Las cifras más recientes revelan que más de 110.000 organizaciones han registrado un Delegado de Protección de Datos en la AEPD, mientras que las consultas sobre esta figura han experimentado un incremento del 22% en el último año.
Datos como estos reflejan que el Delegado de Protección de Datos (DPO) juega un papel cada vez más importante para las empresas. Pero, ¿cuándo es obligatorio y cuáles son los motivos que llevan a esta obligatoriedad? Además, ¿cómo influye la inteligencia artificial en la necesidad de contar con esta figura?
Grupo Atico34, consultora especializada en protección de datos, ha charlado con Directivos y Empresas destacando la importancia de esta figura para garantizar el cumplimiento normativo y evitar sanciones. Según sus expertos, muchas organizaciones desconocen su obligación de contar con un DPO, lo que puede derivar en problemas legales y reputacionales.
¿Qué es un Delegado de Protección de Datos?
El Delegado de Protección de Datos (DPO) es el encargado de asegurar que una empresa cumpla con la normativa de protección de datos. Supervisa el tratamiento de la información, asesora sobre medidas de seguridad y actúa como enlace con la AEPD. Su papel es clave para prevenir sanciones y proteger la privacidad de clientes y empleados.
Obligación de designar un DPD según el RGPD
El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establece en su artículo 37.1 los casos en los que es obligatorio designar un DPD. Remarcar que antes de elegir un DPD es necesario consultar si el profesional está inscrito en la AEPD.
Deben contar con esta figura las entidades cuyas actividades principales impliquen una observación habitual y sistemática de interesados a gran escala, como empresas de telecomunicaciones o entidades financieras o agencias de marketing que traten grandes volúmenes de datos.
Además, el tratamiento de categorías especiales de datos también requiere la designación de un DPD. Por ejemplo, empresas de seguridad privada, clínicas de fisioterapia, centros de salud o aseguradoras médicas que tratan datos de pacientes, o colegios, institutos y universidades que tratan datos de menores.
“Contratar a una empresa de protección de datos como Grupo Atico34 permite a las organizaciones obtener la asignación de un Delegado de Protección de Datos con experiencia y reputación demostrable, que es uno de los requisitos principales que debe ofrecer esta figura”, remarcan desde la compañía.
Por su parte, la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD), en su artículo 34, cita los casos específicos en los que es obligatorio contar con un DPD. Desde Grupo Atico34 subrayan que muchas de estas organizaciones no sólo están obligadas por ley a designar un DPD, sino que también pueden beneficiarse de su asesoramiento en la prevención de riesgos y mejora de la gestión de datos personales.
Inteligencia Artificial y la necesidad de un DPD
El avance de la inteligencia artificial también plantea nuevos retos en la protección de datos. Si una organización usa IA para el tratamiento masivo de datos personales o la toma de decisiones automatizadas, podría estar obligada a contar con un DPD según las normativas mencionadas.
Según Grupo Atico34, las organizaciones que integran IA deben evaluar cuidadosamente el impacto de esta tecnología en la privacidad de los usuarios y, en muchos casos, contar con un DPD para garantizar el cumplimiento normativo. La transparencia y la seguridad en el tratamiento de datos son factores clave a considerar al implementar tecnologías avanzadas.
Recomendaciones para las empresas
Grupo Atico34 ofrece algunos consejos para las organizaciones que deban contar con un DPD o quieran designarlo voluntariamente.
Recomiendan realizar una evaluación de riesgos antes de iniciar cualquier tratamiento de datos para analizar su impacto en la privacidad. También es fundamental capacitar al personal en protección de datos y buenas prácticas, además de garantizar la transparencia informando a los interesados sobre el tratamiento de sus datos y los derechos que les asisten.
Otro aspecto clave es la supervisión continua, mediante auditorías y controles para asegurar el cumplimiento normativo.
En definitiva, el Delegado de Protección de Datos es una figura clave para garantizar la seguridad de la información en muchas organizaciones. Aunque no todas están obligadas a designarlo, su presencia aporta un valor añadido en la gestión de la privacidad y el cumplimiento legal. La evolución tecnológica, incluida la IA, refuerza la importancia de contar con profesionales especializados en protección de datos.