Evolución del packaging dentro del mercado de los aceites

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El packaging de Castillo de Canena destaca siempre de su competencia

El aceite de oliva virgen extra de alta gama – el de cosecha temprana, que huele a hierba, a fruto, a tomatera o a almendra- necesita conservar sus propiedades de manera concienzuda para que el consumidor cuando abra la botella reciba todos los aromas del buen aceite, sin que se hayan perdido debido al paso del tiempo. 

La conservación del aceite es una parte importante del proceso de producción al que hasta ahora no se le venía prestando mucho cuidado. Normalmente se presentaba el aceite en garrafas de plástico y ni siquiera se prevenía el mantenerlas fuera de la luz y el calor. Sin embargo, cada vez son más los cosecheros que se preocupan porque el aceite llegue al consumidor en perfectas condiciones y han cambiado sus envases por botellas de cristal, oscuras, e incluso añadiendo gas nitrógeno durante el envasado para luchar contra la oxidación, que se produce por el contacto del aceite con el aire. 

 

Reserva Familiar

 

La botella negra de Castillo de Canena es una botella personal que incluye su logo. Es una botella simple, limpia con un mensaje muy claro en la etiqueta que destaca que el aceite está embotellado en la propiedad, es decir, que son cosecheros y que controlan todo el proceso de producción desde el olivo hasta la comercialización.

 

Por otra parte, se indica que el aceite es Virgen Extra de Cosecha Temprana y muy importante la varietal, con letras en oro para Picual y en plata para la Arbequina.

En la contra, también se explica el concepto de Reserva Familiar, durante generaciones se han seleccionado para el consumo de la familia los mejores vírgenes extra, que hoy quieren compartir con todos aquellos que aprecian los zumos únicos y especiales. 

Para conservar la cata, el aceite es envasado con gas nitrógeno, un gas inocuo, que conserva todas las propiedades organolépticas del aceite hasta el momento de su consumo.

 

Primer Día de Cosecha

 

 Con el primer día de cosecha Castillo de Canena quiere poner en valor todo lo que representa las primeras 24 horas en las que comienzan a recoger la aceituna y rápidamente a molturarla en la almazara. El primer día de cosecha pone de relieve los nervios, la magia y la satisfacción que suponen embotellar los primeros aceites, fruto de todo un año de trabajo y esmero en el campo. Por este motivo, quisieron hacer algo diferente cada año, un pequeño homenaje a esta primera jornada. Y se les ocurrió que podían invitar a una persona del mundo de la cultura a realizar la etiqueta de este Primer Día tan especial. La diseñadora Sara Navarro fue la primera invitada y ella eligió el color rojo cereza, que tanto caracteriza a sus diseños, para vestir de gala este aceite.

“Al principio íbamos a cambiar de color cada año, pero de repente empezamos a escuchar a hablar de la botella roja de Castillo de Canena y pensamos por qué no mantenemos el color y cambiamos cada año la etiqueta”, comenta Rosa Vañó, directora comercial de la compañía. 

 

Después de Sara Navarro, otras personalidades les brindaron su ayuda. El torero Enrique Ponce, el diseñador de joyas, Joaquín Berao, la soprano Ainhoa Arteta, el escultor Manolo Valdés, y el baloncestista Pau Gasol.

 “Nos dimos cuenta que habíamos conseguido romper la categoría aportando un concepto novedoso y que la gente lo esperaba”, señala Vañó.

Durante el primer día sólo da tiempo de producir 10.000 botellas de cada varietal, arbequina y picual, por lo que esta línea supone una tirada limitada. Normalmente a mediados de año ya no tienen más botellas de Primer Día y hay que esperar a que comience la nueva cosecha para que aparezca de nuevo la botella roja en el lineal, comunicando a los clientes: Ya está aquí la nueva cosecha de Castillo de Canena y ¿este año qué sorpresa nos traerá?

 

Aceites del Siglo XXI

La línea de Aceites del Siglo XXI encierra una gama de aceites de concepto, por definición diferente, aceites que nunca se hayan hecho antes.

Primero. Royal Temprano

“Para Royal temprano elegimos un envase muy moderno, que contrastara con lo que conservaba dentro: una varietal milenaria cuya producción se estaba abandonando”, explica Vañó. Quisieron darle al Royal la importancia que merecía por su original cata de Alcachofa, Hierba y Plátano y fueron los primeros en escribir en la botella la cata, para que el consumidor supiera que podría encontrar en este aceite. Querían poner en contraposición el concepto de innovación en la botella y de antigüedad en el contenido. Además, el envase ha sido premiado en múltiples ocasiones como el Premio Armonía (Italia, 2011) que alababa específicamente su fuerza comunicativa.

 

Segundo. La Cata Horizontal

Con la Cata Horizontal  presentan una divertida experiencia gastronómica y sensorial. Enseñando el color de los aceites, desde el más intenso y casi fluorescente verde de Octubre, al verde más cálido de Noviembre y el verde dorado de Diciembre. Muestran las botellas como si fueran una burbuja de aceite pero sin perjudicar la calidad de los aceites, por lo que utilizamos un barniz que actúa como filtro contra los rayos UVA. Una auténtica apuesta por la innovación que permite al consumidor jugar con las emociones. 

 

Tercero. Aceite al humo de roble

Para el tercero de nuestros aceites del siglo XXI, que es un aceite infusionado en frío con humo de maderas ecológicas, sobre todo de roble, optaron por un azul muy de cuento de hadas. Así han vuelto a dar un giro de efecto a la categoría de los aceites, continuando aportando originalidad y novedad al mercado. “El color azul turquesa, expresa la fusión entre lo tangible y lo intangible en un mágico cuento para niños”, señala Rosa Vañó, que tiene otros muchos proyectos en cabeza para próximos lanzamientos. 

 

 

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