España y el conjunto de Europa han vivido un cambio profundo en los patrones de maternidad. Lo que antes era una excepción —ser madre a partir de los 40— hoy se ha convertido en una realidad cada vez más habitual. Las razones son múltiples, pero las más comunes son las abarcan cuestiones económicas y sociales. No obstante, desde el punto de vista de la salud, esta situación obliga a replantear estrategias de atención, prevención y acompañamiento. De todo ello y de los riesgos de los embarazos con 40 años o más habla para Directivos y Empresas el doctor Juan José López Galián, jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José.

Dr. Juan José López Galián.
Embarazos con 40 años o más: riesgos asociados
Según sostiene este experto, la maternidad avanzada está asociada a un mayor riesgo durante la gestación. “La edad materna avanzada se relaciona con más probabilidades de complicaciones tanto maternas como neonatales”. Esta primera clave es algo que deben tener en cuenta todas aquellas mujeres que se exponen a un embarazo con 40 años o más, que por cierto son cada vez más según refleja Instituto Nacional de Estadística (en 2024, el porcentaje de nacimientos en madres de estas franjas de edad llegó hasta el 10,44%).
Entre los riesgos maternos más frecuentes destacan las comorbilidades previas o adquiridas con la edad, como obesidad, diabetes gestacional o hipertensión, además de complicaciones anatómicas como la placenta previa. En el caso del bebé, aumenta la incidencia de retraso del crecimiento intrauterino, macrosomía (peso al nacer superior a 4 kilos) y ciertas malformaciones genéticas. También es mayor la probabilidad de parto prematuro o de recurrir a una cesárea.
Qué hacer para tener un embarazo saludable a partir de los 40 años
Aun así, el especialista de Quirónsalud San José matiza que estos riesgos no deben interpretarse como una sentencia. “Pasados los 40 es perfectamente posible llevar un embarazo saludable y controlar los riesgos asociados”, subraya. La clave está en el acompañamiento médico, la vigilancia periódica y la adopción de hábitos que favorezcan el bienestar materno-fetal. El ginecólogo resume en tres grandes líneas las pautas esenciales para las mujeres que buscan un embarazo a edades más avanzadas:
- Dieta equilibrada: rica en frutas, verduras, fibra vegetal y baja en azúcares simples y alimentos ultraprocesados.
- Actividad física regular: adaptada a cada etapa del embarazo y al estado de salud previo de la futura madre.
- Descanso adecuado: un pilar fundamental para el equilibrio hormonal, la regulación del estrés y el bienestar general.
A estos hábitos se suma una estricta adherencia a las recomendaciones médicas y los controles específicos que permiten detectar precozmente cualquier complicación. Todos los detalles de cada caso es conveniente conocerlos de antemano. Por ello, antes de buscar un embarazo, especialmente después de los 40, el experto insiste en la necesidad de realizar una revisión ginecológica integral. Además de la pertinente entrevista con la paciente y una exploración física, este examen puede incluir pruebas complementarias como una ecografía transvaginal para evaluar el útero y los ovarios o una citología para analizar el estado del cuello del útero.
Ya en periodo del embarazo, el seguimiento a las pacientes es clave y serán necesarios controles de peso, monitorización de glucosa, tensión arterial, así como las pertinentes evaluaciones periódicas en el desarrollo del bebé. No tiene por qué haber problemas con un seguimiento adecuado y con todas las herramientas que facilitan hoy en día los ginecólogos como el doctor López Galián.









