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El sector de los servicios digitales en España continúa mostrando resiliencia frente a un contexto económico incierto. Según el último barómetro TIC Monitor, elaborado por la Fundación VASS junto al Centro de Predicciones Económicas (CEPREDE), el volumen de negocio ha experimentado un crecimiento interanual del 3,5% en junio de 2025, el mejor dato registrado en los últimos siete meses. Sin embargo, detrás de este repunte puntual se esconde una realidad más matizada: el sector avanza, pero con señales de contención estructural.

Más negocio, pero sin descontar la inflación

Este crecimiento del 3,5% en el volumen de negocio, comparado con junio de 2024, ofrece una imagen positiva a primera vista. No obstante, si se descuenta el efecto de la inflación, el escenario cambia. En términos reales, el crecimiento del sector servicios digitales estaría ligeramente en retroceso, lo que refleja un freno en la inversión empresarial y un entorno de menor intensidad económica. El contraste con el primer semestre de 2024 —cuando el sector creció un 6% acumulado— confirma que el ritmo de expansión se está moderando.

La combinación entre inflación persistente, costes operativos elevados y un clima inversor todavía débil, tanto a nivel nacional como europeo, está obligando a muchas compañías tecnológicas a ser más prudentes en sus previsiones y estrategias. Aunque el dato de junio rompe una racha de registros más bajos, aún no permite hablar de una recuperación sólida, sino más bien de una mejora coyuntural.

Contratación al alza: el talento como apuesta estratégica

A pesar de esta moderación en el crecimiento real, el sector sigue apostando decididamente por el talento como eje central de su competitividad. En julio se alcanzaron los 510.039 afiliados a la Seguridad Social en el sector TIC, lo que supone un incremento de 26.686 empleos en los últimos 12 meses.

Este dato, aunque inferior al ritmo del 4,1% registrado en el primer semestre del año anterior, refleja un crecimiento interanual todavía notable del 2%. Además, la facturación por empleado ha aumentado un 2,6% en el último año, lo que evidencia una mejora en la productividad media por profesional.

Antonio Rueda, director de la Fundación VASS y responsable del TIC Monitor, subraya que “aunque el entorno de negocio es más frágil, las empresas siguen apostando por el talento como activo estratégico”. Y añade: “La mejora puntual de la facturación debe interpretarse con cautela, pues el sector aún enfrenta una contracción real del negocio y un clima inversor que no termina de despegar”.

Esta tendencia a reforzar las plantillas, incluso en un entorno de menor crecimiento, evidencia que las organizaciones tecnológicas entienden que el capital humano es su principal ventaja competitiva a medio y largo plazo. Especialmente en un contexto donde la innovación y el valor añadido dependen cada vez más de las competencias digitales avanzadas.

Perspectivas empresariales: optimismo moderado

Uno de los indicadores más significativos del TIC Monitor es el índice de expectativas. En julio, el 61,2% de las empresas del sector esperaba una mejora de la actividad para el siguiente trimestre. En contraste, un 38,9% anticipaba un empeoramiento, una cifra que refleja una división en la percepción empresarial y una tendencia general al enfriamiento.

En cuanto al empleo, el 52,9% de las compañías planeaba incrementar sus plantillas, frente al 47,2% que preveía recortes. Este equilibrio ajustado indica que, aunque el sector aún genera empleo neto, la incertidumbre obliga a muchas organizaciones a revisar sus estructuras y a priorizar la eficiencia.

Las empresas tecnológicas se enfrentan al reto de mantener su crecimiento sin comprometer la rentabilidad. Por ello, la inversión estratégica en proyectos transformadores, como la adopción de inteligencia artificial, el refuerzo de la ciberseguridad o el desarrollo de nuevas plataformas digitales, se convierte en un factor decisivo para el posicionamiento competitivo.

¿Un crecimiento sostenible o una recuperación puntual?

La gran pregunta que plantea este informe es si estamos ante una recuperación sólida del sector digital o una mejora coyuntural dentro de una tendencia más débil. A corto plazo, el crecimiento de negocio, el aumento del empleo y la mejora en la productividad apuntan hacia la resiliencia del modelo TIC español. Sin embargo, el enfriamiento de la inversión, tanto pública como privada, pone en riesgo la sostenibilidad de ese crecimiento.

En este contexto, las compañías que lideren la transformación digital con visión estratégica, invirtiendo en innovación, talento y tecnología avanzada, tendrán más capacidad de sortear las dificultades macroeconómicas.

El reto de la inversión tecnológica

Uno de los elementos clave que el informe destaca es la falta de impulso inversor. A pesar de la creciente necesidad de digitalización, muchas empresas, especialmente pymes, no están destinando suficientes recursos a renovar sus sistemas, automatizar procesos o incorporar inteligencia artificial.

Esta falta de inversión limita el potencial de crecimiento del sector y frena la evolución hacia modelos de negocio más avanzados, escalables y sostenibles. En consecuencia, el papel del sector público como catalizador del cambio tecnológico se vuelve aún más relevante, especialmente en lo referente a fondos europeos y ayudas para la transformación digital.

Además, la falta de inversión también genera brechas de competitividad entre empresas que lideran la adopción digital y aquellas que aún operan con modelos tradicionales. Esta polarización puede tener efectos negativos en el conjunto de la economía si no se aborda de forma estructural.

Nuevos perfiles profesionales en auge

El dinamismo del empleo en el sector TIC también está impulsando la demanda de nuevos perfiles profesionales, muchos de ellos todavía escasos en el mercado laboral. Entre los más buscados se encuentran:

Este desajuste entre oferta y demanda de talento refuerza la necesidad de invertir en formación técnica especializada, tanto desde el ámbito educativo como desde la empresa privada. La colaboración público-privada será clave para diseñar itinerarios formativos alineados con las necesidades del tejido productivo.

Además, el auge del trabajo remoto y los modelos híbridos permiten acceder a talento global, lo que abre nuevas oportunidades de captación pero también plantea retos en términos de cohesión y cultura organizativa.

Crecimiento con luces y sombras

El barómetro TIC Monitor refleja una realidad compleja. Por un lado, el sector de los servicios digitales en España mantiene su capacidad de generar empleo y facturar más, incluso en un entorno adverso. Por otro, existen síntomas claros de desaceleración en términos reales y una notable debilidad inversora, que podrían comprometer la evolución a medio plazo.

A la espera de un cambio de ciclo más contundente en la economía europea, el sector TIC español debe afianzar su apuesta por el talento, la productividad y la innovación, y exigir políticas que impulsen una digitalización más profunda y eficaz. Sólo así se podrá consolidar un crecimiento sostenible y competitivo, capaz de hacer frente a los retos globales del siglo XXI.

Para lograr un crecimiento sostenible, las empresas deben priorizar la innovación y la adaptación tecnológica, mientras que el sector público debe fomentar una digitalización efectiva.  La clave radica en el equilibrio entre crecimiento y rentabilidad en un entorno incierto.