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Hoy se celebra el Día Mundial del Corazón y el mensaje que traslada el colectivo médico se refiere a la necesidad de practicar ejercicio físico a la rutina diaria como herramienta fundamental para proteger al, quizás, el órgano más importante para la vida. ¿Cuánto y de qué manera? Las respuestas las ofrece para Directivos y Empresas el doctor José Ángel Cabrera, jefe del Servicio de Cardiología de Olympia Centro Médico Pozuelo y del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

“El ejercicio físico mejora la circulación, controla la presión arterial y fortalece el músculo cardíaco. Además, ayuda a mantener un peso saludable y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares a largo plazo”, empieza comentando el experto.

Los beneficios no se limitan a la salud física. Practicar deporte de forma regular influye también en el estado de ánimo, en la capacidad de concentración y en la reducción del estrés, factores que a su vez tienen un impacto directo en la salud cardiovascular.

Cuidar al corazón con estas rutinas físicas

Ya entrando en detalla sobre las rutinas físicas, el cardiólogo recomienda combinar distintos tipos de actividad. “Lo más aconsejable es combinar ejercicio aeróbico, como caminar, correr o nadar, con entrenamiento de fuerza. Juntos mejoran la resistencia del corazón, la presión arterial, la masa muscular y el metabolismo”, explica.

En cuanto a la frecuencia, las recomendaciones internacionales son claras: al menos 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad intensa por semana, repartidos en cuatro o cinco días, en sesiones de unos 30 minutos. No es necesario realizar grandes maratones; la clave está en la constancia.

Con el paso del tiempo, estos hábitos provocan cambios visibles en el organismo: “El corazón late de forma más eficiente, disminuye la frecuencia en reposo y aumenta la capacidad de bombeo. También mejora la oxigenación de los tejidos”, añade el Dr. Cabrera, reconocido por Forbes como uno de los mejores médicos de España.

El ejercicio actúa como una auténtica medicina preventiva. Reduce el riesgo de hipertensión, infarto e insuficiencia cardíaca, mejora la presión arterial, el colesterol y la función vascular.

Dr-Jose-Angel-Cabrera

Dr. José Ángel Cabrera.

¿Qué ocurre con las personas enfermedades crónicas?

En pacientes que ya han sufrido un infarto o presentan patologías cardíacas, el ejercicio adaptado mejora la capacidad funcional y acelera la recuperación. “Además, eleva la calidad de vida, la autoestima y disminuye el riesgo de recaídas”, señala.

En personas mayores o con enfermedades crónicas, la clave está en adaptar la intensidad y contar con supervisión médica. Caminar, montar en bicicleta estática o practicar natación suave son actividades seguras y altamente beneficiosas para este perfil de pacientes.

Sedentarismo, el enemigo del corazón

Al contrario que el deporte, el sedentarismo se convierte en un enemigo silencioso: favorece la obesidad, eleva la presión arterial, el colesterol y la glucosa, y debilita el músculo cardíaco, incrementando de manera notable las posibilidades de sufrir un evento cardiovascular.

Según datos de la Fundación Española del Corazón, la inactividad física es responsable del 5% de las enfermedades cardiovasculares en España, una cifra que alerta sobre la necesidad urgente de promover hábitos de vida más activos. Y es que la enfermedad cardiovascular continúa siendo la primera causa de mortalidad en nuestro país, con más de 150 fallecimientos diarios.

La evidencia científica es contundente. Cada hora de ejercicio semanal reduce de forma progresiva el riesgo de enfermedad cardiovascular. Incluso quienes nunca han practicado deporte pueden obtener beneficios significativos al comenzar, aunque sea con rutinas muy básicas. El argumento más habitual para no hacer ejercicio es la falta de tiempo. Sin embargo, el Dr. Cabrera anima a replantear esta idea. “Se pueden incorporar pequeños gestos diarios: subir escaleras en lugar de coger el ascensor, caminar al trabajo, bajarse una parada antes del transporte público o dedicar 15 minutos a ejercicios en casa. La clave es la constancia”, recuerda.