Los sarcomas son tumores poco frecuentes que representan apenas el 1% de todos los casos de cáncer, pero su complejidad clínica los convierte en un gran reto para los equipos médicos. La enfermedad afecta a tejidos blandos, huesos, sanguíneos, ligamentos, nervios… por lo que la gran complejidad radica en primer lugar en su diagnóstico.
Con motivo del Día Nacional del Sarcoma, que se celebra el 20 de septiembre impulsado por la Fundación Mari Paz Jiménez Casado, especialistas del Hospital Ruber Internacional han querido poner de relieve la importancia de la colaboración entre múltiples disciplinas para ofrecer a los pacientes las mejores opciones de diagnóstico y tratamiento.
La conmemoración, que involucra a 40 centros de las 17 comunidades autónomas, busca visibilizar una enfermedad poco conocida y concienciar a la sociedad sobre la necesidad de reforzar la investigación y el acceso a unidades especializadas.
En el caso del Hospital Ruber Internacional, el centro indica a Directivos y Empresas que ha reforzado su unidad multidisciplinar de sarcomas en la que cada caso se analiza en comité y se toman decisiones conjuntas. Ahora su objetivo es consolidar las técnicas de preservación de extremidades, aplicar nuevas herramientas como la realidad aumentada y la planificación 3D, e impulsar la investigación clínica y la formación de nuevos especialistas.
El sarcoma existe mucha precisión diagnóstica
Una de las especialidades clave a la hora de diagnosticar el sarcoma es Anatomía Patológica. La jefa de esta unidad en el Ruber Internacional, la doctora Purificación Domínguez, subraya el papel decisivo de su especialidad en cuanto a tipificar los sarcomas y diferenciarlos de otras lesiones.
“Todo comienza con una biopsia, que analizamos mediante técnicas histológicas para identificar el tipo celular, el patrón de crecimiento y las características estructurales. Estos datos, junto con la información clínica y radiológica, nos permiten distinguir entre los distintos subtipos de sarcoma o descartar lesiones benignas”.
La especialista reconoce que la rareza de estos tumores es la principal dificultad diagnóstica, ya que obliga a concentrar los casos en centros con experiencia. Además, señala que la inmunohistoquímica y las técnicas moleculares —como FISH, PCR o NGS— son hoy imprescindibles: “La detección de alteraciones genéticas específicas, como la fusión EWS-FLI1 en el sarcoma de Ewing o la amplificación de MDM2 en el liposarcoma desdiferenciado, permite avanzar hacia una medicina de precisión clave para la planificación terapéutica”.
Por otro lado, el papel de la imagen es crucial. El doctor Fernando Herráiz, especialista en Radiodiagnóstico, explica que desde la resonancia magnética hasta el PET, pasando por biopsias guiadas por imagen, todas las técnicas tienen como fin “caracterizar la lesión con la mayor exactitud posible y correlacionar los hallazgos con la clínica y la patología”.
Cirugía de reconstrucción y preservación funcional: el primer paso del tratamiento del sarcoma
La cirugía es uno de los pilares del tratamiento de los sarcomas. El doctor César Casado, jefe de Cirugía Plástica, explica que tras la resección del tumor “se emplean colgajos robustos, capaces de resistir la radioterapia posterior, a menudo mediante técnicas microquirúrgicas”. El objetivo, añade, es doble: garantizar la resección completa y, al mismo tiempo, devolver funcionalidad y estética al área afectada.
El especialista destaca que, gracias a los avances, hoy la amputación es una excepción: “Las técnicas de preservación de extremidades han supuesto un cambio radical. Además, las transferencias nerviosas y los procedimientos de recuperación linfática permiten reducir secuelas y mejorar la calidad de vida de los pacientes”.
Varios de los especialistas del Hospital Ruber Internacional.
Retos vasculares y cirugías conjuntas
El doctor Pablo Gallo, jefe de Cirugía Vascular, señala que los sarcomas con afectación vascular presentan desafíos específicos: “La resección implica riesgo de sangrado y dificultades para diferenciar entre compresión e infiltración. En muchos casos la verdadera afectación solo se confirma en quirófano”. Y es ahí donde se suelen realizar reconstrucciones vasculares. “Si una arteria está comprometida, realizamos bypass; cuando se trata de venas, añadimos profilaxis trombótica o incluso filtros de vena cava. Todo esto se hace en coordinación con cirugía ortopédica oncológica, en intervenciones conjuntas que buscan preservar extremidades y evitar amputaciones”, explica.
Ortopedia oncológica y cirugía de precisión
Para el doctor Eduardo Ortiz, responsable de Cirugía Ortopédica Oncológica, la clave está en el trabajo en equipo. “El sarcoma es un tumor raro y complejo. Contar con un equipo multidisciplinar reduce tiempos, ansiedad y mejora la supervivencia”, sostiene.
El especialista destaca los avances tecnológicos, como la cirugía guiada por navegación 3D, las guías de corte personalizadas o los modelos tridimensionales, que permiten resecciones más seguras. En niños, las endoprótesis expandibles preservan el crecimiento óseo, mientras que los injertos biológicos siguen siendo una herramienta clave.
Oncología de precisión y radioterapia avanzada
La doctora María Ángeles Vaz, de Oncología Médica, recuerda que existen más de 70 subtipos de sarcomas, cada uno con características moleculares propias. “La precisión diagnóstica permite dividir a los pacientes en tres grupos: quienes se benefician de terapias dirigidas frente a alteraciones moleculares, los que pueden responder a inmunoterapia y aquellos en los que la quimioterapia sigue siendo la mejor opción, aunque con estrategias más avanzadas, como su administración previa a la cirugía”.
En Oncología Radioterápica, la doctora Belén Belinchón subraya la eficacia de las técnicas de intensidad modulada, imagen guiada y control de movimiento, que logran irradiar con mayor precisión el tumor protegiendo los tejidos sanos. Además, técnicas como la radiocirugía robótica con Cyberknife permiten tratar metástasis en pocos días y con gran exactitud.