Este año, viajar durante el verano sale más caro que en años anteriores. Acostumbrados a hablar de inflación en el ámbito de la energía y en la cesta de la compra, el turismo también vive un momento de alzas en los precios, especialmente en alojamiento. Según el informe ‘The Hotel Pricing Outlook’ elaborado por Simon-Kucher, el incremento de las pernoctaciones en los hoteles es de un 9% con respecto al invierno anterior. Esto es solo un ejemplo, pero es previsible que los precios en el chiringuito de turno o el de otros servicios también es mayor en este 2024.
¿Es posible ahorrar dinero durante las vacaciones? La respuesta es sí, aunque para ello hay que seguir los consejos que nos ha compartido Joaquín Hidalgo Jimeno, responsable de productos de ahorro e inversión en Nationale-Nederlanden.
El experto enfatiza que la planificación y la toma de decisiones informadas son esenciales para maximizar el disfrute y minimizar los gastos durante las vacaciones. Reservar billetes y alojamientos con mayor antelación, así como elaborar un presupuesto detallado, son factores que aumentan la probabilidad de ahorro. No obstante, hay otros aspectos a considerar para disfrutar sin comprometer todos nuestros ahorros.
9 recomendaciones para ahorrar dinero en las vacaciones
Algunas recomendaciones para aquellos que buscan unas vacaciones asequibles y placenteras son:
- Planificación anticipada: La clave para unas vacaciones económicas radica en la planificación anticipada. Reservar billetes de avión y alojamiento con suficiente antelación puede resultar en precios significativamente más bajos. Además, establecer un presupuesto detallado ayudará a controlar el gasto y evitar sorpresas financieras.
- Elegir el destino: Optar por destinos menos demandados puede ser una excelente manera de reducir costos. Los lugares fuera de temporada o menos populares suelen ofrecer tarifas más asequibles en comparación con los destinos de moda.
- La moneda: Para quienes viajan fuera de la zona euro, es crucial analizar el tipo de cambio de la moneda local. Viajar a países donde la moneda está depreciada frente al euro puede ofrecer ventajas económicas. Es recomendable revisar la sucursal bancaria en la que realizar el cambio para evitar comisiones elevadas. Generalmente, el lugar más adecuado es la sucursal bancaria de cada uno, aunque existen casas de cambio con comisiones competitivas, especialmente comparadas con el cambio en el aeropuerto.
- Métodos de pago: Utilizar tarjetas de crédito o débito suele ser más conveniente que llevar efectivo, gracias a las menores comisiones de cambio y la comodidad. Las nuevas tecnologías de pago, como el móvil o contactless, también pueden ser útiles, aunque es importante verificar su aceptación en el destino.
- Organización del viaje: Los viajes organizados o paquetes vacacionales pueden resultar menos flexibles y económicos en comparación con planificar el viaje por cuenta propia. Organizar el viaje personalmente permite libertad para escoger los planes, ajustar las fechas y horarios para aprovechar tarifas más económicas. Es importante evitar las fechas en las que la mayoría de la gente viaja, como los primeros y últimos días del mes y las quincenas, si es posible.
- Flexibilidad: Mantener una actitud flexible tanto en los destinos como en las fechas de viaje permite aprovechar descuentos y promociones de última hora, encontrar tarifas aéreas más económicas y disfrutar de alojamientos a precios reducidos. Al no limitarse a un solo destino o a fechas específicas, se abre un abanico de posibilidades.
- Alojamiento: Campings, albergues y plataformas de alquiler de apartamentos pueden ser opciones más económicas que los hoteles. Asimismo, la ubicación del alojamiento es fundamental: estar cerca de los lugares que se quieren visitar puede ahorrar en transporte, aunque el costo inicial sea mayor.
- Transporte: Utilizar el transporte público y preguntar por las ofertas (como los bonos de transporte) puede ser una forma eficiente de moverse.
- Seguir las costumbres locales: Explorar las opciones locales, frecuentar los lugares que visitan las personas que viven en el destino (especialmente para comer o tomar algo) y evitar los sitios turísticos también puede contribuir a reducir los gastos.