Cada 11 de junio se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Próstata, una fecha para poner en el foco uno de los tumores más frecuentes entre los hombres y, paradójicamente, uno de los más silenciados. Mañana es ese día y Directivos y Empresas ha querido preguntar a expertos del Hospital Ruber Internacional de Madrid sobre los avances y la información más importante relacionada con una enfermedad de la que cada año se diagnostican más de 35.000 nuevos casos en España según la AECC.
Y aunque muchas veces se le asocia con la edad, lo cierto es que el diagnóstico precoz y la prevención son claves que pueden marcar la diferencia entre una vida larga y saludable. Esa es la primera gran clave que nos aporta el doctor Juan Ignacio Martínez-Salamanca, jefe asociado del Servicio de Urología del centro. “El cáncer de próstata es curable si se detecta a tiempo”, afirma con rotundidad el experto. La mayoría de los casos detectados en fases iniciales logran curarse con tratamientos poco invasivos, sin secuelas importantes para la calidad de vida del paciente. Así que este 11 de junio, el mensaje es claro: revisarse salva vidas.
Cáncer de próstata: todo lo que se necesita saber en la actualidad
El cáncer de próstata se desarrolla en la glándula prostática, ubicada justo debajo de la vejiga, cuya función es producir parte del líquido seminal. En la mayoría de los casos, se trata de un adenocarcinoma, que se origina en las células glandulares. A menudo, su crecimiento es lento, lo que permite un amplio margen de actuación si se detecta a tiempo.
El problema es que muchas veces no da síntomas evidentes en sus primeras fases. O se confunde con otras afecciones comunes en hombres mayores, como la hiperplasia benigna de próstata (HBP), que también puede provocar dificultades para orinar, necesidad frecuente de micción o incluso dolor.
Por eso, el mensaje desde el Hospital Ruber Internacional es contundente: no hay que esperar a tener síntomas. Revisarse a partir de cierta edad es la mejor garantía de salud futura.
¿Cuándo empezar a revisarse?
Según los doctores Martínez-Salamanca y Antonio Allona, jefe del Servicio de Urología del Ruber Internacional, lo recomendable es comenzar con los chequeos urológicos a partir de los 50 años. En algunos casos, incluso antes: si existen antecedentes familiares, se recomienda iniciar las revisiones a los 45. Y en personas con mutaciones genéticas de alto riesgo, como BRCA2, podría ser aconsejable empezar a los 40.
“El PSA, un análisis de sangre que mide el antígeno prostático específico, es una herramienta fundamental. Pero no está exento de controversia, por lo que debe interpretarse dentro de un contexto clínico más amplio y con apoyo de pruebas de imagen”, explica Allona.
Una de esas pruebas es la resonancia magnética multiparamétrica, que permite localizar mejor las posibles lesiones antes de realizar una biopsia. “Hoy en día, utilizamos sistemas de fusión de imagen en tiempo real que combinan la resonancia con la ecografía, haciendo la biopsia transperineal más segura, precisa y con menos riesgo de infecciones”, añade el Dr. Martínez-Salamanca.
Doctores Martínez-Salamanca y Antonio Allona.
La tecnología también está revolucionando el abordaje del cáncer de próstata. La inteligencia artificial ya se emplea para interpretar imágenes con más precisión, identificar zonas sospechosas y estimar el riesgo de forma personalizada. “Nos permite adaptar mejor los tratamientos a cada paciente, avanzando hacia una medicina de precisión”, destaca Allona.
En cuanto al tratamiento quirúrgico, la cirugía robótica ha supuesto un gran salto en términos de precisión, recuperación y preservación de funciones como la continencia urinaria o la vida sexual. Pero, como recuerda el equipo médico del Ruber Internacional, la experiencia del cirujano sigue siendo clave.
No siempre hay que recurrir a la cirugía
No todos los casos requieren cirugía. Las llamadas terapias focales, como la HIFU (ultrasonido focalizado de alta intensidad), la crioterapia o la electroporación irreversible (IRE), permiten tratar el tumor sin extirpar completamente la próstata, reduciendo así los efectos secundarios. Y en casos de bajo riesgo, se puede optar por la vigilancia activa, con controles periódicos y seguimiento riguroso, evitando intervenir innecesariamente.
Además, se están desarrollando tratamientos hormonales de nueva generación, inmunoterapias y fármacos dirigidos según el perfil genético del tumor. “Cada vez personalizamos más el abordaje, lo que se traduce en mejores resultados y menos impacto para el paciente”, afirma el Dr. Martínez-Salamanca.
Cuerpo, mente y bienestar
La preocupación por las secuelas físicas del cáncer de próstata, especialmente en lo sexual y urinario, es frecuente. “Los avances técnicos nos permiten preservar estructuras importantes, y si es necesario, existen programas de rehabilitación funcional”, explica el Dr. Allona.
Pero también hay que cuidar la dimensión emocional. El diagnóstico de un cáncer, aunque sea curable, genera ansiedad, miedo e incertidumbre. “El acompañamiento psicológico debe formar parte del abordaje desde el inicio. La salud mental es tan importante como la física”, subrayan desde el Ruber Internacional.
Pese a todos los avances, muchos hombres siguen llegando tarde al diagnóstico. “A veces es el miedo, otras la vergüenza, la falta de información o el desconocimiento de que ir al urólogo debería ser parte de su autocuidado regular”, lamenta Martínez-Salamanca.
En este contexto, campañas como la del Día Mundial contra el Cáncer de Próstata son fundamentales para generar conciencia y romper el silencio. “Ir al urólogo no debería dar reparo. Es un acto de responsabilidad. Tenemos herramientas eficaces para detectar y tratar el cáncer de próstata sin renunciar a una buena calidad de vida. Pero todo empieza con una revisión”, concluyen los especialistas.