Si no ha supuesto una revolución en este tiempo, parece claro que en el futuro la Inteligencia Artificial sí creará una disrupción en el mercado de trabajo. De este modo es conveniente conocer los puntos de vista de los expertos en este asunto para poder hacerse una idea sobre cómo será el empleo del futuro. El último debate sobre ello se ha celebrado recientemente a través de la primera edición de Deep Talks, una charla abierta de Planeta Formación y Universidades en la que han participado docentes y especialistas de la red de instituciones de esta organización.
Concretamente, el primer episodio de Deep Talks, titulado «Inteligencia artificial: Educación y futuro», ha contado con la participación de Alejandro Briceño, profesor de Innovación y Transformación Digital en EAE Business School; Miriam Martínez, directora de Calidad y directora del máster en Propiedad Intelectual de UNIE Universidad; José Jesús García Rueda, vicedecano del área STEM en The Core Entertainment Science School; y Kaouther Boubaya, profesora de Estrategia en EDC Paris Business School.
La IA y un primer impacto en las habilidades de los profesionales
En cuanto a cómo la inteligencia artificial transformará el mercado laboral, José Jesús García afirma que inevitablemente provocará que las capacidades creativas de las personas ya no sean tan necesarias. Sin embargo, cree que seguirán siendo necesarias habilidades como una visión holística, la comprensión integral del conocimiento y la capacidad de concebirlo, más que simplemente ejecutarlo.
En la misma línea, Miriam Martínez comenta que, por ejemplo, en los despachos de abogados se han introducido herramientas de inteligencia artificial para redactar demandas, pero subraya que esto no puede reemplazar la figura del jurista que revise dicha demanda. En este momento, se está trabajando en encontrar el equilibrio entre el uso de la IA y el trabajo humano esencial.
La necesidad de un cambio cultural
Para Alejandro Briceño, el futuro implica una relación simbiótica entre la inteligencia artificial y los seres humanos. Considera que antes de incorporar masivamente herramientas de IA en el trabajo, es necesario un cambio cultural para comprender la revolución del conocimiento instantáneo y aprender a utilizar la IA sin dejar que nos supere.
Una preocupación real sobre la irrupción de la inteligencia artificial en el mercado laboral es la cantidad de empleos que podría llegar a reemplazar. Briceño señala que, aunque la IA puede generar nuevos empleos, su ritmo de creación es inferior al de los empleos que podría destruir. Destaca el campo del «prompt engineering«, que se centra en cómo solicitar y delegar tareas a la IA, como uno de los sectores que se potenciará.
Amenaza generacional
Por otro lado, José Jesús García indica que históricamente, cada vez que se produce una disrupción de este tipo, se genera más empleo del que se destruyó con el tiempo. Sin embargo, reconoce que el problema radica en la transición, ya que una o dos generaciones podrían enfrentar dificultades.
Briceño ejemplifica con la situación en Estados Unidos, donde uno de los principales empleos es el de conductor, un trabajo que no requiere una formación específica. Con el avance de la IA, los coches autónomos podrían ocupar una parte significativa del mercado automovilístico, lo que resalta la necesidad de formación para acceder a empleos cualificados en el futuro.
