Cada año, miles de personas en España descubren que una llaga persistente, una mancha blanquecina o una leve incomodidad al tragar no eran síntomas menores, sino señales de una enfermedad con un nombre inquietante: cáncer oral. En 2024, se estimaron 7.603 nuevos casos de cáncer de cavidad oral y faringe en nuestro país, según datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN).
Además de la cuestión numérica, los especialistas recuerdan en este Día Europeo contra el Cáncer Oral, el problema es que esta enfermedad pasa desapercibida y muchos diagnósticos llegan muy tarde. Cuando esta patología se encuentra en fases avanzadas, los tratamientos disponibles son más agresivos, menos eficaces y dejan secuelas bastante severas.
Fuentes como la doctora Milagros Díaz, responsable de la Unidad de Odontología para Pacientes de Alto Riesgo en Ruber Internacional Centro Médico Habana, hace un llamamiento a concienciarse sobre esta enfermedad y afirma para Directivos y Empresas que la detección del cáncer oral “salva vidas”.
Señales del cáncer oral: la importancia de la autoexploración y las revisiones en el dentista
Según la especialista, identificar a tiempo lesiones sospechosas como úlceras que no cicatrizan tras 15 días, manchas blancas o rojas persistentes, bultos o dolor inexplicable puede marcar la diferencia entre un tratamiento conservador y uno mutilante.
El perfil más habitual del paciente con cáncer oral responde al de un hombre mayor con antecedentes de tabaquismo y consumo de alcohol. Sin embargo, la infección por el virus del papiloma humano (VPH), especialmente el tipo 16, está alterando ese patrón: los nuevos casos entre personas jóvenes han aumentado, y con ello la necesidad de ampliar el foco de prevención.
La Dra. Díaz insiste en el valor de la autoexploración y las visitas periódicas al dentista —una vez al año, o cada seis meses si se presentan factores de riesgo— como herramientas esenciales para detectar a tiempo esta enfermedad. Además, recuerda que el dentista suele ser el primer profesional sanitario en observar la cavidad oral con detenimiento y está capacitado para realizar biopsias que confirmen un diagnóstico en estadios tempranos.
Además del impacto vital, el cáncer oral y sus tratamientos conllevan un alto coste funcional y emocional: mucositis, sequedad, llagas, pérdida de piezas dentales, infecciones recurrentes, dificultad para hablar, tragar o incluso alimentarse con normalidad. Por eso, la doctora recomienda una higiene bucal cuidadosa —cepillos de cerdas suaves, evitar alimentos irritantes, mantener una buena hidratación— y visitas regulares al dentista cada cuatro meses durante el tratamiento.
“Hay que pensar en la boca no solo como una puerta de entrada del cuerpo, sino como un espejo de nuestra salud general”, añade.
El cáncer de cabeza y cuello
Dentro del cáncer oral hay que incluir también al cáncer de cabeza y cuello, que representa el 5% de todos los tumores diagnosticados en adultos en España. La oncóloga del Hospital Ruber Internacional, doctora María Cruz Martín Soberón, destaca que estos tumores pueden afectar a la nasofaringe, laringe, hipofaringe, cavidad oral, glándulas salivares y senos paranasales, entre otros.
“En función del órgano afectado, hablamos de diferentes tipos de cáncer, pero aproximadamente el 90% son carcinomas epidermoides”, explica. Pese a su alta incidencia, no existe aún un programa de cribado poblacional como los que existen para el cáncer de mama, colon o cuello uterino. La detección sigue dependiendo de la sospecha clínica, la formación de los profesionales y la concienciación ciudadana.
Dras. Milagros Díaz y María Cruz Martín Soberón.