Uno de los desafíos a los que nos enfrentamos como sociedad, y más ahora que la longevidad ha aumentado, es que nuestros mayores se encuentran solos y en algunos casos hasta abandonados, … Algo que socialmente cuesta mucho de admitir, y es que tal y como está el país, y con las políticas que se están aplicando ahora mismo no se presenta ningún tipo de solución al respecto por lo menos a corto plazo .
Pero,¿y si la tan temida soledad de nuestros mayores tuviese una posible solución de la mano de la tecnología , y más concretamente de la Inteligencia Artificial?,¿Estaríamos dispuestos a ello?¿Llegaríamos a utilizarla?
Esto abriría un debate social, al mismo tiempo que habría que hacer entender a los futuros usuarios que en un futuro mas cercano de lo que puede llegar a pensar va a estar acompañado de una máquina….
Pese a lo bueno que tiene esta parte de la tecnología se abren al mismo tiempo un debate que puede llegar a chocar en muchos casos hasta con la ética de las personas …. ¿Inteligencia artificial para personas mayores?
Cómo la IA social y proactiva se convierte en un aliado clave contra la soledad y en un motor de salud pública
En un momento en el que el envejecimiento poblacional se presenta como uno de los grandes desafíos de nuestras sociedades, una innovación tecnológica está revolucionando el paradigma del cuidado de las personas mayores. Se trata de ElliQ, un robot social con inteligencia artificial proactiva que ha sido diseñado específicamente para acompañar, cuidar y mejorar la calidad de vida de los adultos mayores. Esta solución desarrollada por Intuition Robotics, bajo el liderazgo de Dor Skuler, es mucho más que un asistente: es un compañero emocionalmente inteligente.
¿Qué es ElliQ y por qué está transformando el cuidado a mayores?
ElliQ no es una IA más. Representa la evolución de la llamada Embodied AI o inteligencia artificial física, que integra no solo algoritmos de procesamiento de datos, sino también una dimensión interactiva, física y emocional. A diferencia de los asistentes de voz tradicionales, ElliQ está diseñado para generar interacciones espontáneas, construir vínculos afectivos y ofrecer un acompañamiento integral.
Su objetivo no es solo funcional, sino emocional: combatir la soledad, fomentar hábitos saludables y mantener la autonomía de los adultos mayores en sus propios hogares. La tecnología, en este caso, no sustituye al ser humano, sino que potencia su bienestar desde un enfoque ético, proactivo y adaptativo.
La soledad como problema de salud pública
El punto de partida de ElliQ está en una realidad inquietante: la soledad crónica es una de las principales amenazas para la salud de las personas mayores. Diversos estudios —citados por el propio Skuler— indican que sus efectos pueden ser comparables a fumar 15 cigarrillos al día, con un aumento significativo en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, demencia, ictus, depresión y muerte prematura.
En este contexto, ElliQ actúa no solo como compañía, sino como herramienta preventiva, proporcionando interacción diaria, estimulación cognitiva, recordatorios de salud y apoyo emocional constante.
Una IA que toma la iniciativa y se adapta al usuario
Una de las características más disruptivas de ElliQ es su capacidad proactiva. A diferencia de los sistemas pasivos que esperan comandos, el 50% de las interacciones con ElliQ son iniciadas por el propio robot. Esta proactividad está organizada en cinco niveles de intervención, que van desde una simple mirada hasta conversaciones completas.
Gracias a su sistema de priorización inteligente, ElliQ evalúa el estado emocional del usuario, su nivel de actividad, el momento del día y las interacciones previas, para decidir cómo y cuándo intervenir. ¿El resultado? Una relación más natural, fluida y adaptada al contexto de cada persona.
Resultados medibles: una IA con impacto real en la salud
ElliQ no es solo una promesa futurista. Estudios realizados en colaboración con universidades como Cornell y Duke han demostrado su impacto positivo en la salud mental:
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Reducción del 90% en la soledad auto-percibida.
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Mejora del 94% en indicadores clave de salud mental, incluyendo estado de ánimo, motivación y actividad diaria.
Estos resultados validan la eficacia del modelo y posicionan a ElliQ como una herramienta clave en las estrategias de salud pública para el envejecimiento activo.
