España se enfrenta a un grave desafío demográfico: en la próxima década, 5,3 millones de personas se jubilarán, mientras que solo 1,8 millones de jóvenes ingresarán al mercado laboral.
Este desajuste, señalado por el informe del Observatorio de la Vulnerabilidad y el Empleo de la Fundación Adecco, compromete la sostenibilidad de sectores clave y plantea la necesidad urgente de soluciones estructurales que incluyan a todas las generaciones y potenciales talentos, fundamentalmente a los séniores y migrantes.
Un desequilibrio que amenaza la sostenibilidad del empleo
España se enfrenta a uno de los mayores desafíos demográficos de su historia reciente: en la próxima década se jubilarán 5,3 millones de personas, mientras que solo 1,8 millones de jóvenes se incorporarán al mercado laboral. Esta brecha, evidenciada por el último informe del Observatorio de la Vulnerabilidad y el Empleo de la Fundación Adecco, supone una alerta urgente para todos los agentes socioeconómicos. Por cada tres personas que se jubilan, solo una se incorpora, lo que compromete la continuidad de sectores clave y la sostenibilidad del sistema productivo.
Además, esta situación plantea riesgos añadidos para sectores estratégicos como la sanidad, la educación, la industria o los servicios, donde el relevo generacional es especialmente complejo por los años de formación requeridos. Si no se abordan soluciones estructurales de manera inmediata, el país podría experimentar una pérdida significativa de competitividad.
El papel de la migración: imprescindible pero no suficiente
Las proyecciones del INE estiman que entre 2026 y 2035 llegarán a España 4,5 millones de personas extranjeras, de las cuales 2,5 millones buscarán activamente empleo. Si bien estos flujos migratorios son esenciales para reforzar la fuerza laboral, no resolverán por sí solos el déficit de relevo generacional. Persisten barreras estructurales como la falta de homologación de títulos, dificultades idiomáticas o discriminación en los procesos de contratación.
Para que la migración sea una solución real, es imprescindible implementar políticas activas de empleo que cualifiquen y recualifiquen al talento migrante, asegurando una integración alineada con las necesidades del mercado. Además, debe facilitarse su inserción no solo en trabajos de baja cualificación, sino también en ocupaciones técnicas o profesionales, para aprovechar su potencial al máximo.
Talento sénior: un recurso infrautilizado
En paralelo, apostar por el talento sénior es una necesidad estratégica. En un país que envejece rápidamente, prescindir de profesionales mayores de 50 años supone perder experiencia, madurez y conocimiento acumulado. Según la Fundación Adecco, más del 35% de la población activa es sénior, pero sigue siendo discriminada por su edad.
Retener y reenganchar a este colectivo a través de modelos laborales flexibles, formación en competencias digitales y eliminación del edadismo no solo mejora la ratio entre jubilaciones y nuevas incorporaciones, sino que contribuye a mantener la productividad y acelerar la transferencia de conocimiento intergeneracional.
Algunas empresas pioneras están desarrollando programas de mentoring inverso o equipos intergeneracionales, donde los trabajadores más jóvenes aportan competencias tecnológicas y los sénior transmiten conocimientos estratégicos y culturales. Esta fórmula está demostrando ser una vía eficaz para innovar sin perder cohesión organizativa.
La IA y la automatización como aliados de la productividad
Aunque la inteligencia artificial y la automatización no pueden sustituir el relevo generacional, sí pueden amortiguar sus efectos. Al liberar a las personas de tareas repetitivas y aumentar la eficiencia, estas tecnologías permiten que la fuerza laboral existente cubra vacantes con más agilidad.
Sectores como el de los cuidados, la logística, la industria o la administración pública ya se están beneficiando de estas herramientas. Para ello, es crucial alinear la tecnología con el talento, garantizando que la digitalización se traduzca en productividad real y no en exclusión laboral. La IA debe ser una palanca de inclusión , no de desplazamiento.
Además, se requiere una visión ética de la automatización, en la que se priorice el empleo digno y de calidad. Los algoritmos no pueden sustituir el juicio humano en decisiones críticas, como la atención médica, la enseñanza o el liderazgo organizacional.
Un nuevo modelo de empleo más inclusivo
La Fundación Adecco insiste en que el reto no es solo demográfico, sino también estructural. La activación del mercado laboral debe pasar por un modelo más inclusivo y sostenible, que integre activamente a:
- Personas con discapacidad.
- Mayores de 45 años parados de larga duración.
- Mujeres con responsabilidades familiares no compartidas o víctimas de violencia de género.
- Jóvenes con baja cualificación.
Diseñar políticas públicas y estrategias empresariales que pongan el foco en estos colectivos es fundamental para ampliar la base de talento y evitar que el déficit de relevo se convierta en una crisis sistémica. La diversidad no debe entenderse como un reto, sino como una fuente de riqueza social y competitividad empresarial.
Francisco Mesonero: “Invertir en talento sénior no es una opción, es un imperativo”
El director general de la Fundación Adecco y director de Sostenibilidad del grupo, Francisco Mesonero, subraya que: “Discriminar por edad es un completo contrasentido que implica prescindir de más del 35 % de la población activa y desperdiciar competencias clave como la experiencia, la madurez o el conocimiento acumulado”.
Además, Mesonero recalca que “la IA y la automatización no resolverán por sí solas el reto demográfico, pero sí son palancas decisivas para hacer más con la fuerza laboral disponible. Si alineamos tecnología y talento convertiremos este desafío en una oportunidad de crecimiento sostenible y cohesión social”.
Este enfoque integrador debe ser asumido por los departamentos de recursos humanos, los responsables de políticas públicas y los líderes empresariales. Solo así se logrará una transición ordenada, justa y resiliente.
Recomendaciones estratégicas para empresas y administraciones
Para hacer frente al desafío del relevo generacional, el informe plantea una serie de líneas de acción prioritarias:
- Impulsar políticas activas de empleo que contemplen formación técnica, digital y transversal para toda la población activa.
- Facilitar la homologación de títulos extranjeros y el reconocimiento de competencias, especialmente para población migrante.
- Combatir la discriminación por edad en procesos de selección y promoción interna.
- Diseñar incentivos para la contratación y retención del talento sénior.
- Promover modelos de trabajo más flexibles y adaptados a la diversidad generacional.
- Acelerar la digitalización inclusiva, capacitando a todos los colectivos en herramientas digitales e inteligencia artificial.
- Fomentar entornos laborales saludables, que reduzcan el estrés, favorezcan la conciliación y aumenten la retención del talento.
Una década crítica para el futuro laboral de España
El periodo 2025-2035 será decisivo para el futuro del mercado laboral español. La magnitud del desafío es tal que no existe una solución única, sino un conjunto de medidas coordinadas entre gobiernos, empresas, entidades del tercer sector y ciudadanía.
El informe de la Fundación Adecco no solo diagnostica, sino que propone una hoja de ruta clara y accionable. Apostar por la diversidad generacional, la inclusión del talento infrautilizado y la adopción responsable de tecnología es la única vía para garantizar un sistema laboral sostenible, productivo y competitivo.
El tiempo apremia. Cada año que se pospone la acción, se amplía la brecha. Por eso, el relevo generacional debe pasar de ser un debate a convertirse en una prioridad nacional, con compromisos tangibles y una visión compartida de país.