Cinco millones de personas en España viven condicionadas por una enfermedad invisible y a menudo subestimada: la migraña. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), se trata de una de las patologías más incapacitantes del mundo. Pero la buena noticia es que la innovación tecnológica está abriendo nuevas vías para aliviar su impacto. La última esperanza llega en forma de un discreto brazalete, sin cables, que modula el dolor a través de impulsos eléctricos. Un nuevo tipo de wearable, en el argot tecnológico, que ha sido probado con éxito.
“Es un dispositivo de neuroestimulación eléctrica remota cuya eficacia ha quedado demostrada tanto en pacientes con migraña crónica como en quienes sufren crisis puntuales”, explica para Directivos y Empresas el doctor Enrique Jiménez, neurólogo del Hospital Quirónsalud Cáceres.
Hay que aclarar en primer lugar que este sistema de neuroestimulación eléctrica no busca reemplazar por completo a los tratamientos tradicionales —como los triptanes, betabloqueantes o anticuerpos monoclonales—, sino ampliar el arsenal terapéutico disponible para los pacientes. “Ofrece una alternativa especialmente útil para quienes no toleran bien los fármacos, para mujeres embarazadas o en lactancia, o como complemento para reducir la carga total de medicación”, apunta el Dr. Jiménez.
Cómo funciona esta tecnología contra la migraña
El dispositivo, que se asemeja a una pulsera de actividad, se coloca en la parte superior del brazo y se controla desde una aplicación móvil. Su función es emitir estímulos eléctricos controlados que activan las fibras nerviosas responsables de transmitir el dolor (fibras A delta y C), provocando así una respuesta natural del cuerpo para liberar neurotransmisores que modulan y reducen el dolor.
“La ventaja clave es que se trata de una solución no invasiva, portátil, y sin necesidad de intervención quirúrgica ni medicación”, destaca el Dr. Jiménez.
La descarga eléctrica tiene una duración de 45 minutos y comienza con una intensidad del 20%, ajustable según la tolerancia del paciente. En algunos casos, puede provocar sensaciones leves de calor, hormigueo o enrojecimiento, que desaparecen tras finalizar el tratamiento.
Dr. Enrique Jiménez.
Resultados medibles: menos dolor, más autonomía
El impacto clínico de este dispositivo no es menor. En pacientes con migraña crónica (aquellos que padecen dolor más de 15 días al mes), se ha observado una reducción media de cuatro días al mes con cefalea. Un avance que puede marcar la diferencia en la calidad de vida de estas personas.
Pero además, también puede utilizarse en crisis agudas, siempre que se active al inicio de los síntomas. Según el neurólogo, en estos casos:
- El 67% de los usuarios experimenta alivio del dolor.
- En el 37% de los casos, el dolor desaparece por completo en menos de dos horas.
¿Para quién es adecuado?
Este innovador dispositivo está indicado para pacientes a partir de 12 años y no requiere haber probado previamente otros tratamientos farmacológicos. En el caso del uso preventivo (para migraña crónica), se recomienda su uso un día sí y otro no, aunque el Dr. Jiménez aclara que “si hay un episodio intenso el día en que no toca, puede usarse, siempre que no se supere una sesión al día”.
No obstante, hay contraindicaciones importantes: no debe usarse en personas con epilepsia no controlada ni en aquellas que tengan dispositivos médicos implantados (marcapasos, bombas de infusión o desfibriladores), ya que las señales eléctricas podrían generar interferencias.