Decenas de trabajadores de Clesa se han concentrado este jueves en la madrileña Puerta del Sol para mostrar su «desconcierto» sobre su futuro laboral, una semana después de que el empresario José María Ruiz-Mateos anunciara que una decena de empresas de Nueva Rumasa han entrado en fase preconcursal.
MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Decenas de trabajadores de Clesa se han concentrado este jueves en la madrileña Puerta del Sol para mostrar su «desconcierto» sobre su futuro laboral, una semana después de que el empresario José María Ruiz-Mateos anunciara que una decena de empresas de Nueva Rumasa han entrado en fase preconcursal.
En declaraciones a Europa Press Televisión, el presidente del comité de empresa de Clesa Madrid, Javier de Blas, ha explicado que la situación es «bastante crítica», dado que llevan «desde el pasado viernes» sin poder fabricar ante la falta de materias primas.
Así, ha argumentado que la plantilla de Clesa, que en Madrid suma 350 trabajadores, no han cobrado todavía la paga extra de Navidad y llevan el pago del mes de enero atrasado.
De Blas ha afirmado que, desde el comité van a «luchar» por el mantenimiento de los puestos de trabajo, ya que a su juicio la empresa tiene «viabilidad» y lo que necesita es «una gran inversión de dinero para poder sacarla a flote».
Por su parte, Santos Ojeda, de la Federación Agroalimentaria de UGT, ha recalcado que Clesa es una empresa «emblemática» en Madrid y que los empleados que la integran llevan «toda la vida trabajando allí y ahora se han encontrado» con esta situación de incertidumbre.
«Nueva Rumasa ha dejado de pagar a proveedores, ha dejado de pagar la materia prima, a los trabajadores y ahora los empleados se dedican a pasear por las naves», ha señalado Santos, quien ha agregado que desde UGT piden a la Consejería de Economía de Madrid que «si la empresa es rentable se busquen compradores» o que el propio Gobierno regional se haga cargo de ella.
Entre los trabajadores que se han dado cita en la Puerta del Sol se encontraban José Antonio R. Robles y Gema Miranda, empleados de Royne y Clesa, respectivamente, que además de denunciar el impago de las nóminas, han destacado que su principal temor es la incertidumbre sobre cual va a ser su futuro laboral.
