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La medicina deportiva ha evolucionado, convirtiéndose en un recurso esencial para todos, no solo para atletas profesionales. Con el auge del deporte amateur  y un estilo de vida más activo, las lesiones como esguinces y tendinitis se han vuelto comunes entre quienes practican ejercicio recreativamente.

El Dr. Pablo de la Cuadra, especialista en traumatología del Hospital Ruber Internacional, destaca la importancia de la prevención y los avances tecnológicos en el diagnóstico y tratamiento de estas dolencias. En este contexto, se vuelve crucial atender adecuadamente a los deportistas de todos los niveles.

La medicina deportiva ya no es exclusiva de los atletas profesionales

Cada vez más personas que practican deporte de forma recreativa sufren lesiones como esguinces, tendinitis, roturas musculares y otras dolencias. El Dr. Pablo de la Cuadra, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Ruber Internacional, confirma que estas patologías son las más habituales en consulta. “Las fracturas, tanto agudas como por estrés, también están en aumento”, explica.

Esta tendencia también responde al auge del deporte amateur, el crecimiento de las carreras populares, los entrenamientos de alta intensidad y la proliferación de nuevos hábitos de vida saludable. A medida que más personas incorporan el ejercicio a su rutina diaria, la necesidad de atención especializada en traumatología deportiva se ha disparado.

Dr. Pablo de la Cuadra, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Ruber Internacional.

Dr. Pablo de la Cuadra, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Ruber Internacional.

Lesiones más frecuentes según el deporte

Según el Dr. de la Cuadra, ciertas lesiones están asociadas a disciplinas deportivas específicas:

  • Fútbol y esquí: roturas de ligamentos cruzados de la rodilla.
  • Baloncesto: esguinces de tobillo.
  • Running: tendinitis del tendón de Aquiles.
  • Tenis: lesiones de codo y muñeca.

La técnica incorrecta, la falta de calentamiento o el mal uso del material deportivo son algunas de las causas más comunes. También influyen factores como el tipo de superficie en la que se practica el deporte, el calzado y la falta de progresión en el esfuerzo físico.

Prevención: la base de todo

Un calentamiento adecuado, buena planificación del entrenamiento, descanso y alimentación son clave para evitar lesiones. “Escuchar al cuerpo y no forzar cuando hay molestias es fundamental”, recalca el especialista del Ruber Internacional.

El entrenamiento cruzado (cross training), que combina diferentes disciplinas, también se recomienda para equilibrar el cuerpo y evitar sobrecargas repetitivas. Igualmente, los estiramientos, la hidratación y el uso de equipamiento adecuado son fundamentales en cualquier práctica deportiva.

Además, destaca la necesidad de revisiones médicas periódicas, incluso entre deportistas aficionados. La prevención y el control profesional son las mejores herramientas contra el sobreentrenamiento y las recaídas.

El papel de la tecnología en el diagnóstico y tratamiento

La incorporación de resonancia magnética de alta resolución, ecografía dinámica y técnicas de cirugía artroscópica ha mejorado notablemente el diagnóstico y el abordaje de las lesiones deportivas.

Estos avances permiten tratamientos más precisos, rápidos y mínimamente invasivos, reduciendo los tiempos de recuperación y mejorando los resultados funcionales a largo plazo.

También se han implementado plataformas biomecánicas para analizar la marcha, la pisada o la técnica de carrera, así como sensores portátiles que monitorizan el rendimiento y la fatiga. Esta información ayuda a los profesionales a anticipar problemas antes de que se conviertan en lesiones.

Terapias biológicas: futuro de la regeneración

El uso de terapias regenerativas como el plasma rico en plaquetas (PRP), las células madre o factores de crecimiento están cobrando protagonismo en el tratamiento de lesiones tendinosas, musculares y articulares.

“Estas terapias activan los procesos de recuperación del propio cuerpo, acelerando la regeneración del tejido dañado”, explica el Dr. de la Cuadra.

También se están explorando soluciones basadas en medicina personalizada y genética para adaptar los tratamientos al perfil biológico de cada paciente, con el objetivo de maximizar su eficacia y reducir el riesgo de recaída.

La fisioterapia sigue siendo indispensable

A pesar de los avances tecnológicos, la fisioterapia continúa siendo una pieza clave. Un programa personalizado y supervisado por profesionales facilita la recuperación completa y previene recaídas.

En muchos casos, los tratamientos fisioterapéuticos se complementan con técnicas innovadoras como la electrolisis percutánea, la neuromodulación o la radiofrecuencia, que aceleran el proceso de curación y permiten una vuelta más segura a la actividad.

Impacto de la pandemia: errores frecuentes

Tras la pandemia, ha aumentado el número de lesiones derivadas del sobreentrenamiento y la planificación deficiente. Muchos aficionados han vuelto a la actividad física sin una preparación adecuada, aumentando el riesgo de sufrir lesiones.

Además, el especialista advierte sobre el peligro de la automedicación y de volver al entrenamiento antes de completar la recuperación: “La clave es sentido común, prevención y seguimiento médico”.

La fatiga pandémica también ha derivado en un incremento de la ansiedad y del estrés, factores que indirectamente elevan el riesgo de lesiones, al influir negativamente en la concentración, la técnica y el descanso del deportista.

Traumatología deportiva para todos

La traumatología deportiva ya no está reservada a los profesionales. Gracias a los avances médicos, cualquier persona puede acceder a técnicas de última generación y tratamientos eficaces. La combinación de tecnología, prevención y rehabilitación personalizada marca un antes y un después en la medicina deportiva.

El Hospital Ruber Internacional se sitúa a la vanguardia de este enfoque, integrando innovación tecnológica, terapias biológicas y equipos multidisciplinares para ofrecer a cada paciente la mejor recuperación posible.

En definitiva, el abordaje actual de las lesiones deportivas no solo trata de curar, sino de prevenir, optimizar y personalizar. Una visión holística que garantiza no solo el regreso al deporte, sino también una mayor calidad de vida a largo plazo.