Al margen de las enfermedades crónicos y todos los cuidados que se deben aplicar a la piel para evitar los efectos de la radiación solar, el verano tiene su riesgo para la salud por los muchos y variados deportes que se practican este año y la falsa sensación de seguridad que tienen las personas.
La experiencia del Hospital Quirónsalud Marbella indica que las lesiones traumatológicas son muy habituales en esta época del año ya que muchas personas no deportistas habituales se lanzan a practicar una actividad que requiere estar en cierta forma y llevar a cabo rutinas de calentamiento previo. Así lo confirma para Directivos y Empresas el doctor Francisco Rodríguez Argáiz, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del centro andaluz.
Deportes de verano y lesiones: habituales en julio y agosto
Según datos del propio hospital, uno de cada cinco pacientes atendidos en Traumatología durante julio y agosto presenta una lesión relacionada con la práctica deportiva. Entre las más frecuentes se encuentran las distensiones musculares, roturas fibrilares, tendinopatías y esguinces, especialmente en extremidades inferiores como piernas, rodillas o tobillos.
“Son lesiones derivadas de la falta de calentamiento, una mala técnica o un sobreesfuerzo”, apunta el especialista. Pero el verdadero riesgo llega con los deportes acuáticos, cuya popularidad se dispara en los destinos de costa.
El problema, según explica el Dr. Rodríguez Argáiz, es la falsa sensación de seguridad que proporciona el agua. “Muchos infravaloran el riesgo, pero una caída a gran velocidad sobre el mar puede generar lesiones tan graves como las que se producen en carretera”, asegura.
Kitesurf, el deporte de verano más arriesgado
El kitesurf es, en este sentido, la disciplina que más preocupa a los especialistas. “Una ráfaga de viento puede elevar a una persona inexperta varios metros en el aire y hacer que caiga bruscamente, con consecuencias importantes”, advierte. También las motos de agua provocan accidentes con traumatismos de alta energía que requieren atención médica urgente.
No todas las lesiones veraniegas vienen del deporte de aventura. Actividades recreativas como los parques acuáticos, las camas elásticas o los castillos hinchables también provocan lesiones, sobre todo en niños y adolescentes. “Hemos atendido casos con traumatismos craneales, abdominales y fracturas que obligan a acudir a Urgencias”, afirma el jefe del servicio.
En todos estos casos, el mensaje es claro: no se trata de eliminar el ocio, sino de recordar que el juego también tiene sus normas de seguridad. “Son actividades lúdicas, sí, pero no están exentas de riesgo”, insiste el especialista.
Dr. Rodríguez Argaiz.
Prepararse para prevenir: las claves para unas vacaciones sin lesiones
Los expertos coinciden en que la mayoría de estas lesiones se pueden prevenir con hábitos sencillos y sentido común. El Dr. Rodríguez Argáiz enumera una lista de recomendaciones clave:
- Contar con una condición física mínima antes de iniciar actividades exigentes.
- Realizar calentamiento previo y estiramientos posteriores al ejercicio.
- Mantener una hidratación adecuada, especialmente en deportes como senderismo, ciclismo o running, donde el calor y la sudoración pueden provocar deshidratación severa.
- Utilizar calzado adecuado y equipamiento de protección si es necesario.
La deshidratación, en particular, es uno de los factores que más lesiones provoca en verano. “Se pierden muchas sales minerales y agua, lo que afecta al funcionamiento muscular y aumenta el riesgo de calambres y otras lesiones”, advierte.
¿Qué hacer ante una lesión?
Cuando se produce una lesión leve, como una torcedura o un golpe, los especialistas recomiendan seguir el protocolo básico de primeros auxilios:
- No apoyar el miembro afectado.
- Aplicar hielo local durante 10 minutos.
- Elevar la extremidad para reducir la inflamación.
Sin embargo, si hay dolor intenso, inflamación significativa, dificultad para mover la extremidad o deformidad visible, es imprescindible acudir cuanto antes a un servicio de Urgencias.
“El 98 % de las lesiones se trata de forma conservadora, con antiinflamatorios, reposo y en algunos casos, inmovilización”, aclara el doctor. Pero en torno al 2 % de los casos requiere cirugía, sobre todo cuando hay fracturas complejas o daños estructurales graves.