‘solo’ un 19,6% suma ingresos procedentes de un producto o componente digital.
Las perspectivas irán cambiando según pasen los semestres y la relación para dentro de cinco años será la siguiente: del 80/20 actual pasará a ser un 78/22. Es decir, que la tecnología poco a poco irá generando más negocio con el paso del tiempo.
En ese futuro inmediato es posible que confluyan productos y servicios completamente nuevos, nacidos en pos de la cuarta revolución industrial. Claramente, todo ello tendrá un impacto significativo en las cadenas de suministro, la contratación de nuevo personal y, consecuentemente, en la relación con los clientes.
Los impactos de la digitalización
Este hecho otorga un gran interés en los impactos de la digitalización estudiados por PwC. Para empezar, la opinión de los ejecutivos es contundente a la hora de esperar retornos claros de inversiones en términos de ingresos y mejoras de eficiencias en los procesos.
De hecho, las empresas esperan aumentar sus ingresos en un 11% y reducir los costes en un 19,4% en los próximos cinco años. La confianza en las tecnologías es capital para el futuro de la industria.
Entre ellas, las que parecen tener mayor potencial, según la opinión de los directivos, son los sistemas predictivos para el mantenimiento de activos y productos, así como las aplicaciones que permitan controlar y monitorizar los procesos de fabricación (MES).
Son estas tecnologías las que están reclutando las mayores inversiones en el conjunto de las empresas españolas. En una situación más marginal quedaría el Internet de las Cosas debido a que aún no se tiene la suficiente capacitación para su implementación, que las técnicas no están suficientemente desarrolladas o que el retorno de la inversión no se observa tan clarividente. No por ello, la IA no deja de tener su potencial, aunque quizás para su asentamiento se necesiten algo más que cinco años.
El capital humano, el otro impacto de la industria 4.0
Ecosistemas, organizaciones y, por supuesto, individuos. El tercer gran impacto de la cuarta revolución industrial reside en la gestión de las personas. Surgirán nuevos perfiles, más cibertrabajadores y más profesionales formados para aportar soluciones a problemas complejos.
Esto hará que máquinas, herramientas y sistemas de información estén también conectados con las personas. Por tanto, la gestión del capital será crucial para poder jugar en la champions digital.
Un aspecto que parecen tener bien claro la mayoría de los directivos entrevistados, pues el 89% de ellos prevé que aumente la contratación de trabajadores cualificados en los próximos cinco años. Un 50% de los jefes prevé también que se produzcan mejoras salariales al hilo de esta próxima superespecialización.
Sin embargo, por individuos también se entiende a los clientes. Los campeones digitales generan valor e impacto para el cliente mediante la integración de ofertas de soluciones individualizadas y multicanal dentro del ecosistema de la Experiencia de Cliente.
Claves para entender la Champions Digital
- La automoción y la electrónica son las industrias que tienen el liderazgo en la Champions Digital.
- Asia Pacífico es la región más destacada en los procesos de digitalización en la industria. Allí es espera crecer un 17% más en términos económicos para los próximos cinco años, comparado con el 13% que se espera en la región EMEA.
- Las compañías que lideran el ranking destacan por su cercanía hacia los clientes a través de plataformas abiertas.
- Soluciones end-to-end. Los productos digitales establecen una especie de red de colaboración con los clientes.
- Solo el 9% de los líderes industriales tiene implementada la Inteligencia Artificial en su operativa, sin despreciar su potencial para el futuro.
- Las personas se sitúan en el centro de la transformación de la empresa industrial.
