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En un contexto empresarial marcado por la transformación digital, la volatilidad del mercado y el cambio constante en las dinámicas laborales, las áreas de recursos humanos han dejado de ser meros departamentos administrativos para convertirse en actores clave de la estrategia corporativa. Así lo explicó Laura Ojeda, directora de Personas del RACC (Real Automóvil Club de Cataluña), durante el IV Encuentro Directivo organizado por OBS Business School, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, la red de educación superior del Grupo Planeta.

Acompañada por la Dra. Casilda Güell, decana de la escuela, Ojeda analizó en profundidad la evolución del rol de los recursos humanos y los grandes desafíos que enfrenta esta área en las organizaciones modernas. La intervención de Ojeda se centró en destacar cómo los RRHH se han transformado en socios estratégicos de la dirección general, participando activamente en el diseño de la estrategia, en la construcción de la visión empresarial y en el desarrollo de una cultura organizativa sólida.

De área operativa a socio estratégico

Durante años, el departamento de recursos humanos estuvo enfocado principalmente en la gestión operativa: nóminas, contratación, procesos administrativos y cumplimiento normativo. Sin embargo, según Laura Ojeda, esta visión ha cambiado de forma radical. “Ahora los responsables de RRHH somos partners de la dirección general: juntos diseñamos la estrategia, la visión y desarrollamos la cultura corporativa para poder alcanzar los objetivos”, afirmó. “La transformación de recursos humanos es clave para convertir esta área en un socio estratégico y no solo en un soporte operativo.”

Este cambio de paradigma implica que las decisiones relacionadas con las personas —desde la gestión del talento hasta la formación y la conciliación— están alineadas con los objetivos estratégicos de la empresa. RRHH ya no es un soporte, sino un motor de cambio, innovación y sostenibilidad interna.

Para Ojeda, el respeto por la cultura empresarial es tan importante como la capacidad de adaptación. En un entorno cada vez más competitivo, marcado por la irrupción de nuevas tecnologías y la digitalización de los procesos, las organizaciones deben ser ágiles y estar dispuestas a asumir riesgos. “Debemos evolucionar sin perder nuestra esencia”, sentenció.

La cocreación como modelo de liderazgo

Uno de los elementos más innovadores del enfoque de Laura Ojeda es su firme apuesta por la cocreación como método para transformar la cultura empresarial desde dentro. Lejos de estructuras jerárquicas tradicionales, defiende la construcción conjunta de proyectos, valores y normas de convivencia dentro de la empresa.

“Formar equipos diversos es fundamental para definir el comportamiento de una compañía”, explicó. Esta diversidad no solo se refiere a género o edad, sino también a perfiles, experiencias y formas de pensar. La inclusión de distintas perspectivas permite construir soluciones más sólidas y humanas.

Bajo esta premisa, Ojeda ha diseñado en el RACC el Decálogo del líder, una guía para formar líderes que no solo cumplan objetivos, sino que sean inspiradores, cercanos y alineados con los valores corporativos. Estos líderes deben ser referentes, desafiantes y promotores de la cultura organizativa, capaces de impactar positivamente en sus equipos.

Además, presentó la iniciativa de los Yellow lovers, un grupo de embajadores internos voluntarios que se postulan para impulsar acciones de bienestar, generar impacto social y crear comunidad dentro y fuera de la empresa. Según Ojeda, “cuando los proyectos se desarrollan en cocreación, su potencia y alcance se multiplican”.

Conciliación real y modelos de trabajo flexibles

En una empresa como el RACC, con servicios activos las 24 horas del día, los siete días de la semana, el equilibrio entre la vida laboral y personal representa un desafío importante. Por eso, desde el área de Personas se han implementado medidas concretas para facilitar la conciliación y mejorar el bienestar de los empleados.

Una de las acciones destacadas ha sido la creación de plataformas por turnos con jornadas intensivas, que permiten a los trabajadores liberar días para atender asuntos personales. También se han introducido horarios flexibles y una política de 50% de teletrabajo, que facilita el equilibrio entre las obligaciones profesionales y la vida privada.

Para implementar este modelo híbrido, el RACC ha desarrollado un sistema integral que asegura que todo el personal cuente con los recursos necesarios: desde formación tecnológica hasta herramientas de trabajo remoto. Laura Ojeda es una firme defensora del trabajo híbrido, pues considera que este modelo permite obtener las “3C” que potencian a cualquier equipo:

  • Crear entre todos, fomentando la innovación colaborativa.

  • Ser coaches de los nuevos, facilitando la integración y el desarrollo del talento joven.

  • Conectar, lo que ayuda a prevenir y gestionar conflictos en los equipos.

Formación continua: evolución constante del talento

Otro de los pilares fundamentales del modelo de gestión de personas del RACC es la formación continua. Ojeda explicó que han creado una plataforma personalizada de aprendizaje, que no solo incluye formación técnica sobre productos y servicios, sino también habilidades personales y profesionales.

Este sistema formativo se basa en el modelo 70/20/10:

  • Un 70% centrado en acciones prácticas y experienciales para mejorar el desempeño diario.

  • Un 20% dedicado al mentoring y el aprendizaje social.

  • Un 10% orientado al conocimiento técnico de productos.

Ojeda subrayó la importancia de preparar a los empleados para un futuro en el que muchas tareas podrán ser automatizadas. “La gente debe entender que su trabajo, tal como es hoy, va a desaparecer porque probablemente lo pueda desarrollar una máquina, pero eso no quiere decir que se vayan a quedar sin trabajo. Deben evolucionar, subir de nivel y añadir valor”, afirmó.

Ikigai: propósito y sentido en el trabajo

Más allá de los aspectos técnicos y estructurales, Laura Ojeda promueve una visión profundamente humana del trabajo. Para ella, el objetivo último es que cada persona pueda encontrar su Ikigai, el concepto japonés que representa el punto de encuentro entre aquello que uno ama, lo que sabe hacer bien, lo que la sociedad necesita y por lo que recibe una compensación.

“Me encantan los lunes”, aseguró con convicción, y explicó que trabaja cada día para que sus compañeros sientan lo mismo. En palabras de Confucio, citadas por Ojeda: “Si encuentras algo que te gusta, nunca más tendrás que trabajar”.

Esta filosofía, lejos de ser utópica, se traduce en políticas concretas y una cultura organizativa que prioriza el bienestar, el crecimiento personal y la alineación entre valores individuales y corporativos.