Agosto es mucho más que un mes de descanso para los empresarios que buscan ventaja competitiva. Level UP, una escuela de negocios que ha transformado a más de 52.000 líderes desde 2012, propone utilizar este periodo como una oportunidad para la reflexión y la toma de decisiones estratégicas.
Parar no es una pausa: es una ventaja estratégica
Cuando agosto llega, la mayoría de empresarios ve la oportunidad de desconectar, descansar y cargar pilas. El fundador de LevelUp Carlos Delgado, destaca que los empresarios más exitosos son aquellos que saben parar con intención, cuestionar sus objetivos y redirigir su enfoque para cerrar el año con claridad y determinación.
Pero hay una élite empresarial que interpreta este mes de otra manera: como el mejor momento del año para ganar ventaja competitiva. No descansan más: piensan mejor. Esta visión es la que impulsa el enfoque de Level UP, una escuela de negocios que ha transformado a más de 52.000 empresarios desde 2012.
Según su fundador, Carlos Delgado, “el trimestre que empieza en septiembre no se gana en septiembre. Se gana en agosto. Pero solo si sabes usarlo bien”. Es una declaración que rompe con la lógica tradicional del descanso estival y propone una nueva narrativa empresarial: la de utilizar agosto como una plataforma estratégica de reflexión, reajuste y liderazgo consciente.
El verano como espacio para redirigir, no solo para desconectar
En palabras de Delgado, los empresarios que más crecen tras las vacaciones no son los que más descansan, sino los que se atreven a parar con intención. En lugar de dejarse arrastrar por la inercia operativa, convierten agosto en un mes de enfoque, análisis y toma de decisiones profundas.
Level UP ha identificado seis hábitos que comparten los empresarios con mayor crecimiento sostenible tras el verano:
1. Revisan su propósito
No se preguntan “¿qué toca hacer en septiembre?”, sino “¿por qué sigo haciendo esto?”. Esta reflexión sobre el propósito personal y empresarial marca la diferencia entre seguir por inercia o liderar con sentido. Quien no tiene claro su “para qué”, termina acumulando decisiones sin dirección.
2. Evalúan sin excusas
En agosto, estos directivos y empresarios revisan el trimestre anterior sin buscar culpables. Analizan qué funcionó, qué no, y sobre todo, por qué. Esta mirada objetiva les permite aprender, ajustar y evitar repetir errores que se arrastran durante meses.
3. Redefinen su rol
¿Qué tareas siguen asumiendo por costumbre o por miedo? El descanso veraniego les da la distancia necesaria para redibujar su lugar dentro de la empresa, soltar lo que no les corresponde y delegar con inteligencia.
4. Desconectan de verdad
No se trata solo de cerrar el portátil. Se trata de tener vacaciones reales, sin hablar de ventas, clientes o equipo. Dejar de pensar en el negocio les permite volver con una mente más clara y una visión más amplia.
5. Se desafían
No se conforman con lo conocido. Buscan nuevas ideas, se forman, asisten a eventos o hablan con otros empresarios. Entienden que si ellos no evolucionan, su empresa tampoco lo hará.
6. Visualizan diciembre
Mientras muchos improvisan el retorno laboral, ellos diseñan la estrategia del cierre del año. Se preguntan cómo quieren llegar a diciembre y qué decisiones deben tomar ya para lograrlo. Anticipan, no reaccionan.
El coste de no parar: caos, desgaste y estancamiento
¿Y si no haces esto en agosto? Level UP ha identificado un patrón común: los empresarios que vuelven sin haber parado en serio regresan con más tareas, más desorden y más culpa. Las urgencias toman el control y lo importante queda relegado.
Este desgaste no es menor. “El empresario que no puede parar en agosto no tiene una empresa: tiene una condena. Y eso, a largo plazo, pasa factura al negocio, al equipo y a su salud”, advierte Delgado. La falta de dirección se convierte en una bola de nieve que amenaza la sostenibilidad del proyecto.
No es casualidad que casi el 50 % de las pymes españolas no superen los cinco años de vida. Y no, no es por falta de clientes: es por falta de liderazgo consciente.
Parar con intención: la fórmula Level UP
Level UP no propone vacaciones eternas. Propone parar para mirar con claridad, decidir con intención y volver a conectar con el sentido profundo del negocio. “No enseñamos a facturar más. Enseñamos a liderar mejor. Porque lo primero que hay que salvar no es la empresa: es al empresario”, resume Delgado.
Esta filosofía ha sido la clave del éxito de miles de empresarios que, tras pasar por los programas de Level UP, han logrado no solo crecimiento económico, sino mayor equilibrio, claridad y bienestar personal.
Nuevas formaciones tras el verano: un impulso para la transformación
Con el objetivo de acompañar ese proceso de redefinición, Level UP lanza nuevos encuentros formativos en septiembre, tanto en España como a nivel internacional.
Por primera vez, el programa “Reinicia tu negocio” cruzará fronteras con una edición en Miami, consolidando así el impacto global de la escuela de negocios.
En el ámbito nacional, se celebrarán encuentros en:
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Barcelona: 15 al 17 de septiembre
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Málaga: 24 al 26 de septiembre
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Santiago de Compostela: 29 de septiembre al 1 de octubre
Estos programas están diseñados para provocar transformaciones profundas en el empresario, ayudándole a tomar decisiones con visión, estrategia y equilibrio. Toda la información está disponible en el calendario formativo de su página web.
Un modelo de formación que pone al empresario en el centro
A diferencia de otras escuelas de negocios, Level UP se define como “la fábrica de resultados”, con una metodología que no se centra en herramientas de gestión sino en la mentalidad, el propósito y el liderazgo del empresario. La premisa es clara: si el empresario cambia, la empresa cambia.
Desde su creación en Alicante en 2012, Level UP ha impactado a más de 52.000 empresarios, convirtiéndose en un referente de transformación empresarial real y sostenida.
Carlos Delgado, fundador de LevelUP
El verdadero valor de agosto: perspectiva y dirección
En un entorno donde el ritmo lo marca lo urgente, la pausa intencional es una de las ventajas competitivas más infravaloradas. Agosto puede ser el mes en el que se recupera el foco, se redefinen los objetivos y se construye la estrategia para cerrar el año con fuerza.
Los empresarios que más crecen no son los que corren más rápido, sino los que saben cuándo parar para redirigir. Y eso, en un mundo de prisas, es un acto de liderazgo consciente.
Level UP demuestra que aquellos que utilizan este mes para tomar decisiones profundas y claras pueden anticipar el éxito, evitando el caos y el desgaste.
En última instancia, la pausa consciente se convierte en una ventaja competitiva, esencial para un liderazgo efectivo y un futuro próspero.