El avance de la inteligencia artificial (IA) plantea una transformación significativa en el ámbito laboral, llevando a replantear la sostenibilidad de las carreras profesionales.
Este cambio de paradigma ofrece oportunidades para aquellos que estén dispuestos a adaptarse y aprender en un entorno empresarial en constante evolución.
De la amenaza al potencial: un cambio de paradigma
Con el avance imparable de la inteligencia artificial (IA), la sostenibilidad de las carreras profesionales se ha convertido en una prioridad tanto para empleados como para empresas. Según el informe “Hacia el Futuro: la sostenibilidad de la carrera profesional en tiempos de la IA” elaborado por Experis (ManpowerGroup), el enfoque debe centrarse en la colaboración entre personas y tecnología, en lugar de en la sustitución. La IA, lejos de representar una amenaza inminente, es una herramienta que, bien integrada, puede potenciar el talento humano.
El auge de la IA en los procesos empresariales
Actualmente, más del 53% de las empresas ya utiliza tecnologías basadas en IA para contratación, formación o incorporación de talento. Las compañías más avanzadas, sobre todo en América Latina, destacan por su temprana adopción de estas herramientas. Sin embargo, solo el 10% de los directivos tecnológicos afirma que la IA está plenamente integrada en sus organizaciones, lo que representa una oportunidad para trabajadores y empresas que aún están en fase de exploración.
Además, el 85% de las empresas considera aceptable que los candidatos utilicen IA durante los procesos de selección: desde la personalización del CV hasta la preparación de entrevistas. Este nuevo entorno requiere una transformación profunda en la forma en que profesionales y empresas entienden y gestionan la tecnología.
La IA no sustituye la humanidad
Uno de los mensajes más importantes del informe es que la IA no puede reemplazar ciertas habilidades humanas esenciales. Entre las más valoradas por las compañías destacan el juicio ético (33%), la atención al cliente (31%), la gestión de equipos (30%) y el pensamiento estratégico (27%). Aunque la IA aporta eficiencia en tareas rutinarias, aún carece de capacidades como el razonamiento contextual, la empatía o la creatividad genuina.
En este contexto, la verdadera sostenibilidad profesional no depende solo del dominio técnico, sino de saber complementar el trabajo de las máquinas con habilidades humanas avanzadas.
Recomendaciones para profesionales: cómo no quedarse atrás
1. Planificar una carrera sostenible
El concepto de “durabilidad profesional” implica la capacidad de mantener un empleo en un entorno cambiante. Esta se apoya en cinco pilares: habilidades técnicas, interpersonales, conocimiento institucional, mentalidad de aprendizaje continuo y competencia tecnológica aplicada. Comprender cómo aplicar herramientas de IA en el día a día es fundamental.
2. Conocer las herramientas de IA de tu empresa
Desde ChatGPT hasta Copilot o agentes autónomos, las organizaciones están adoptando tecnologías diversas. Conocerlas, solicitar formación e interactuar con los equipos de IT es un paso clave.
3. Buscar casos de uso concretos
Cada puesto de trabajo puede beneficiarse de aplicaciones prácticas de IA. Por ejemplo, el uso de inteligencia de talento en RR.HH. o análisis predictivo en marketing. Estar al tanto de las mejores prácticas del sector facilita la integración.
4. Mantener la formación actualizada
Google, Amazon, Microsoft y otros líderes tecnológicos ofrecen formación gratuita y accesible. Dominar conceptos como ingeniería de prompts o modelos lingüísticos ya no es exclusivo del ámbito técnico.
5. Probar con un proyecto piloto
Diseñar y liderar pequeños experimentos de integración de IA en tu área laboral puede convertirse en una ventaja competitiva interna. Se trata de identificar una necesidad, proponer una solución tecnológica y medir resultados para escalarla.
Claves para empresas que quieren liderar la transformación
Las organizaciones también tienen un papel esencial en este proceso. El informe de Experis recoge cinco claves para el éxito empresarial en esta era:
1. Priorizar la mejora, no la automatización
La IA debe utilizarse para amplificar el talento humano, no sustituirlo. Las empresas deben enfocar sus esfuerzos en cómo esta tecnología puede agilizar procesos sin perder de vista el juicio humano y el valor de la interacción emocional.
2. Colaborar con socios tecnológicos
En lugar de crear herramientas desde cero, las empresas pueden apoyarse en proveedores con soluciones consolidadas. Esto permite probar implementaciones en áreas funcionales específicas con menor riesgo.
3. Impulsar la formación continua
El déficit de habilidades relacionadas con la IA es una realidad. Las compañías deben diseñar programas de upskilling y reskilling que combinen teoría y práctica, e integren herramientas reales para acelerar el aprendizaje y la productividad.
4. Supervisión humana siempre presente
Aunque la IA puede redactar, analizar o predecir, la supervisión humana es imprescindible para contextualizar, tomar decisiones éticas y garantizar el alineamiento con los objetivos del negocio.
5. Dominar lo interno antes de comercializar
Antes de ofrecer productos basados en IA al mercado, es fundamental validar la eficacia internamente. Esto no solo evita errores costosos, sino que refuerza la confianza del cliente en soluciones reales y probadas.
Del miedo a la oportunidad
El informe desmonta el mito del desempleo masivo por IA: los datos actuales muestran previsiones positivas de contratación. La clave no está en resistirse al cambio, sino en adaptarse proactivamente. El 87% de los profesionales afirma tener confianza moderada o alta en su capacidad de desempeñar sus funciones, y el 78% cree contar con las herramientas adecuadas. No obstante, aquellos con menos formación en IA muestran más temor y estrés ante su uso.
La buena noticia es que nunca ha habido más recursos para formarse, experimentar y adaptarse. La carrera profesional del futuro no está definida por la tecnología, sino por nuestra disposición a aprender, colaborar y evolucionar.
La verdadera sostenibilidad profesional depende de la capacidad de integrar herramientas de IA y mantener el juicio ético y la empatía en el trabajo, asegurando así un futuro laboral más prometedor.