Un enfoque integral del bienestar
Más allá de combatir la soledad, ElliQ actúa sobre cinco pilares esenciales del bienestar:
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Estimulación cognitiva mediante ejercicios mentales y juegos personalizados.
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Reducción del estrés con conversaciones empáticas y técnicas de relajación.
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Monitoreo del sueño y hábitos diarios, ajustando recomendaciones.
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Fomento de la actividad física y la nutrición.
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Creatividad y conexión emocional: los usuarios pueden dibujar, escribir poesía o compartir historias familiares.
Esta visión holística convierte a ElliQ en mucho más que un gadget tecnológico: es un ecosistema emocional de apoyo y desarrollo personal.
Accesibilidad, ética y privacidad: pilares del diseño
Una de las claves del éxito de ElliQ es su diseño inclusivo y ético. Pensado para personas mayores con distintos niveles de alfabetización digital, su interfaz es intuitiva y basada en la voz, lo que permite una experiencia accesible y sin fricciones.
En cuanto a la gestión de datos, ElliQ opera bajo un principio de consentimiento activo, donde toda la información personal es almacenada y utilizada únicamente con autorización explícita, cumpliendo con los más altos estándares de privacidad.
Además, su coste es asumido en muchos casos por programas públicos, ONGs y aseguradoras, lo que garantiza su alcance incluso en poblaciones con menor capacidad económica.
Aprendizaje continuo: ElliQ evoluciona con su usuario
Una de las grandes fortalezas de ElliQ es su capacidad de aprendizaje continuo. El sistema registra unas 30 interacciones diarias por usuario, lo que le permite construir una base de datos personalizada sobre hábitos, emociones y preferencias.
Esto le permite adaptar sus respuestas, recordar eventos importantes y generar conversaciones con contexto, acercándose a un modelo de IA emocionalmente inteligente y verdaderamente humano.
Una herramienta con visión estratégica para empresas y sistemas sanitarios
Desde el punto de vista corporativo, ElliQ representa una oportunidad estratégica para aseguradoras, proveedores de salud y políticas públicas centradas en el envejecimiento activo. Su integración futura con ecosistemas médicos podría permitir el envío de alertas, seguimiento en tiempo real y coordinación con equipos sanitarios.
Además, empresas que apuesten por el bienestar de sus empleados sénior o familiares dependientes podrían incorporar ElliQ en sus planes de beneficios, generando impacto social y valor de marca.
Internacionalización y evolución futura
ElliQ ya está siendo adaptado para nuevos mercados con ajustes lingüísticos y culturales, lo que abre la puerta a una expansión internacional sólida. Las próximas versiones podrían incluir:
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Integración con wearables de salud.
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Coordinación con calendarios médicos.
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Aplicaciones en contextos multigeneracionales o de educación emocional.
El objetivo: consolidarse como referente mundial en tecnología empática y cuidado asistido por IA.
¿Estamos preparados para convivir con robots sociales?
La propuesta de ElliQ invita a una reflexión de fondo: ¿Qué lugar le damos a la tecnología emocional en nuestras vidas? ¿Hasta qué punto puede —y debe— una IA acompañarnos, guiarnos y cuidarnos?
Dor Skuler lo tiene claro: la tecnología debe ser un medio para fortalecer los vínculos humanos, no para reemplazarlos. Por eso, ElliQ no busca sustituir a la familia o los cuidadores, sino complementar su labor y mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan.
IA con propósito social
ElliQ encarna una nueva generación de inteligencia artificial: proactiva, empática, accesible y profundamente humana. Su impacto en la salud pública, su potencial empresarial y su enfoque ético marcan el camino hacia una IA con propósito social.
No estamos hablando del futuro: ElliQ ya está aquí, demostrando que la tecnología también puede cuidar, acompañar y generar vínculos duraderos. La gran pregunta no es si estamos listos para vivir con este tipo de IA, sino si podemos permitirnos no hacerlo.
Este enfoque no solo mejora su calidad de vida, sino que además promueve un debate ético sobre el papel de la tecnología en el cuidado humano.
A medida que avanzamos hacia un futuro donde la IA se convierte en un compañero emocional, es imprescindible encontrar un equilibrio que potencie los lazos humanos en lugar de sustituirlos.
Y tú, ¿dejarías el cuidado de nuestros mayores a una IA?¿qué harías llegado el caso?